G I N E C O L O G I A

Solución mortal

El aborto sigue siendo la segunda causa de muerte materna en Colombia.

4 de septiembre de 2000

Cada año se esperan un millón 300.000 nuevas gestaciones en Colombia. El 26 por ciento de ellas corresponden a embarazos no deseados y el 24 por ciento de estos terminan en aborto. No se sabe cuántos son provocados y cuántos son espontáneos, pero sí que muchas de las mujeres que se someten a este procedimiento mueren a causa de hemorragias agudas e infecciones debido a malas prácticas. El aborto es la segunda causa de mortalidad materna. Según el ginecólogo Hermann Redondo, presidente de Asmedas, el aborto muchas veces deja otro tipo de secuelas no letales pero de un costo intangible para la sociedad. “Puede generar infertilidad, rupturas, abandonos, rechazo social o depresión en dichos pacientes”, dice Redondo. Paradójicamente, cuando un procedimiento de estos es exitoso existen dos veces más riesgo de que la mujer lo vuelva a practicar si lo necesita. “Muchas veces el aborto es un método de planificación en sí”, dice el ginecólogo Camilo Mojica, del Hospital La Samaritana.

Mojica estima que el problema tiene su origen en la falta de planeación familiar y en el hecho de que las campañas educativas para tener una sexualidad responsable no han sido suficientes. Esto se observa, según el experto, en el hecho de que los embarazos han aumentado en un 30 por ciento durante los últimos cinco años en la población entre 15 y 19 años. Las mujeres tienen muchas reservas sobre los anticonceptivos orales —que son el método más aconsejado por los médicos para mujeres menores de 30 años— pues creen que engordan, aumentan el acné o fomentan los rasgos masculinos. “La realidad es que estas píldoras manejan microdosis que no generan efectos secundarios y son altamente efectivas”.

Los expertos esperan que el aborto deje de ser visto sólo desde la perspectiva moral y que se asuma desde el ángulo de la salud pública en un proceso que involucre a todos, desde el gobierno hasta los medios de comunicación. En síntesis, que existan más campañas, que los médicos den información a sus pacientes, que los medios escriban sobre el asunto y que las telenovelas, por nombrar un ejemplo, no sólo inciten a la sexualidad sino también envíen el mensaje de manejarla en forma responsable.