SEXO POR ENCARGO
La aplicación de una técnica que permite seleccionar el sexo de los hijos ha desatado una <BR>vez más la polémica sobre la responsabilidad ética de la ciencia.
Encuentra aquí lo último en Semana
En septiembre del año pasado la comunidad científica fue testigo de los alentadores
resultados de una nueva técnica de fertilización desarrollada por el instituto Genetics & IVF en Virginia,
Estados Unidos. Después de años de investigación el equipo encabezado por el doctor Edward Fugger
había logrado adaptar para uso humano el citómetro de flujo, máquina inicialmente diseñada para
seleccionar el esperma de los animales y separar los espermatozoides femeninos de los
masculinos.Aunque hasta el momento el aparato había permitido seleccionar el sexo de 400 crías de
cerdos, ovejas, conejos y vacas los médicos se habían mostrado recelosos de aplicarlo en personas
debido a los efectos colaterales. Sin embargo Fugger siguió adelante con un proyecto llamado
Microsort y reunió 14 mujeres que sirvieron de conejillos de indias. Para llevar a cabo el experimento
fue necesario que las muestras de semen fueran centrifugadas con el fin de separar los
espermatozoides del resto de fluidos. Acto seguido las células se impregnaron con una solución salina
que contenía una tinta fluorescente que se adhirió al ADN. Mediante un rayo láser, que iluminaba el
ADN, se analizaron cerca de 5.000 espermas tinturados y se clasificaron de acuerdo con su peso.
Esta selección se realizó partiendo de la base de que el ADN de los cromosomas masculinos (Y) pesa
2,8 por ciento menos que el ADN de los femeninos (X). Los cromosomas fueron almacenados en dos
grupos diferentes y los científicos emplearon las muestras X para realizar la fecundación in vitro. Si bien
es cierto que en situaciones normales existe la misma probabilidad de engendrar un niño que una
niña, gracias a esta nueva técnica el porcentaje aumentó y ahora es seis veces más probable
concebir una mujer.
Así quedó demostrado en el estudio de Fugger ya que, de los 14 casos, 13 culminaron con el
nacimiento de una niña. Los resultados fueron publicados en la revista Human Reproduction y se
determinó que el proceso era efectivo en un 93 por ciento para aquellas parejas que buscaban una
hija. Lo anterior no significa que sea difícil procrear varones (73 por ciento de probabilidad) sino que, por
su diseño, el citómetro de flujo selecciona los cromosomas femeninos con mayor precisión. A pesar
de las buenas noticias algunos genetistas consideran que aún es demasiado pronto para cantar
victoria pues todavía se desconocen las implicaciones que pueda traer el hecho de someter el ADN
a la acción de la tintura y el láser.Como era apenas lógico, Fugger ha salido al paso de sus
contradictores y asegura que la tintura no es tóxica y que se adhiere a la superficie del ADN sin alterar
su contenido. Hasta el momento esta respuesta ha sido satisfactoria para las autoridades sanitarias
norteamericanas y Genetics & IVF, el único instituto en el mundo con el permiso para realizar este tipo
de pruebas en humanos, podrá seguir adelante con sus inseminaciones hasta completar el número
que ellos consideren necesario para legitimar la efectividad del tratamiento. Capricho costosoDesde
que se hicieron públicos los resultados de la investigación el nombre de Microsort se ha vuelto tan
popular que cientos de personas han visitado las dependencias de Genetics & IVF en busca de
orientación. Sin embargo muchos de esos potenciales pacientes no acuden porque tengan problemas
de infertilidad sino porque están obsesionados por tener un hijo de determinado sexo. Allí es donde
radica el principal temor de los médicos pues lo que inicialmente se creó como un método para
ayudarles a las personas portadoras de enfermedades genéticas _como la hemofilia y la distrofia
muscular de Duchenne_ a tener hijos está a punto de convertirse en un carnaval científico.Según
declaraciones de Fugger a The New York Times Magazine, el instituto ha decidido aceptar las
peticiones de los matrimonios que quieran balancear su prole. Entre los requisitos se exige que la
pareja tenga por lo menos un hijo y que el futuro bebé pertenezca al sexo que es minoría dentro del
núcleo familiar. No obstante el capricho tiene un costo. Cada prueba de Microsort vale 2.500 dólares
y se requieren por lo general tres intentos para lograr un embarazo. "Seleccionar el sexo por puro
capricho no está permitido dentro de la legislación mundial. Además no vale la pena someterse a un
tratamiento tan costoso sólo por escoger si va a ser niño o niña", sostiene Alberto Menéndez,
ginecólogo del centro Reprotec.
Esta opinión es compartida por el médico Alvaro Espinosa, director de la clínica Concebir, quien
asegura que el único método ciento por ciento efectivo para determinar el sexo es la biopsia de
blastómera: "Se toma un embrión de cuatro células y se le retira una para analizar si vienen
enfermedades. Durante este proceso también es posible conocer su sexo. En el caso de la hemofilia
el embrión masculino es congelado y se escoge el femenino ya que éste no desarrollará la
enfermedad".
¿Jugando a Dios?
Las implicaciones éticas de Microsort no se han hecho esperar. Mientras los liberales sostienen que
la posibilidad de escoger el sexo del bebé evitará que muchas familias maltraten a sus hijos por no
ser del sexo deseado los seguidores de la ética consideran que está técnica puede desembocar en un
desequilibrio demográfico en el que se le dé mayor prelación al género que culturalmente tiene mayores
beneficios. Los defensores de esta teoría manifiestan que si Microsort llega a caer en malas manos es
probable que algunos países como China prefirieran procrear más hombres que mujeres ya que éstas
no son tan deseadas dentro de su organización familiar.Más allá de los pronósticos fatalistas lo que
realmente llama la atención de los especialistas es la implicación que puede tener en los niños el
hecho de saber que sus padres querían un bebé del otro sexo. "Al sentirse rechazados los menores
tratan de apropiar los roles propios del otro sexo para lograr la aceptación de los padres. Esto puede
desembocar en trastornos sicológicos y sexuales ya que el niño no se siente seguro de su identidad",
sostiene la sicóloga Cecilia Burgos.Para bien o para mal lo cierto es que en tan sólo un año Microsort
le ha dado al hombre la posibilidad de jugar a su antojo en el laboratorio de la naturaleza. Unicamente
falta ver si la naturaleza se deja manipular con facilidad.
Teorías encontradas
A partir la década de los 70 el mercado editorial se ha visto inundado de libros que aconsejan paso
a paso cómo seleccionar el sexo de un bebé. Uno de los más populares es How to choose the sex of
your baby, escrito por Landrum B. Shettles y del que se han vendido más de un millón de copias.
Según el autor, los cromosomas Y (masculinos) mueren más rápido que los X (femeninos). Por esta
razón si una mujer desea tener un varón debe tener relaciones lo más cerca de la fecha de su
ovulación. Si espera dos días después de haber ovulado es probable que el bebé sea una niña. Shettles
asegura que su método es 75 por ciento efectivo.
Todo lo contrario opina Elizabeth Whelan, quien en su libro Boy or Girl sostiene que para procrear un
niño se deben tener relaciones cuatro o seis días después de la ovulación y si se quiere una niña es
preferible engendrarla tres días antes de la ovulación. Para Whelan su técnica es 60 por ciento efectiva.
Uno de los pocos métodos adoptados hasta ahora por algunos centros de fertilidad es el patentado por
el doctor Ronald Ericsson, que consiste en separar los cromosomas X y Y filtrando el semen a
través de una solución de albúmina. La selección es posible gracias a que los cromosomas Y son
más livianos y se van para arriba mientras que los X al ser más densos se quedan en el fondo. Una vez
que la pareja decide el sexo que quiere para su hijo se realiza la fertilización. Según Ericsson, esta
técnica es efectiva en el 73 por ciento de los casos.Mitos sobre niñas y niños Niñas·Son más fáciles
de educar.· Son más tiernas, cariñosas y les gusta la vida familiar.· Son más colaboradoras en el
hogar. · Son más abiertas y expresivas.· La madre la ve como su amiga, compañera y aliada· El padre
la ve como su novia: la que siempre lo va a querer y nunca lo va a abandonar.· Es bueno que un niño
tenga hermanas porque así aprende a respetar a las mujeres.