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SEXUALIDAD

¿Quiénes pueden usar el Viagra femenino?

La decisión de los expertos generó el debate de si un ligero beneficio en la vida sexual de las pacientes supera los riesgos de seguridad del medicamento.

6 de junio de 2015

La semana pasada, un panel de expertos de la Administración de Productos Ali-menticios y Farmacéuticos (FDA, por su sigla en inglés) recomendó la aprobación de la droga flibanserin, conocida como ‘Viagra para mujeres’, la primera que combatiría la disfunción sexual más común en ellas: el bajo deseo. El tema ha suscitado importantes debates entre la comunidad farmacéutica estadounidense. Los estudios han demostrado que aumentaría apenas en el 2,5 por ciento el número de eventos sexuales satisfactorios entre las que recibieron la droga, frente al 1,5 por ciento de las que tomaron un placebo. Pero la pregunta es si este beneficio es suficiente para contrarrestar sus efectos colaterales, que van desde baja presión arterial, desmayos, náuseas, adormecimiento y heridas accidentales.

Es la tercera vez que la compañía Sprout Pharmaceuticals, la propietaria del medicamento, pide esta autorización. La droga ya fue rechazada dos veces por la FDA en 2010 y 2013, pero esta semana la compañía reveló nueva información sobre la cual se basó la recomendación del panel. Al parecer, el ‘Viagra femenino’ no sería realmente un equivalente del Viagra masculino, pues este último trata la incapacidad del hombre para tener una erección, algo que es netamente mecánico, mientras que el flibanserin trataría de aumentar el deseo femenino, lo cual es bastante diferente. Aunque la ausencia de libido de las pacientes es preocupante, aún no ha sido probado que se trate de una condición médica real.

A pesar de esto, varios grupos de mujeres se han quejado de que existen diversas drogas para manejar las disfunciones sexuales de los hombres, mientras que ellas no cuentan con mucha ayuda en ese frente. Thomas J. Moore, experto en seguridad de medicamentos, aseguró que el ente regulador no ha rechazado la droga por un tema de discriminación de género sino de la ineficiencia del tratamiento. El especialista añadió que flibanserin tiene una alta tasa de abandono de las pacientes, muchas de las cuales dejan de usarla a causa de los efectos secundarios y porque los beneficios no son claros; en parte, por la dificultad de medir con total objetividad el efecto que la droga produce.

El debate ha girado en torno a la pregunta de si los beneficios observados por las pacientes superan las inquietudes de seguridad. La FDA aseguró que los más graves son la baja presión arterial y los desmayos, riesgos que aumentan considerablemente cuando se combinan con bebidas alcohólicas. También hay preocupación por la interacción de flibanserin con otros medicamentos.

El jueves, sin embargo, el panel de expertos la recomendó para aprobación a pesar de los inquietudes sobre su seguridad y el aumento, si bien modesto, de los episodios sexuales satisfactorios.

Los movimientos feministas están felices con el apoyo de los expertos, pero la comunidad médica mira con cautela dicha autorización por los riesgos frente a los beneficios. El 18 de agosto vence el plazo para tomar la decisión. En todo caso, flibanserin no sería de venta libre como el Viagra y sería indicada para mujeres

ad portas de la menopausia con bajo deseo sexual, a quienes habrá que informar sobre los efectos secundarios potenciales. Hasta el momento hay aprobadas otras drogas con estrógeno para tratar el dolor y la resequedad vaginal durante las relaciones sexuales, otro de los inconvenientes que llegan en esa etapa de la vida de las mujeres. Se calcula que 7 por ciento, además, sufre de baja libido, y está claro que ellas piden soluciones. Queda por verse hasta qué punto la respuesta es la píldora rosada.