AGUA QUE NO HAS DE BEBER...

Ante la amenaza de una forma mortal de dengue, los expertos hacen un llamado sobre el riesgo de que las albercas se conviertan en criaderos del mosquito transmisor del virus.

2 de octubre de 1989

Una forma potencialmente mortal del dengue ha llevado a los expertos a lanzar un nuevo llamado sobre la prevención de la enfermedad. Se trata del "síndrome de shock hemorrágico", que ya se ha presentado en varios países del Caribe y Centro y Suramérica. Los investigadores señalan que, aunque su erradicación es responsabilidad de los gobiernos, ya es hora de que la gente tome conciencia del importante papel que pueden jugar para frenar la expansión de este virus.

El dengue, que produce síntomas similares a los de la gripa fiebres altas, dolor de cabeza, erupciones cutáneas, inflamación de los ganglios, severos dolores musculares y en las articulaciones - también puede manifestarse en forma de fiebre hemorrágica, que puede tener consecuencias fatales. Esta lleva a una "deshidratación del espacio ultravascular que genera severas hemorragias y si no es tratado oportuna y adecuadamente, puede ocasionar la muerte", explica el doctor Jorge Boshell, director del Instituto Nacional de Salud.

El dengue se transmite por la picadura de un mosquito infectado, el Aedes aegypti, que está altamente domesticado. En la actualidad se conocen cuatro serotipos del virus. La infección con cada uno de ellos confiere a la persona una inmunidad temporal, pero la convierte en más vulnerable a los otros tres. Por muchos años los científicos relacionaron el dengue de fiebre hemorrágica con un virus específico; sin embargo, recientes investigaciones han demostrado que las cuatro variedades del virus pueden ocasionarlo. Los científicos especializados en medicina tropical investigan ahora si existen factores, hereditarios o de otro tipo, que intervienen para que algunas personas desarrollen el dengue de fiebre hemorrágica mientras otras logran escapar a esta peligrosa forma del mal. "Se piensa Sambién - señala el doctor Boshell - que uno de los factores de riesgo de sufrir el síndrome de fiebre hemorragica es padecer el dengue por segunda vez. Se ha visto que esta forma muligna es más frecuente en estos pacientes que en quienes son infectados por primera vez".

En Colombia, el dengue es una enfermedad viral frecuente en las zonas cálidas y aunque ya existe una vacuna pocas personas la utilizan. Según el Instituto Nacional de Salud, en el país aún no se han reportado casos del shock de fiebre hemorrágica. "Hasta ahora hemos estado libres de esa forma potencialmente mortal de la enfermedad. Sin embargo, el hecho de que en el país existan los cuatro serotipos del virus es un factor de altísimo riesgo", señala el doctor Boshell.

El resurgimiento del dengue como enfermedad tropical epidémica ha sido propiciado por una decisión tomada hace dos décadas por la mayoria de los gobiernos americanos al abandonar los esfuerzos que hasta entonces se hicieron por erradicarlo.
Mientras el control del dengue necesita esfuerzos sostenidos, la mayoría de los países optaron por aplicar medidas solamente cuando aparecían las epidemias. Ahora los expertos comienzan a urgir a las autoridades sanitarias para que se realicen campañas en serio.

En la década del setenta, el dengue de fiebre hemorrágica se incrementó en forma dramática en Asia. En China, país que estuvo libre del virus por más de 35 años, reapareció en 1978 y ha causado graves epidemias. En 1981 apareció en Cuba, donde el Departamento de Sanidad realizó una activa campaña de prevención,en la cual se inyectó con fluidos intravenosos a más de 115 mil personas para prevenir el shock hemorrágico en caso de que desarrollaran la enfermedad. El personal de salubridad se movilizó por toda la isla para destruir los criaderos de mosquitos e implementar medidas sanitarias. En la actualidad sólo unos pocos países están libres de esta amenaza: Costa Rica, Uruguay, Chile, Bermudas e Islas Caimán.
El virus se ha hecho presente con fuerza en Puerto Rico, México, Nicaragua, Brasil y algunas zonas de Estados Unidos, como Texas. Recientemente, un experto norteamericano, el doctor Duane Gubler, señaló que los malos hábitos de higiene contribuyen a su expansión. "La confianza en la fumigación con insecticidas ha creado una falsa seguridad; pero estudios realizados en Puerto Rico - donde se han presentado siete epidemias en los últimos once años y se han reportado casos de dengue hemorrágico indican que los quimicos no matan las larvas". Según el experto, los dos factores importantes en la propagación de la enfermedad son la movilidad de la población en el mundo actual y la falta de control sanitario en las zonas urbanas. Si un viajero que ha sido infectado, así no presente síntomas, es picado por un mosquito en su lugar de destino, ese insecto ya es portador y propaga el virus. Por otra parte, el agua almacenada en llantas usadas, recipientes plásticos o los bebederos de los animales crea condiciones propicias para los criaderos de larvas.
"A menos que la gente evite el almacenamiento de aguas sin seguir las condiciones de higiene, en sus viviendas y los alrededores, las epidemias ocurrirán", escribió el doctor Gubler en el American Journal of Tropical Medicine and Hygiene.

"Al contrario del anofeles, que se desarrolla en aguas estancadas, las lárvas del mosquito del dengue viven en aguas 'limpias ' y es así como las albercas, los tanques de agua, los floreros y hasta las pilas de agua bendita, si no se lavan con frecuencia y se cambia el agua, se pueden convertir en criaderos de larvas del mosquito Aedes aegypti, con el consecuente peligro para la población", señala el doctor Mansel Martínez, del Departamento de Epidemiología del INS. Así que la mejor medida para evitar la infección del virus es seguir al pie de la letra aquello de "agua que no has de beber, déjala correr".