| Foto: Javier de la Torre/Semana

EVOLUCIÓN

Querida, encongí a los humanos

La estatura de la gente empieza a disminuir a partir de los 40 años. Recientes estudios también señalan que la especie cada vez será más pequeña.

12 de enero de 2013

Unos de los síntomas visibles del paso del tiempo es la pérdida de estatura. A partir de los 40 años, la gente tiende a perder unos cuantos milímetros cada década, según lo han confirmado los estudios. Esto se debe en gran parte a que los discos entre las vértebras empiezan a comprimirse debido a que el material gelatinoso entre cada una se seca y se adelgaza. Así mismo la osteoporosis, o pérdida de hueso, contribuye a que la gente se achique a medida que envejece.


Además de eso, recientes estudios dan cuenta de que los humanos como especie no están creciendo más, como se pensaba, sino que cada vez tienen menor estatura. Esto se ha podido comprobar gracias a investigaciones de restos de fósiles humanos encontrados en África, Europa y Asia. Según esos trabajos, los humanos se han encogido 10 por ciento en los últimos 10.000 años y el proceso se habría disparado desde que apareció la agricultura. Los expertos aseguran que las dietas restringidas en ciertos alimentos hicieron que los seres humanos dejaran de consumir minerales y vitaminas necesarias para el crecimiento. Concretamente, se sabe que la dieta de los chinos antiguos tenía más niacina, una forma de vitamina B, vital para el crecimiento. También ha incidido el proceso de urbani-zación y de asentamiento en ciudades, que generan estilos de vida muy distintos a los de las culturas nómadas en constante movimiento. 

El cerebro también decrece. Hace 20.000 años alcanzaba 1.500 centímetros cúbicos mientras que hoy solo tiene 1.350,  lo que significa que se ha reducido en el tamaño de una pelota de tenis. Según Marta Lahr, experta en evolución humana, no significa que el hombre sea menos inteligente sino que ha aprendido a usar mejor sus recursos. “Es como sucede hoy con los computadores, que son más pequeños pero más eficientes”, dice.

Otra área que pierde talla es el órgano sexual masculino. Se sabe que con la vejez, el pene se vuelve más pequeño debido a la acumulación de placas o ateromas en las arterias que lo irrigan, lo que hace que el tejido interno se atrofie y pierda grosor y tamaño. La investigación, hecha por un equipo de italianos, indicó que el miembro es, en promedio, 10 por ciento más pequeño hoy que hace 50 años. El estudio señala como culpables al aumento de peso, el estrés y el cigarrillo, así como la contaminación ambiental.

Otros expertos señalan que también el calentamiento global podría afectar el tamaño de los seres humanos. Un estudio publicado recientemente en la revista Science sugiere al comentar esta teoría que los caballos hace 175.000 años eran muy pequeños. Esto fue en la era Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno, más conocida como Pemt, por sus siglas en inglés, cuando la temperatura subió de 5,5 a 11 grados centígrados. Los expertos encontraron que estos animales se achicaron dramáticamente justo durante el último periodo de calentamiento global. Esta reducción se habría dado como una manera de adaptarse para sobrevivir en un clima más caliente. De hecho, algunos ambientalistas han sugerido que una humanidad de menor talla sería una bendición para el planeta pues las criaturas pequeñas economizan energía, recursos y espacio.

Como van las cosas, los seres humanos, ya sea por su propio proceso de envejecimiento o como raza, están en proceso de encogerse. Como dato adicional, las únicas partes del cuerpo que parecen seguir creciendo son las orejas, la nariz y los pies, cuyos tendones y ligamentos pierden su elasticidad con el paso de los años. Pero eso sirve poco para consolarse.