SE CRECIO EL ENEMIGO

LOS CASOS DE CANCER DE PROSTATA VAN EN AUMENTO EN COLOMBIA Y EL MUNDO, PERO PARA LOS HOMBRES EL TEMA SIGUE SIENDO TABU.

6 de mayo de 1996

Hace apenas una decada los hombres colombianos empezaron a ver el cáncer de próstata como un enemigo, pero un enemigo lejano que atacaba sólo a ancianos en las últimas etapas de sus vidas. Ahora la solamención de la palabra próstata pone a temblar a la población masculina, especialmente a aquellos que se encuentran entre los 40 y 50 años en adelante. La verdad es que la consternación no es sólo de los posibles pacientes sino de toda la comunidad médica. Y todo se debe a que el aumento de los casos ha sido tan vertiginoso que para algunos ha tomado tintes dramáticos. "No es exagerado decir que es una epidemia", dice el médico Carlos Vargas, urólogo especializado en cáncer. Aunque no hay estadísticas globales, en Colombia, así como en otros países del mundo, la tendencia del cáncer de próstata es a aumentar. Según las cifras que manejan los especialistas en el país, el cáncer de estómago es el que tiene más incidencia actualmente en toda la población masculina. Pero en el grupo de los 50 años en adelante, el de mayor importancia por su frecuencia y mortalidad es el de próstata. De acuerdo con el registro de población de Cali, que sirve como reflejo del panorama nacional, en el quinquenio comprendido entre 1962 y 1966 hubo 8,8 casos por cada 100.000 habitantes . Esa proporción se duplicó en cuestión de 30 años. En el quinquenio 1987 a 1991, 16,1 hombres por cada 100.000 fueron diagnosticados con este problema. Según las estadísticas del Instituto Nacional de Cancerología, el año pasado hubo 166 nuevos casos de esta enfermedad y se espera que ese número incremente para el 96. Las cosas a nivel mundial son similares. Incluso la revista Time, en la edición que circuló en Estados Unidos la semana pasada, afirma que este año a la lista ingresaran 317.000 nuevos pacientes norteamericanos, es decir 73.000 casos más que en 1995 y 232.000 más que hace una década, lo que equivale a un aumento del 187 por ciento en apenas 10 años. La pregunta que se hacen todos es a qué se debe este incremento. Para algunos la mayor expectativa de vida es un factor importante. "Si los hombres llegaran a vivir 128 años, genéticamente todos tendrían cáncer de próstata", afirma el especialista Henry García. También influye el que hoy existan métodos de diagnóstico más eficaces que permiten detectar un tumor en sus estadios primarios. Sin embargo, para otros, la razón tiene que ver con la conjugación de otro tipo de factores. Según explica el doctor Vargas, el diagnóstico precoz en el país es inexistente y el promedio de vida aumentó recientemente, por lo cual deben existir otras razones para el incremento.El doctor Vargas considera que aspectos medioambientales deben estar contribuyendo al fenómeno. Además de los factores genéticos, estarían participando también la dieta _a mayor grasa en las comidas hay más probabilidad de aparición del cáncer de próstata_, la polución, la contaminación de aguas y los alimentos menos naturales. "Lo cierto es que los jóvenes de hoy tienen 20 veces más propabilidades de sufrir este problema que las que tuvieron sus abuelos", dice el especialista. Pero sin duda el principal enemigo de los hombres en este momento es el miedo y la ignorancia a este respecto. Según coincidieron los especialistas hay un gran desconocimiento sobre el tema y en Colombia no existe un verdadero plan nacional para la detección del tumor en la próstata. "Mientras las mujeres recatadas hace unos años lograron cambiar su mente para acudir al ginecólogo, al hombre todavía le da pena y miedo ir adonde el urólogo", dice. Además, la gente relaciona los problemas prostáticos con la vejez. Como un hombre de 50 años puede todavía considerarse joven, piensa que aún no tiene edad para estar preocupado. "Aunque ahora los pacientes consultan más sobre el tema que en el pasado, lo cierto es que la gran mayoría de casos se detectan cuando el cáncer ya ha hecho metástasis", dice el médico urólogo Edgar Ramírez. No sin razón a los hombres les aterra la idea de consultar al urólogo. Por años, las terapias disponibles para atacar el problema se han asociado con cambios drásticos en la calidad de vida de un paciente en aspectos como la pérdida de la continencia urinaria y la potencia sexual. Sin embargo, con las técnicas quirúrgicas modernas, según afirman los especialistas, cada vez es más probable que la persona tenga un funcionamiento normal. "Si el cáncer se detecta a tiempo, en la mayoría de casos la terapia no interfiere después en el desarrollo funcional de la persona", dice el médico Henry García. La actitud más recomendable por la comunidad médica en el mundo es dejar a un lado el miedo y acudir periódicamente al médico a partir, idealmente, de los 40 años y en forma obligatoria después de los 50. Los métodos de diagnóstico recomendados por la comunidad médica en el mundo son sencillos. Sólo basta una prueba de sangre y un tacto rectal, examen que sin exageración puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.Cortar por lo sanoLa próstata, situada entre el recto y la vejiga, tiene como función principal proveer parte del líquido que alimenta y transporta el semen durante la eyaculación. A los 50 años, la próstata comienza a alargarse y ese proceso aumenta el riesgo de aparición de células cancerosas. Para las personas que logran detectar tumores malignos tempranamente, la medicina moderna ofrece estas opciones:Cirugía radical: es la remoción de la glándula prostática, que corta el problema de raíz cuando el cáncer no se ha difundido. Los problemas que puede presentar son que cerca del 1 ó 2 por ciento de pacientes tendrán una falla completa para controlar la orina y el 20 por ciento tendrán un control parcial de ella. También puede dejar al paciente impotente, aunque según estadísticas recientes, el 90 por ciento de los pacientes vuelven a ganar la potencia. Radiación: Con esta terapia el tumor puede reducirse sustancialmente, pero en ocasiones los rayos X no logran acabar con todas las células cancerosas y se calcula que en 75 por ciento de los pacientes el cáncer vuelve a aparecer. Además, 50 por ciento de los pacientes que toman esta opción quedan impotentes después de un período de cinco años de tratamiento.