TURISMO CELULAR

Un novedoso programa permite rejuvenecer mientras pasea por Boyacá.

31 de julio de 1989

Aunque el padre García Herreros afirme que su encuentro con la terapia celular "fue bastante casual", no ignora que en 1953, y de la mano de este tratamiento Paul Niehans salvó al Papa Pío XII de la muerte. Enamorado confesó de este complemento médico que le permite mantener su agitado ritmo de vida, para este hombre que hoy supera los 75 años, preciarse de "no perder los bríos que se van con el tiempo " es casi un milagro.
En 1931 el profesor Paul Niehans fue llamado al lecho de una mujer enferma que padecía convulsiones potencialmente mortales. Seccionada la glándula paratiroides durante una intervención quirúrgica, su quebrantada salud le impedía someterse a una nueva operación. Niehans, quien hasta entonces había implantado exitosamente glándulas de animales en pacientes cuyos órganos homólogos funcionaban deficientemente, recurrió a una solución desesperada: redujo la glándula paratiroides de un ternero a una fina masa de tejido que inyectó a la agonizante mujer. Las convulsiones cesaron para dar paso al nacimiento de la terapia celular.
El éxito terapéutico que su padre logró con este procedimiento, llevó a Coralie Niehans a fundar la primera clínica de celuloterapia en el ala de un prestigioso hotel suizo. Diez lustros después, un grupo de colombianos cambió el Lago de Ginebra y los Alpes de Saboya por el fértil paisaje boyacense que rodea al lago Sochagota, para crear el primer programa médico-turístico del país que sigue las propuestas del científico suizo

TIGRE PARA IMPOTENTES
Los inicios mismos de la medicina señalan los efectos curativos que conlleva el ingerir órganos y tejidos animales. El principio médico que orientó a Paul Niehans es el que practicaban los terapeutas hindúes cuando recetaban a sus pacientes impotentes consumir testículos de tigre, y el mismo que tan bien definiera Paracelso en el siglo XVI: "Los homólogos se curan. Corazón cura corazón, riñón cura riñón".
Seducidos por la idea de revitalizar su organismo y retardar el envejecimiento de su cuerpo, Winston Churchill, Gloria Swanson, Marlene Dietrich y Adnan Khashoggi son sólo algunos de los miles de pacientes que han visitado la clínica suiza. Miembros del jet set europeo y magnates latinoamericanos nutren esta selecta clientela que actualmente paga más de diez mil dólares por una semana de paz y el derecho a un estricto control médico, que incluye inyecciones de células fetales de ovejas. Estas últimas, al igual que la leche en polvo y el café instantáneo, han sido deshidratadas (células en polvo posteriormente diluidas e inyectadas).
En 1985 Nelly Vives de Riaño, quien entonces trabajaba en una agencia de viajes, vendía pasajes aéreos a muchas amigas que viajaban a Suiza "a lo de la terapia celular". A la falta de clínicas similares en Latinoamérica, se sumó un interés bastante particular en la geriatría. En mayo de 1986 Nelly creó su propia agencia de viajes, buscó asesoría con un grupo de médicos y presentó credenciales ante la Corporación Nacional de Turismo -encargada de revisar la idoneidad profesional del equipo y la viabilidad del programa--. Bernardo Alvarez. jefe de la sección de agencias de viajes de esta entidad, señaló que si bien este tipo de planes no tiene muchos antecedentes,"de cimentarse el proyecto, el futuro turístico de la zona y, en concecuencia, del país, podría potenciarse notablemente".