Solos pero no únicos

Nuevos estudios demuestran que a pesar de los estereotipos, no existe ninguna diferencia entre los hijos únicos y los que no lo son.

20 de septiembre de 1993

LAS CIFRAS QUE muestran ciertos estudios son, aparentemente, concluyentes: 21 de los 23 primeros astronautas que fueron enviados al espacio eran hijos únicos. Los ejemplos también lo son: personajes como Charles Baudelaire, Jean Paul Sartre, Robert de Niro, Al Pacino, Oscar Wilde, Elvis Presley, Marilyn Monroe, Franklin D. Roosevelt y Clark Gable eran hijos únicos. Y sin embargo, los niños que crecen sin hermanos no han logrado desprenderse del estigma del egoismo y de la neurosis, ni de la teoria de que, en alguna medida, son niños inferiores a aquellos que crecen rodeados de hermanos.
Jean Pierre Almodovar, sicólogo de la Universidad de Nanterre en Francia, ha dedicado más de 10 años a examinar en profundidad los estudios sobre el tema. Y su conclusión es una solas son pocas las investigaciones verdaderamente objetivas. "Los hijos únicos han sido penalizados injustamente", argumenta, mientras un sondeo entre siquiatras y sicologos demuestra que no hay mayor incidencia del número de éxitos o fracasos escolares determinados por el hecho de tener o no hermanos. "Hay síntomas caracteristicos de un hijo único, así como los hay de un hermano mayor o de un menor. Es todo", agrega.
Pero si bien es cierto que la literatura que tiende a calificar a los hijos únicos de neuroticos es abundante, también lo es aquella que pretende demostrar que se trata de seres excepcionales "nada de esto es cierto" explica el doctor Bernard Duchamel, jefe de siquiatría del hospital de la Salpetriere, en Francia. "El ser hijo único es sencillamente una condición más que moldea el carácter, como lo son el medio y el colegio, pero no determinan una vida. Esa condición puede realzar un rasgo del carácter, pero no determinan una vida. Esa condición puede realzar un rasgo del carácter, pero no crearlo".