Salud Reproductiva

El cierre de la fábrica

La ligadura de trompas es el método de planificación más popular en Colombia entre las mujeres sexualmente activas.

17 de abril de 2005

La semana pasada los medios de comunicación revolotearon en torno al tema de la supuesta campaña de esterilización masiva. En todo el escándalo una cifra sorprendente saltó a la vista: que la ligadura de trompas es el método de planificación más usado por las mujeres sexualmente activas en Colombia. Según Profamilia, 27 por ciento de ellas, sin importar su estado civil ni el estrato socioeconómico, toman la opción de acabar con la posibilidad de concebir de manera permanente. Le siguen la píldora y el dispositivo intrauterino (DIU).

Es interesante observar que el país cuenta con una alta cifra de planificación entre la población adulta, encabezada por un método permanente y definitivo, como lo es la esterilización. Esto significa que Colombia está en sincronía con los países desarrollados en este tema.

Según Juan Carlos Vargas, médico de Profamilia, la mayoría de las mujeres lo hacen porque ya han dado a luz el número de hijos que desean. "Eso es lo que buscan, tener la tranquilidad de que no pueden concebir más", dice el especialista. La edad promedio para la ligadura de trompas es de 29,7 años. En otros casos, aunque muy raros, se da porque no quieren ser madres.

Los hombres también están tomando esa decisión. El promedio de edad es de 36,1 y el promedio de hijos al momento de solicitarla, de 2,5. Aunque se observa una tendencia de ellos a responsabilizarse por el tema de la planificación familiar, aún las mujeres son las que deben correr con ese peso. De 39.000 ligaduras de trompas realizadas en 2004 se realizaron 7.500 vasectomías. "Los hombres preguntan por métodos temporales diferentes al condón", dice Vargas.

Según María Isabel Plata, este cambio de mentalidad en las parejas colombianas viene ligado a hechos políticos importantes como la proclamación de la Constitución de 1991, que les otorgó el derecho a las personas de decidir cuándo y cómo controlar su fertilidad. También ha incidido la ley 100, legislación que obliga a las aseguradoras a ofrecer los servicios de planificación. El aumento de los años de escolaridad ha sido otro factor crucial. Mientras más estudio tenga una persona, mayor el uso de métodos.Pese a que en materia de planificación de adultos Colombia ha logrado cifras superiores a las del resto de países de la región, aún 25 por ciento de los partos son producto de embarazos francamente no deseados. "Esto significa que debemos seguir con los programas de planificación", afirma Plata. Es un hecho que esta situación pone en riesgo la salud de las mujeres y la de sus bebés porque en estas condiciones la madre no acude desde el comienzo a los controles prenatales.

Incluso las mujeres que optan por la ligadura de trompas están acudiendo tarde a solicitar el procedimiento. La mayoría considera que el número ideal de hijos es 2,3 en promedio. El número de hijos de las mujeres que se sometieron a dicho procedimiento fue de tres. "La mayoría tuvo uno más de los que quería", explica Vargas.

Un procedimiento para regular la fertilidad en forma permanente como lo es la ligadura de trompas o la vasectomía es siempre una decisión voluntaria. Los pacientes deben pasar por una fase de orientación para darles a conocer otras alternativas y explicarles que es un método definitivo. Solo se prohíbe cuando la persona no está en pleno uso de sus capacidades o si es menor de edad. Cualquier mujer, hasta las que no han sido mamás, puede someterse a ello si ha pasado por este requisito y aun así quiere ligarse las trompas. Es muy esporádico. Sólo un 0,4 por ciento de las mujeres que solicitaron esta intervención en 2004 no tenían hijos.

El método no es ciento por ciento efectivo. Dos de cada 1.000 mujeres podrían quedar embarazadas después de una ligadura de trompas. No obstante, sigue siendo uno de los más efectivos.

En algunos casos las personas lamentan esta decisión porque encuentran a una nueva pareja o porque mueren sus hijos. Y aunque se puede revertir la operación con técnicas de microcirugía, que por cierto es costosa, no siempre la persona vuelve a recuperar su capacidad reproductiva.

El esfuerzo de Profamilia se está viendo reforzado con la política nacional en salud reproductiva que lanzó el Ministerio de Protección Social en 2003, en un documento en el que se precisan tanto los principales problemas en esta área con propuestas para mejorar la promoción y la educación de los métodos de planificación como el acceso a los servicios para acceder a ellos. De esta forma busca garantizar ese derecho de los colombianos.