VIVIR CON SIDA

El apoyo familiar es definitivo para quien sufre una enfermedad terminal. Estos son los aspectos más importantes a la hora de brindarlo a un ser querido.

27 de diciembre de 1993

EL TEMOR AL SIDA ha llevado a que muchas familias de personas con esta enfermedad prefieran que el paciente sea atendido en una entidad hospitalaria. Sin embargo, en opinión de los especialistas, a menos que la persona lo requiera, se debe evitar recluirlas en un centro asistencial. No sólo porque permanecer en una entidad hospitalaria puede aumentar el riesgo de infecciones sino porque una persona enferma necesita más que nadie del apoyo emocional y el afecto de sus seres queridos. Esta visto que estos factores influyen notoriamente en el desarrollo de la enfermedad. Sin embargo, cuando un miembro de la familia o alguien cercano esta enfermo, aunque quienes estan cerca deseen ayudarlo, generalmente desconocen cómo hacerlo. Manuel Antonio Velandia, sociólogo, filósofo y miembro de la Fundación Apoyemonos, dedicada a orientar y brindar apoyo a los pacientes de sida y a sus familias, señala algunos aspectos importantes que se deben tener en cuenta.
BIENESTAR Y CALIDAD DE VIDA: en la salud de una persona inciden factores como la calidad de vida y el bienestar. La primera tiene que ver con la posibilidad de tener una oportuna atención médica así como poseer la información adecuada sobre su dolencia.
El bienestar esta relacionado con las relaciones de afecto, el estado emocional, el descanso, el respaldo social, etc. Procurarle apoyo a quien padece una enfermedad grave puede ayudarle a estabilizar o mejorar sus condiciones de vida.
HIGIENE Y NUTRICION: el autocuidado es determinante para optimizar la condición de salud, por tanto ayude al paciente únicamente cuando sea estrictamente necesario. Trate de colaborarle en el proceso de aseo sin hacerlo sentir inútil. Asistirlo para mantener un mejor aspecto personal, redunda en un mejoramiento de su autoimagen. Consulte con una nutricionista para diseñar una alimentación adecuada y busque alternativas que respondan al gusto del paciente.
AMBIENTE Y OCUPACION: un lugar agradable es también importante. Procure que en la habitación que ocupa haya adecuada ventilación y que tenga facilidad de acceso a sus objetos personales. Una cama cómoda y bien tendida, así como una adecuada lubricación de la piel, evita la producción de escaras.
Trate de ingeniarse actividades para que la persona ocupe su tiempo. Colabore en la lectura, si el paciente lo desea. La enfermedad no necesariamente significa impedimento para trabajar. Es recomendable plantear el tema cuando el paciente no puede procurarse estas condiciones, pero de ser posible, él mismo es quien debe hacerlo.
ATENCION ESPECIALIZADA: existen instituciones oficiales, privadas y no gubernamentales que trabajan en salud y ofrecen servicios que pueden serle útiles en un momento determinado. Esté al tanto de los tratamientos o medicamentos para informarle al paciente, si es necesario, cuáles son los beneficios y los efectos colaterales que estos pueden tener. Recuerde que aun cuando los síntomas de una dolencia desaparezcan, los tratamientos deben continuarse según las prescripciones médicas.
Trate de conocer bien todos los aspectos de la enfermedad, la claridad de los conocimientos hace que su relación de afecto y solidaridad esté cimentada en bases reales y no en temores infundados. Motive a la persona a tener un seguimiento médico, odontológico, sicológico y espiritual adecuado. Refuerce la necesidad de controles periódicos y de consultar oportunamente sus dudas.
ESTILO DE VIDA: una actitud positiva implica asumir y valorar la vida y la salud. Refuerce su autoestima y valórelo en la misma forma que a usted le gustaría ser valorado. Cada persona posee puntos de vista, intereses, creencias, actitudes, conocimientos y prácticas que deben ser respetados. Busque una comunicación franca, directa, en la que predomine la solidaridad y el afecto. No oculte sus temores o preocupaciones, aclararlos puede contribuir a crear un clima más humano en la relación y facilitará al paciente plantear sus propios sentimientos y necesidades. Expresarse de una manera concreta hace que la otra persona también lo haga.
ESTADO EMOCIONAL: el equilibrio emocional está directamente relacionado con la capacidad de defensa del organismo. La posibilidad de tener con quién hablar, de manifestar las dudas y los temores así como las alegrías, disminuye la tensión emocional.
Aprenda a escuchar y valore lo que el paciente dice. Permítale expresar su ira, su dolor, su depresión y sus cambios de estado de ánimo. Dentro de la comunicación también el silencio es fundamental, observe en qué situaciones concretas es la respuesta del paciente. Acompañar y ser solidario es también saber oir.
DAR Y RECIBIR AFECTO:todo ser humano está en capacidad de dar y recibir amor. Recupere el afecto y la ternura como manifestaciones válidas de la comunicación. Las situaciones de contacto, caricias, abrazos, masajes, etc., también profundizan la relación. Pero una sola persona no puede llenar todos los vacíos y necesidades del otro.
Por tanto, permita que otros seres queridos puedan acompañarlo en los momentos de alegría y de tristeza. La solidaridad es la posibilidad de interesarse por el destino del otro y asumir sus necesidades como propias.

TELEFONO A BORDO
Desde el próximo año los pasajeros de los vuelos de British Airways dentro del Reino Unido podrán llamar a su casa u oficina desde su silla en el avión. Un acuerdo firmado con la British Telecommunications la convierte en la primera aerolínea en ofrecer el servicio en Gran Bretaña y Europa. En total se instalarán 1.250 teléfonos. Los aparatos, dos por cada tres sillas, estarán colocados debajo de los descansabrazos. Bastará con oprimir un botón para abrir el estuche, insertar una tarjeta y marcar el número deseado. Se podrán hacer llamadas a más de 200 países, que puden ser marcados en forma directa desde Gran Bretaña.