Seguir los hábitos

La receta de la alimentación sana es: cocinar como hindú, beber como inglés, desayunar como japonés y almorzar como español.

25 de octubre de 1993

COMER MENOS grasa y más granos, frutas y vegetales es, para muchos, una imposición emanada de las nuevas teorías sobre nutrición. Sin embargo, esta premisa ha sido seguida en la alimentación cotidiana de los pobladores de muchos países. Recientemente un grupo de expertos en nutrición se dedicó a estudiar los hábitos gastronómicos en diferentes Estados. Luego de analizar la alimentación del común de las gentes, descubrieron que la gastronomía popular tradicional se basa en los mismos principios que hoy son difundidos con bombo y platillos .
Por ejemplo: las nuevas teorías acerca de la alimentación sana y equilibrada recomiendan comer una gran cantidad de carbohidratos y menos proteínas animales. Pues bien: esa ha sido una costumbre en prácticamente todos los pueblos del mundo. En Japón, la carne o el pescado son apenas el complemento de granos y vegetales. En China, esta es utilizada apenas para dar sabor al arroz. En Italia, donde la pasta es el plato principal, las grasas están incluidas solo como aderezos. En Colombia, al igual que en la mayoría de los países suramericanos, el arroz, la papa, la yuca, etc., y los granos son la base de la comida tradicional.
El mandamiento de la alimentación moderna, de obtener más proteínas de fuentes vegetales y menos de animales, también hace parte de la gastronomía popular. Casi todas las cocinas del mundo tienen como base los granos y las legumbres. El arroz y los fríjoles son un alimento universal. Como quien dice: casí si se trata de seguir las indicaciones de que cuando se consumen más carbohidratos, automáticamente se come menos grasa, basta con ir a un restaurante típico.
Finalmente, al hacer una selección de los hábitos gastronómicos de los diferentes países, los expertos en nutrición encontraron que los mandamientos de una alimentación sana están en:
COCINAR COMO LOS ORlENTALES: en la cocina japonesa e hindú, los condimentos reemplazan a las grasas. El arroz y los vegetales son preparados con agua y especias, una forma ms sana y apetitosa de darles sabor sintener sue utilizar aceite o mantequilla.
En caso de utilizar grasas hay que seguir las costumbres del Mediterráneo: cocinar y aderezar con aceite de olivas. Se cree que esta costumbre es la causa de las bajas tasas de enfermedades cardíacas que exlsten en esos países.
BEBER COMO LOS INGLESES: para apaciguar la sed, los ingleses y en general lo europeos optan por el agua. Como acompañamiento para las comidas utilizan los jugos de frutas y la soda, pero limitándose a unos cuantos sorbos. Igual mente la costumbre del vino tinto como acompañamiento de las comidas parece ser una medida saludable. En lo que se conoce como la "paradoja francesa" se cree que el vino contrarresta Ios efectos nocivos de la gran cantidad de grasas de origen animal que consumen los franceses DESAYUNAR COMO LOS JAPONESES:en Japón al igual que en la India y en muchos países del Medio y Lejano Oriente el desayuno es una comida sustancial y, de hecho, la más abundante del día. Los orientales, expertos en eficiencia, saben que se les saca mayor partido a las calorías si la mayor parte de ellas se consumen en la mañana o temprano en el día, en lugar de la noche.
ALMOSAR COMO LOS ESPAÑOLES: el respeto de los españoles por la hora del almuerzo es bien conocido. Hasta tal punto que entre la una y las cuatro de la tarde la mayoría de los establecimientos comerciales cierran. Esta costumbre está también muy arraigada entre los italianoc y los franceses. Y no se debe solamente al imperativo de hacer la siesta. Se trata de tomarse el tiempo necesario para comer sin prisa, y disfrutar tanto de los alimentos como de la compañía.
Y COMER POSTRE "A IA EUROPEA".
Una fruta es el postre preferido por los europeos y los asiáticos. Los "postres" de verdad están reservados para ocasiones muy especiales. De esta manera no sólo se ahorran calorías sino que, cuando los saborean, lo hacen sin sentimientos de culpa.
Lo cierto es que, a pesar de las sofisticadas y controvertidas teorías que a diario se publican en materia de nutrición, al final de cuentas los expertos que han estudiado la alimentación tradicional han tenido que reconocer ahora que en materia de gastronomía también hay que hacerle caso a la llamada sabiduría popular.