Los profesores son Carlos Salcedo y Henry Méndez miembros del grupo Películas delgadas de la universidad Javeriana

INNOVACIÓN

Universidad Javeriana patenta tecnología para pantallas planas

Investigadores de esta institución fabricaron una película que mejora la imagen de las pantallas planas de los televisores o monitores, lámparas y láseres orgánicos.

17 de febrero de 2016

En días pasados la Superintedencia de Industria y Comercio le concedió a la Universidad Javeriana la patente de un método para la fabricación de una película que mejora la imagen de las pantallas planas fabricadas con diodos orgánicos. Detrás de la investigación y del desarrollo se encuentra el grupo de investigación Películas Delgadas, al que pertenecen los profesores Juan Carlos Salcedo y Henry Méndez.

Las pantallas OLED (Organic Light-Emitting Diode) son aquellas en que la luz se produce a partir de diodos  orgánicos. Cómo lo explica el profesor Salcedo, es una tecnología que reemplaza en la fabricación de semiconductores el uso de materiales inorgánicos, como el silicio y germanio, por moléculas orgánicas, como el fullereno.

Además de abaratar los costos, utilizar semiconductores orgánicos en las pantallas tiene grandes ventajas, entre las que se encuentran la posibilidad de usarlas en sustratos flexibles como el acetato, y su mayor luminosidad. Sin embargo, también cuenta con desventajas como que su tiempo de vida útil es mucho menor, debido a que las moléculas inorgánicas se descomponen más rápido. También hay una dispersión de la luz que afecta la resolución y el color de la imagen.

El equipo de Películas Delgadas elaboró un cristal coloidal de partículas de dióxido de silicio para solucionar el problema de la dispersión de la luz. “Las pantallas OLED se componen de varias capas, a medida que pasa la luz, está va perdiendo su dirección. Al introducir una película de dióxido de silicio logramos que se vuelva a redireccionar. Esto fue lo que hace días quedó patentado”, explica Salcedo.

La película coloidal elaborada por el grupo de investigación consiste en un sustrato en el que se ponen de manera ordenada las partículas de dióxido de silicio que miden entre 500 y 600 nanómetro, 200 veces más pequeño que el diámetro de un cabello.

Pero más allá de la obtención de la patente, lo importante a resaltar es que esta surgió de años de investigación. Durante más de diez años sus miembros se han especializado en la investigación de semiconductores orgánicos y cristales fotónicos. Precisamente la conjunción de ambas ramas, que para la mayoría de los mortales pueden sonar a ciencia ficción, hizo posible la elaboración de la película coloidal.  

“Son años acumulados de investigación. Años de hacer experimentos y cálculos teóricos sobre comportamiento óptico de los nanocrisitales de dióxido de titanio y cuyos resultados se han publicado en revistas internacionales. Detrás de esta película hay mucha ciencia básica”.

En un principio su intención no era crear un dispositivo o método para patentar sino producir ciencia básica. Tratar de entender los fenómenos que ocurren con la luz cuando interactúa con nanopartículas que miden lo mismo que su longitud de onda, uno de los tantos temas de los que se ocupa la nanotecnología. Un objetivo de investigación en ciencia pura que después tuvo una aplicación.