Cara a cara

La piel sufre cambios durante toda la vida. La ideal es la de un niño de 6 años, pero es muy difícil que la gente pueda mantenerla así toda la vida. A los 12, cuando comienza la adolescencia, empieza a aparecer el acné. Más tarde se notan las arrugas, luego las manchas y al final de la vida la pérdida de colágeno hace que la piel no tenga el mismo soporte de antes y se caiga.

Hoy existen muchos tratamientos para evitar que estos pasos inevitables de la vida sean tan marcados. Pero para saber cuál es el indicado se requiere un diagnóstico exacto. Los médicos por lo general hacen un estudio clínico observando la piel, pero ahora cuentan con una tecnología más sofisticada que permite cuantificar objetivamente el estado de este órgano. Se trata de Visia, un computador con un programa especializado para diagnosticar la piel bajo cinco parámetros: poros abiertos, arrugas, manchas visibles y no visibles (las que están profundas y que van a salir con el paso de los años), tersura y tendencia al acné. El aparato toma una foto ultravioleta y cuantifica cada parámetro. "Esto le sirve al médico para ver si aplica una crema o si se requiere un tratamiento láser, afirma Hernando Harker, cirujano plástico facial. Permite observar si el tratamiento está surtiendo efecto".

Una de las aplicaciones más interesantes es en adolescentes pues desde antes de que aparezcan el acné se puede ver si la piel del joven tiene exceso de p. Acnes, bacteria que estimula la aparición de estos granos. De esta forma se puede hacer un tratamiento preventivo. Para los problemas de envejecimiento de la piel existen opciones que van desde cremas, rejuvenecimiento con láser y estiramiento facial no quirúrgico.

Según Gabriel Alvarado, cirujano plástico, también puede analizar lesiones precancerosas y tratarlas para evitar que evolucionen.