Van para abajo

Los jóvenes representan una mayor proporción dentro del total de la población mundial. Y en Colombia se constata esta tendencia, pues aquellos que están dentro de los 14 y 26 años de edad son cerca del 23,7 por ciento del total de la población de Colombia y ello habla, por sí solo, de su significativo peso demográfico, económico y social.

Según el Fondo de Poblaciones de las Naciones Unidas (Unfpa, por su sigla en inglés), Colombia se encuentra en la tercera etapa de transición demográfica. Esto se expresa en una baja de la tasa de fecundidad y en un aumento de personas en edad de trabajar.

Pero esta oportunidad demográfica cambiará hacia el final de la siguiente década. Por ello, el gran desafío para el país es aprovechar este periodo a favor y construir políticas públicas que favorezcan el desarrollo de la juventud, pues según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en la medida que aumente la esperanza de vida y se sigan reduciendo las tasas de crecimiento natural de la población, esa participación seguirá decreciendo; en 2030 se estima que la población joven alcanzará solo el 15 por ciento y para 2050 tan solo será del 13 por ciento.

De acuerdo con su último censo, la población colombiana ha crecido un 39,3 por ciento en un periodo de 20 años. Pasó de 30,8 millones de habitantes en 1985 a 41,4 millones en 2005. De este total, los adolescentes y jóvenes entre 14 y 26 años representan casi la cuarta parte de la población, es decir 9.842.970 adolescentes y jóvenes, conformados por 4.882.888 hombres (49,61por ciento) y 4.960.082 mujeres (50,39 por ciento).

El 44,4 por ciento de la población joven vive en condiciones de pobreza y el 15,3 por ciento en indigencia, siendo más afectada la zona rural, donde, para 2005, según la Encuesta de Hogares, el 51 por ciento de los habitantes está sujeto a esta condición.
Durante 2008, el Programa Colombia Joven de manera conjunta con Unfpa y el Departamento Nacional de Planeación realizaron un estudio sobre la inversión y gasto social en adolescentes y jóvenes. Una de las conclusiones es que el gobierno debe hacer los mayores esfuerzos en la población rural.

Un aspecto particular de la situación juvenil en Colombia es el impacto de la violencia. Los jóvenes se han convertido en principales víctimas y actores. Aunque en este tema tampoco existen cifras consolidadas y totalmente confiables, algunos estudios e indicadores reflejan que el conflicto armado interno se alimenta de jóvenes y los distintos actores irregulares del conflicto han aplicado formas de reclutamiento dirigidos a este segmento de la población.

En Colombia, aunque se han venido ejecutando programas, proyectos y acciones desde diferentes instancias, los esfuerzos no son suficientes y si a esto se suma la falta de articulación y la invisibilidad del grupo juvenil como una prioridad, en muchas de estas acciones la situación se torna más compleja.

* Directora Colombia Joven