Los cursos virtuales ofrecen mayor flexibilidad a los estudiantes, pero también exigen más disciplina

ESPECIAL POSGRADOS

Vale la pena estudiar aquí

La educación superior en el país avanza rápidamente. Créditos y apoyo para estudiar son la mejor herramienta para aprovechar la oferta.

14 de marzo de 2009

La calidad de la educación superior en el país ha dado pasos importantes en los últimos 25 años. Sin embargo, sus altos costos hacen que muchos estudiantes tengan menos posibilidades de acceder a un posgrado. De hecho, hace sólo 10 años se graduó el primer doctor en ingeniería en una universidad colombiana. Esto pone en evidencia que la tasa de graduación sigue siendo muy baja comparada con otros países. Según el vicerrector académico de la Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito, Carlos Enrique Arroyave, “mientras en Colombia se está graduando un doctor por cada millón de habitantes, en los países más avanzados se gradúa uno por cada doscientos habitantes”.

Sin embargo, el panorama mejora con los años. Colombia cuenta con 3.841 doctores formados en su mayoría en el exterior, de los cuales 2.277 trabajan en universidades nacionales y 1.010 en centros de investigación. Formarse en otros países puede resultar viable gracias a las posibilidades de crédito que hoy ofrecen el gobierno y algunas empresas interesadas en el tema de la investigación. Estos profesionales han regresado al país y se han encargado de fomentar el sentido de la investigación en su alma máter. Es así como, según datos del Observatorio de la Universidad Colombiana, del total de pregrados y posgrados registrados oficialmente en el Snies, todos cuentan con al menos un grupo de investigación reconocido por Colciencias.

Estos doctores son los nuevos docentes que están abriendo el panorama a la investigación y a la innovación en las universidades. El rector de la Universidad del Norte de Barranquilla, Jesús Ferro, asegura que “es necesario insistir en que el desarrollo científico colombiano es insuficiente en número e impacto, sin embargo, se puede percibir que la investigación existente en algunas universidades públicas y privadas colombianas y en centros privados de investigación y empresas productivas, es de alta calidad y con gran proyección”.

Además afirma que las universidades que cuentan con programas de doctorado otorgan a la sociedad su máximo nivel de formación universitaria y calidad académica. Estos programas suponen, además, que las instituciones de educación superior cuentan con un fortalecido grupo de doctores que enseñan e investigan desde consolidados grupos de investigación con gran trayectoria y proyectos de gran impacto tecnológico y social.

Estudiar en Colombia vale la pena porque los costos son menores que hacerlo en el exterior pero, sobre todo, porque el conocimiento se desarrolla aquí mismo, con una visión propia y se crea así un modelo nacional de investigación.

Para Ferro, “las universidades colombianas han demostrado estar en capacidad de formar individuos capaces de liderar el desarrollo del país, y fortalecer a su vez el capital humano colombiano. A largo plazo la creación de estos programas impedirá que se siga fugando nuestro recurso humano en búsqueda de nuevos horizontes y entonces sí permitirá el desarrollo económico del país basado en la inversión en conocimiento, investigación y conocimiento de nuestra realidad social”.