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ESTÉTICA
Siliconas peligrosas
El escándalo mundial desatado por los implantes mamarios defectuosos de la marca francesa PIP, ha puesto sobre la mesa nuevamente el riesgo de someterse a cirugías plásticas.
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Una de las noticias que más ha causado revuelo a nivel internacional en las últimas semanas es la que se originó en Francia hace dos semanas, cuando el ministerio de Salud de ese país ordenó retirarle las prótesis mamarias a 30.000 mujeres que tenían implantes de la marca Poly Implant Prothèse (PIP). Según investigaciones realizadas por la Sociedad de Cirujanos Plásticos del país galo, estas prótesis eran hechas con silicona industrial utilizada, por lo general, para rellenar colchones y no para procedimientos quirúrgicos. Lo más alarmante del caso es que aproximadamente el 84 por ciento del producido se exportaba y América Latina era la región en donde más se vendían. Según datos del Invima, a Colombia llegaron 30.000 y se estima que cerca de 15.000 mujeres tienen este tipo de implantes en sus senos.
Aunque las alarmas se prendieron hasta ahora, las sospechas sobre este tipo de implantes venían de tiempo atrás. En Estados Unidos, por ejemplo, desde mayo de 2000 la Agencia de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) había adelantado investigaciones en contra de esta empresa y emitió en ese momento una alerta sobre el uso de otras prótesis, con relleno de solución salina. En 2010 se prohibió la fabricación de las que eran hechas con silicona industrial, pues descubrieron que tenían hasta siete veces mayor riesgo de ruptura que otros, según informó The Sunday Telegraph. Además, el diario francés Le Parisien señaló que, contrario a lo que muchos pensarían, también hubo hombres que se sometieron a cirugías estéticas con este tipo de sustancia.
Si bien algunos reportes han señalado que la ruptura de los implantes PIP puede producir alto riesgo de desarrollar cáncer, hasta ahora no existe evidencia científica que lo certifique. En Colombia se han presentado algunos casos de ruptura. Según Juan Hernando Santa María, presidente de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (SCCP), este tipo de prótesis fue utilizada durante 15 años en el país para procedimientos estéticos. En 2010 el Invima prohibió su uso y se decomisaron cerca de 10.000. "Yo he atendido algunos casos de mujeres entre los 30 y 35 años que tenían implantes de esa marca y luego de dos o tres años de haberse operado presentaron ruptura", le dijo Santa María a SEMANA. Esto es preocupante si se tiene en cuenta que una prótesis en óptimas condiciones debe tener una duración mínima de diez años. Sin embargo, ninguna está exenta de romperse.
Normalmente, el cuadro sintomático de las pacientes a las que se les rompe un implante es similar: sienten mucho dolor, hay inflamación o endurecimiento en la parte afectada, aparecen nódulos linfáticos en las axilas y, por lo general, se produce un aumento inesperado en el tamaño de uno de los senos. Las recomendaciones que dan los especialistas es hacerse al menos una revisión clínica para evitar imprevistos. "Si se presenta ruptura, debe cambiarse la prótesis máximo tres meses después de que suceda", afirma Santa María.
La polémica por el caso de las prótesis PIP está encendida y ha servido para que se investiguen otros productos que puedan tener sustancias contraindicadas. Además de Francia, países como Brasil, Argentina, el Reino Unido y Venezuela han tomado medidas al respecto. En Colombia, el ministerio de Salud y Protección Social declaró la semana pasada que solo en los casos en que los médicos lo recomienden y en tratamientos de reconstrucción, el Estado cubrirá el retiro de los implantes, de lo contrario los recursos tendrán que salir del bolsillo de los pacientes.
Hasta el momento, se han registrado más de 40 casos de quejas de pacientes en el país, según cifras del Invima. Por ahora, los especialistas recomiendan a las mujeres que tienen los implantes PIP hacerse una revisión para cerciorarse de que todo está en orden y no alarmarse hasta que se compruebe científicamente que hay riesgo de desarrollar tumores.