¿ATAQUE DE FATIGA?

Un nuevo y extraño síndrome empieza a minar a los animosos Yuppies.

14 de enero de 1991

Hasta hace poco se decía que era la hipocondría de los yuppies, algo parecido a la neurastenia que padecían los abuelos: apatía, decaimiento, confusión y problemas de sueño. Hoy se conoce como el síndrome de fatiga crónica, un mal que no sólo empieza a minar la energía de los ejecutivos sino a preocupar a la comunidad médica. Lo grave es que la enfermedad, que se caracteriza por una sensación permanente de fatiga, puede extenderse durante meses y aún años.

Sus síntomas físicos son variados: dolores de cabeza, ganglios inflamados, dolor muscular. El extraño mal difículta la capacidad de concentración, produce pérdida de memoria, irritabilidad problemas del sueño y de presión.

Para algunos investigadores esta es una condición que se produce por una sobrecarga en el sistema inmunológico. Sin embargo, aún no han podido establecer cual es el agente que satura el sistema, aunque se sospecha de diversos agentes infecciosos y químicos. El síndrome recibe varios nombres entre la comunidad médica internacional: encefalomielitis miálgica en Inglaterra y en Estados Unidos síndrome del virus Epstein-Barr, mononucleosis crónica o, como se la ha bautizado recientemente: la gripe yuppie.

Lo padecen más mujeres que hombres, y más adultos que niños. Nadie sabe con precisión cuantas personas en el mundo sufren la enfermedad, pero cada día se conocen más casos. Y no se deben precisamente, como se pensaba antes, a problemas sicológicos o de depresión, sino a una infección. Sin embargo, su diagnóstico no es sencillo, ya que los síntomas son comunes a otras enfermedades y a la depresión.

Existen tres teorías principales sobre sus causas. Una de ellas afirma que cualquier agente infeccioso, posiblemente algunos químicos, pueden provocar que el sistema inmunológico contraataque y de alguna manera lo mantienen en un estado de actividad duradera. El sistema inmunológico estimula la producción de citoquinas, que lo preparan para combatir sustancias extrañas. Entre las citoquinas están el interleukin y el factor de necrosis de tumor, que están siendo investigadas en terapias experimentales contra el cáncer. Por estos experimentos se sabe que causan efectos secundarios como fatiga, dolores musculares y otros síntomas de corta duración como las gripes virales convencionales. Según un informe científico del The New York Times, las víctimas de la fatiga crónica son aquellas que no pueden deshacerse de los agentes infecciosos comunes, tal vez por deficiencias genéticas.

La segunda teoría es que la fatiga crónica es causada por virus que infectan parte del cerebro y que no es facilmente detectable por los sistemas de diagnóstico tradicionales. La tercera sostiene que el síndrome es consecuencia de una disfunción muscular.

Las investigaciones se han orientado especialmente hacia la búsqueda de un virus. Aunque no se ha descubierto ninguno específico, existe evidencia de una crónica activación del sistema inmunológico en los pacientes. En las muestras de sangre se han encontrado cantidades poco comunes de células llamadas "linfocitos citotóxicos. En un pequeño número de pacientes se ha descubierto que el número de linfocitos aumenta o disminuye dependiendo de si el paciente se siente mejor o sufre una recaída. Pero los descubrimientos, aunque constituyen el primer paso hacia el hallazgo de una diferente condición orgánica subyacente entre las personas enfermas y las sanas, no precisan la razón de esa anormalidad.

Entre los virus que se estudian como posibles causantes de la enfermedad figura un retrovirus hasta ahora desconocido, del grupo que incluye el virus del sida. Recientemente, en Boston, un grupo de investigadores señaló que un virus descubierto hace poco y conocido como "herpes humano virus 6", se encontró en el 70 por ciento de los pacientes con fatiga crónica, pero también en un 10 por ciento de quienes no la padecen. La diferencia en la cantidad de células infectadas entre unos y otros era muy marcada, pero los científicos afirman que aún no pueden establecer con precisión si tiene relación alguna con la enfermedad.

Por ahora, hay mas interrogantes que respuestas, pero lo que los investigadores se preguntan es si el síndrome de fatiga crónica puede figurar junto al sida como una enfermedad nueva. Muchos dicen que no, porque se cree que el síndrome no tiene una causa única. Otros, incluso sostienen que no es una enfermedad. Pero lo cierto es que hoy por hoy miles de personas sufren repentinos ataques de "locha" y no encuentran cómo explicarlo ante los jefes de personal.