Las inversiones que se han hecho en el país en alta tecnología, como las realizadas por la UIS, han contribuido a aumentar la innovación. | Foto: Teleuis

AVANCE

Colombia avanza en Innovación

El reciente Índice Mundial de Innovación muestra que Colombia ha pasado del puesto 67 al 63 en el ‘ranking’ general y del 6 al 5 en América Latina. ¿Cómo se explican esos resultados?

21 de agosto de 2016

En 2014, el gobier-no colombiano se propuso pasar del séptimo lugar en innovación en América y el Caribe al tercero en 2025. Una ambiciosa meta que, a juzgar por el Índice Mundial de Innovación publicado la semana pasada, no está lejos de cumplirse.

Según el ranking, realizado anualmente por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (Ompi), Suecia, Suiza, Reino Unido y Estados Unidos son los países más innovadores del mundo entre una lista de 128. En cuanto a Colombia, ganó en el conteo general cuatro posiciones con respecto al año pasado, al pasar del puesto 67 al 63 y en el grupo de las 34 economías emergentes ascendió de la posición 18 a la 14. Además, en el contexto de América Latina y el Caribe, subió un peldaño más al ubicarse en quinto lugar y superar a Panamá, Brasil y Argentina.

Los sectores estatales, académicos y empresariales involucrados en fortalecer la innovación en el país recibieron esta noticia con alegría. Para Mauricio Toro, gerente general encargado de Innpulsa, “el ascenso de posiciones en el índice significa que todos los actores pertenecientes al ecosistema de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTeI) hemos hecho bien la tarea propuesta desde hace dos años y que hemos trabajado mancomunadamente. En tan solo dos años pasamos del séptimo al quinto lugar, superando a grandes países como Brasil y Argentina”.

En efecto, estos resultados dejan ver que el país está haciendo bien la tarea de fomentar la innovación como motor de desarrollo y crecimiento económico. Pero un análisis más profundo del índice, que evalúa 82 variables como infraestructura, legislación, educación, estado de la investigación científica, entre otras, muestra los aspectos en los que Colombia ha mejorado y en los que le toca mejorar.

En el caso específico del ecosistema de CTeI, el país tuvo importantes avances. Por ejemplo en la variable que mide la preparación de los profesionales dedicados a producir conocimiento se pasó del puesto 53 al 49 y en educación se avanzó de la posición 95 a la 91. Sin lugar a dudas Colombia obtuvo los mejores resultados en la variable vínculos en el sistema de innovación, que mide, entre otras, las relaciones universidad, industria y Estado para fortalecer la investigación. Aquí pasó del puesto 116 al 107.

Este aumento es de suma importancia ya que fortalecer los lazos entre estos tres actores se convirtió en una de las prioridades para el gobierno colombiano. “El aumento de posiciones en el índice tiene una profunda relación con el fortalecimiento de las alianzas entre universidades, industria y Estado para fomentar la innovación”, explica Andrés Trujillo, director ejecutivo de Tecnnova.

En el mismo sentido, Alejandro Olaya, subdirector de Colciencias, afirma que haber subido nueve puestos en la variable vínculos en el sistema de innovación “significa que los esfuerzos realizados para crear y fortalecer las oficinas de transferencia y para incentivar los lazos de investigación entre universidades y empresas están dando resultados”.

Sin embargo, el índice da a conocer algunos aspectos en los que el país desmejoró. En la variable investigación y desarrollo (I+D), pasó del puesto 51 al 55, y en la difusión del conocimiento, que implica ingresos por patentes y exportación de productos de alta tecnología, tuvo un fuerte descenso al pasar del puesto 87 al 103. Al respecto Olaya, afirma que “si bien Colombia ha hecho esfuerzos para aumentar la inversión en I+D, los resultados no tan favorables muestran que otros países están avanzando más rápido que nosotros”.

Para Toro, el índice revela que el país tiene grandes retos en cuanto a expandir la inversión en I+D, en fomentar la inversión de capital privado en proyectos innovadores de alto riesgo, así como en “fortalecer una infraestructura, como por ejemplo las fábricas de prototipos, que haga que los innovadores puedan materializar sus ideas y así patentarlas y exportarlas”.

En definitiva, el índice trae muy buenas noticias para el país y, como concluye Olaya, “muestra que es posible alcanzar la meta planteada de que Colombia sea el tercer país más innovador de la región, pero también que no se puede bajar la guardia en resolver lo más pronto posible los retos que el índice plantea”.