Elija cada uno de los perdones que hoy decide dar, aún cuando la otra persona que deja atrás no sabe que lo lastimó o no le ha pedido perdón. | Foto: Google

VIDA MODERNA

Suelte el equipaje emocional que tanto le pesa

¿Qué es aquello que no quiere más en su vida? Su libertad interior será real cuando pueda soltar todo el peso que no necesita…

Paula López Espinosa
23 de mayo de 2019

Usted es el arquitecto de su propio destino y de esta manera el lugar emocional y relacional en el que se encuentra parado hoy, ha sido creado por usted mismo.

¿Cuántas veces a la semana usted se encuentra justificándose, culpando a otros por la infelicidad o la inestabilidad que siente en algunas áreas de su vida, en las cuales usted no está viviendo a la altura de sus expectativas?

¿Cuántas veces al día, usted culpa a los demás por no complacerlo como usted lo espera, o se queja responsabilizando a situaciones externas que usted no controla?

La transformación de su vida depende solo de su decisión al respecto, pues al intentar cambiar al otro, solo refleja su incapacidad para salir de su zona de confort y cambiarse a usted mismo.  

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Existen dos tipos de sufrimiento:

1.Sufrimiento vacío: Es el que usted experimenta cuando vive una tribulación o dificultad sentado en su ego, es decir en el trono de la víctima.

2.Sufrimiento fértil: Es aquel que usted experimenta desde su espíritu, cuando aprende a aceptarlo y busca en cada vivencia difícil el aprendizaje oculto.

Su sufrimiento dará fruto, es decir será fértil cuando lo abrace, lo acepte y descubra aquello que vino a enseñarle; entonces cuando le haya dejado una lección de sabiduría espiritual, el solo se marchará.

Decida entonces diseñar la mejor versión de su vida, es decir la vida ideal que quiere vivir haciendo una depuración de todo aquel equipaje emocional que viene cargando y que tanto le pesa en su caminar cotidiano por su existencia.

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Escriba en una libreta puntualmente la lista de todo lo que quiere dejar atrás en el equipaje del olvido. Describa lo que ya no quiere seguir cargando en su vida: personas, emociones, situaciones, cosas, obligaciones auto impuestas, faltas de perdón, entre otros.

Ahora dispóngase a empacar esas maletas pesadas, eligiendo en el sótano de su vida los baúles viejos y olvidados, que le estorban y solo se han convertido en basura arrumada y desgastada.

Meta en esos baúles todo lo que le quita la paz, todo lo que lo inquieta, lo que lo perturba, lo que lo avergüenza, lo que lo agobia etc; una vez los haya llenado, imagine que usted se acerca al mar y uno a uno, bota al agua estos viejos baúles cargados de desechos emocionales y sentado sereno en la orilla, los ve alejarse llevándose con ellos ese gran peso que usted ya no quiere en su vida…

Ahora regrese a la playa y obsérvese sintiéndose liberado y ligero de equipaje.

Protegido bajo una pequeña carpa, visualice unas lindas maletas para estrenar que tienen una etiqueta que dice “mi equipaje elegido para mi nuevo viaje”.

En esas maletas se encuentra todo aquello que usted desea tener en su nueva vida, los mejores recuerdos, las herramientas espirituales que tanto le han servido para enfrentar momentos de adversidad en el pasado, como la valentía, la determinación, la fe, la esperanza, el amor, todo aquello que construye vida.

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¿A quiénes quisiera invitar para que sean sus compañeros de viaje?

¿De quiénes quisiera despedirse y dejar atrás en el puerto antes de partir?

Enfrente en su corazón la responsabilidad que está dispuesto a asumir para liberarse del peso del dolor, sin importar quién o cómo se lo causó. Lleve con usted la aceptación de su historia vivida.

Elija cada uno de los perdones que hoy decide dar, aún cuando la otra persona que deja atrás no sabe que lo lastimó o no le ha pedido perdón. El perdón es una decisión. Escoja los perdones que decide dar, aún si ya no tiene acceso a esa persona, libérala antes de partir.

Si la persona ha fallecido o ya no tiene acceso a ella, lleve a cabo un acto de caridad, de misericordia, un voluntariado o alguna donación de su espíritu, la cual ofrecerá como enmienda para honrar la vida de esa persona a quien hirió.

Transformar su vida, y llegar a su auto realización personal es su decisión.

La madurez emocional se alcanza cuando asuma la responsabilidad que le pertenece y que ha jugado un rol fundamental en la historia de cada una de sus relaciones.

La posición de víctima es el obstáculo más grande que encontrará en el camino hacia su iluminación, pues es en esta zona de confort en donde culpabiliza a otros de su propia infelicidad.

Si bien lo han herido o lastimado, hoy debe responderle a la vida la pregunta existencial que lo llevará a su libertad interior.

¿Qué va a hacer con el equipaje emocional que lleva cargando por años, que ya no quiere y que tanto le pesa?

Soltarlo o seguir arrastrándolo, solo depende de usted.

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Mi píldora de esta semana:

En el viaje de su vida, mirar hacia el futuro lo conduce a soñar, mirar hacia el pasado lo lleva a resentir (volver a sentir) aquello que lo golpeó, mirar dentro de usted lo lleva a despertar su consciencia…

Paula López Espinosa

Autora de Literatura Espiritual

Penguin Random House

www.paulalopez.com

@paulalopezes