CAMINAR POR COMPUTADOR

Una revolucionaria tecnología permite coordinar los movimientos de quienes sufren parálisis cerebral.

10 de diciembre de 1990


Sólo hay que imaginar una marioneta, cuyos hilos están controlados por un diestro titiritero: caminará con cierto equilibrio y aparente facilidad. Pero si uno de los hilos es movido con brusquedad, los movimientos perderán todo control. Así es, precisamente, como caminan quienes sufren de parálisis cerebral. Una enfermedad en la cual los músculos no trabajan juntos, sino que se tiran unos a otros impidiendo la coordinación de los movimientos.
Las personas que la padecen, tienen que aprender trucos especiales para hacer cualquier tipo de movimiento, aun más simples. Coger una taza, por ejemplo, puede resultar en extremo difícil si la mano actúa independientemente de las órdenes del cerebro. Caminar es un problema especial, porque es una de las actividades más complejas que realiza el cuerpo. Involucra 40 músculos, más que cualquier otro tipo de movimiento, excepción hecha de los que realiza la cara.
La parálisis cerebral puede causar un círculo vicioso de incapacidad: como las piernas no se utilizan, se deterioran y debilitan. Y como la persona afectada se apoya más en las muletas, la parte superior del cuerpo se hace más fuerte. A medida que se fortalece, se vuelve más pesada, la carga es mayor para las piernas y entonces se utilizan menos. Asi se forma un círculo vicioso, hasta que la silla de ruedas se convierte en la única solución.

Ahora, sin embargo, la enfermedad es tratable y, con la ayuda de la cirugía, los pacientes pueden aprender a caminar. Lo que hacen los cirujanos es cortar y religar los músculos, de tal manera que no se entorpezcan sus movimientos y funcione unos a otros. Para hacerlo, los especialistas analizan antes la forma como cada paciente camina. Al determinar cómo funcionan los músculos de manera incorrecta, pueden ser reubicados para sacar el mayor provecho.

Una sofisticada tecnología ha facilitado la tarea de los especialistas. Algo de ella, curiosamente, se deriva del diseño de helicópteros militares. El procedimiento comenzó a utilizarse en los años 70, mediante la sistematización en un computador de películas de pacientes caminando. Se analizaba cada cuadro de la película, especialmente aquellos de los puntos vitales como los tobillos, las rodillas, etc. Posteriormente, el procedimiento se hizo menos lento mediante la automatización. Entre otras cosas, se ha incorporado tecnología empleada en el diseño de cabinas de helicópteros para hacer cada vez más fácil y eficiente la operación de los pilotos. Los diseños se hacen con la colaboración de pilotos reales, cuyos movimientos son seguidos y monitoreados en sus mínimos detalles. La tecnología utilizada en este tipo de monitoreo es la que ha servido de base para el análisis de movimientos de los pacientes con parálisis cerebral.

El trabajo se hace poniendo, en todo el cuerpo del paciente y especialmente en las coyunturas, una serie de marcadores que reflejan luz infrarroja. Una cámara de video capta una serie de círculos brillantes que se mueven. El mismo sofisticado software convierte la imagen de esos círculos en un mapa detallado de cómo se mueve quien camina. La resolución de la imagen es muy alta y mediante la observación del mapa del "caminante", los analistas pueden descubrir los músculos que no se comportan normalmente. Así pueden desarrollar, para los cirujanos, la mejor forma de intervención para hacer las correcciones posibles. El computador también puede comparar a un paciente con otros, de tal forma que es posible establecer similitudes de gran ayuda y así optimizar el procedimiento.

El éxito del sistema ha sido considerable. Los avances en esta materia constituyen una gran esperanza para aquellos cuya única alternativa era permanecer de por vida en una silla de ruedas. -