UN ASUNTO DE MUJERES

Parece estar cerca el día en que una vacuna evite la principal causa de muerte femenina en Latinoamérica: el cáncer cervical.

17 de abril de 1995

VARIOS GRUpos de investigadores en Inglaterra, Australia, Estados Unidos y Francia trabajan en el desarrollo de una vacuna contra el Virus de Papiloma Humano -VPH-, el cual causa el cáncer cervical, o de cuello uterino, la principal causa de muerte femenina en Latinoamérica.
Recientemente el Instituto Nacional de Cancerología realizó un convenio de colaboración cqn la Agencia Internacional de Investigaciones sobre Cáncer, que tiene su sede en Lyon (Francia). La jefe de la unidad de estudios de campo y de intervención de ese instituto es una colombiana, la doctora Nubia Muñoz, cuyos estudios han sido definitivos para establecer la relación entre ese virus y la aparición de tumores. También se ha vinculado a este trabajo el equipo de la Universidad de Tours, en Francia, que dirige el investigador Pierre Coursaget, que desarrolló la vacuna contra la hepatitis B (única vacuna encontrada contra un cáncer, el de hígado). Epidemiólogos del INC harán un trabajo investigativo para comprender mejor la infección por VPH y los factores que inciden en el desarrollo de un tumor maligno, y en el segundo semestre de este año se iniciarán las pruebas para mirar los efectos secundarios de la vacuna y la respuesta inmune en diferentes dosis.
La vacuna contra el VPH ha demostrado, en animales, que previene el consecuente desarrollo de tumores malignos. En cuanto a la vacuna humana, la epidemióloga Margarita Ronderos, investigadora del Institutó Nacional de Cancerología, señala: "Se está trabajando en dos tipos de vacuna. Una profiláctica, es decir que evite la infección, y otra terapéutica, que revierta el proceso en estadios tempranos. La investigación va en dos sentidos: producir una vacuna sintética o una de virus vacío, es decir que no contenga material genético aunque sí la misma estructura molecular".
Posiblemente en un futuro cercano la ciencia pueda ofrecer una forma de prevención y tratamiento que evite la muerte de millones de mujeres en el mundo. En Colombia se detectan cada año alrededor de 5.000 casos nuevos y mueren por cáncer cervical cerca de 2.000 mujeres.
Este es el único cáncer que se adquiere por transmisión sexual. El virus de papiloma humano, que parece ser inocuo en los hombres, es una amenaza mortal para las mujeres. "El riesgo de desarrollar este tipo de cáncer es 40 veces mayor en una mujer infectada que en una que no está infectada", señala la epidemióloga. Y este es un riesgo que se cierne especialmente sobre la población adulta joven. En la última década la incidencia entre la población femenina de 30 a 50 años ha aumentado. Esto parece obedecer al hecho de que hoy las mujeres tienden a tener más actividad sexual que las de generaciones previas. "La mayoría se infecta entre los 19 y los 27 años -afirma la doctora Ronderos-. Mientras los índices más altos de infección están en la juventud, los índives más altos de cáncer están después de los 40 años".

¿QUIEN ESTA EN RIESGO?
Estudios epidemiológicos muestran que las mujeres que están en mayor riesgo son aquellas que tienen o han tenido múltiples parejos sexuales. Pero el hecho de que una mujer tenga hoy una relación monógama no la exime de ser portadora del virus. Se ha comprobado que éste puede estar latente en el organismo durante mucho tiempo. "Hemos visto casos de mujeres que llevaban 20 años sin relaciones sexuales y eran portadoras del virus ", dice la doctora Ronderos. Y aunque haya sido monógama no es inmune. Si su esposo ha tenido sexo con al menos otra mujer su riesgo se duplica.
Si bien la infección con el virus es un determinante, no es la única causa. Otros factores también pueden influir. "Los estudios muestran que hay implicados factores hormonales -explica la doctora Ronderos-. Las mujeres que toman anticonceptivos orales o que han tenido múltiples embarazos tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer cervical. Aunque eso implica una cuestión hormonal, también obedece a que probablemente han tenido una vida sexual más activa". Se ha visto, además, que las deficiencias vitamínicas también cuentan. Estudios preliminares sugieren que el cáncer cervical puede progresar más rápidamente en mujeres que tienen una dieta nutricionalmente pobre.

EL TEMIDO VIRUS
Pero el VPH no es un virus exótico. "La prevalencia de infección en mujeres que inician su vida sexual -18 y 25 años- es del 40 por ciento", dice la investigadora. Y muchas mujeres pueden estar infectadas sin saberlo. A menos que se tenga el tipo de virus que produce verrugas genitales probablemente no lleguen a enterarse; y éste no ha sido asociado con cáncer. Hay más de 70 tipos de VPH, pero sólo algunos se han asociado a tumores malignos.
De ahí que ser portadora del VPH no significa que se vaya a desarrollar cáncer cervical, pero llega a ser una preocupación de salud si está activo, persiste o progresa·" En la gran mayoría de las mujeres el virus produce infecciones transitorias que luego desaparecen -dice la investigadora Ronderos-. Al parecer el sistema inmunológico actúa y puede incluso hacer desaparecer lesiones precancerosas. Pero en un pequeño grupo de mujeres el virus produce infecciones crónicas y cambios en las células cervicales que pueden gradualmente, en el curso de los años, terminar en cáncer".
El problema es que para los médicos es muy difícil saber cuáles anormalidades se esfumarán y cuáles progresarán. "Por fortuna -dice la investigadora- este cáncer tiene un período de evolución muy largo. En este lapso es posible detectarlo y tratarlo a tiempo ". Y, mientras la ciencia obtiene una vacuna, la única arma que existe contra esta mortal enfermedad es la detección precoz. Y eso sólo se logra siguiendo la recomendación de hacerse una citología anual.