EL SEGUNDO AIRE SEXUAL

El ejercicio puede acelerar una libido bajita de punto.

31 de diciembre de 1990

Si usted siente deseos de hacer el amor después de una vigorosa sesión de aeróbicos, tranquila, no está loca. Los cientificos han encontrado que la actividad física regular despierta la libido.
De acuerdo con un estudio reciente, realizado por una sicóloga clínica de Los Angeles, Linda De Villers, el ejercicio realizado en forma regular aumenta el deseo amoroso y facilita la capacidad para alcanzar el orgasmo.
La investigación, cuyos resultados fueron presentados en el último congreso de la Sociedad Americana para el Estudio Científico del Sexo, tenía como meta averiguar los efectos que el ejercicio tiene en la sexualidad humana. "Yo había notado que después de un día de ejercicio me sentía más interesada en el sexo", dise la doctora De Villers. "Esto se opone radicalmente a la antigua y generalizada creencia de que el ejercicio es un agotador de la libido y que, por consiguiente, disminuye el interés en el sexo".
Con el deseo de averiguar si un segundo aire sexual era un fenómeno común, la sicológa hizo una encuenta entre 8.000 mujeres que regularmente realizan algún tipo de ejercicio. ¿El resultado? Para muchas mujeres es un hecho que después de hacer ejercicio se sienten excitadas sexualmente.
El 80 por ciento de las mujeres encuestadas había estado haciendo ejercicios aeróbicos, tres o más veces por semana durante los cuatro últimos meses. Una cuarta parte de ellas, aseguraron que habían sentido un aumento del deseo sexual inmediatamente después del esfuerzo físico, mientras sólo un tres por ciento señaló que el ejercicio apagaba su interés sexual.
Según la investigación, el estimulo de la libido a través del ejercicio es más evidente entre las mujeres jóvenes. El 40 por ciento de las mujeres entre los 18 y los 25 años reportó un aumento en el deseo sexual después del ejercicio, comparado con el 15 por ciento de las mujeres entre los 45 y los 50 años. La doctora De Villers explica: "Para empezar, muchas mujeres mayores están más sintonizadas con su sexualidad. El ejercicio puede ayudar a las mujeres jóvenes a entrar en esa onda" .
Pero los efectos de un programa de ejercicios sobre la sexualidad son más apreciables a largo plazo que a corto.
El 30 por ciento de las mujeres que respondieron el cuestionario aseguraron que tenían relaciones sexuales más a menudo desde que empezaron su programa de ejercicios. Un total de 40 por ciento notó un aumento en su capacidad para responder a los estímulos amorosos y más de un cuarto de ellas aseguró que había experimentado un aumento en su capacidad para llegar al clímax. Un pequeño grupo de ellas (cinco por ciento) incluso afirmó que sus orgasmos fueron mucho más intensos y prolongados después del ejercicio.
Las razones de porqué el ejercicio puede actuar como un estimulante de la libido son de diversa índole. Algunos sosttienen que es una cuestión química, ya que la actividad física libera una serie de hormonas que podrían actuar sobre los centros del placer en el cerebro. Pero la mayoría de los investigadores asegura que hay una gran base sicológica, que tiene que ver con la autoconfianza que se adquiere con el ejercicio y que incide en el desempeño sexual. En la encuesta, el 98 por ciento de las mujeres entrevistadas reportó que el haber iniciado un programa regular de ejercicios había aumentado su confianza en sí mismas y la mayoría de ellas coincidieron en que el ejercicio había dado un estímulo a su seguridad sexual. Ambas respuestas tenían correlación en cuanto a si ellas habían perdido peso y mejorado su figura por medio del ejercicio. El sentirse mejor, por haber rebajado unos kilos de más y estar trabajando para reafirmar músculos y obtener una mayor agilidad física, posiblemente hace que se sientan más deseadas y estimuladas para llegar al contacto sexual. "Es importante reconocer que hay una diferencia entre la seguridad personal y la seguridad sexual", dise la doctora De Villers. "La primera tiene que ver con el sentido global de estima que tiene una mujer sobre sí misma. La segunda se relaciona con su sentido de competencia como ser humano sexual, tales como un gran respeto por su cuerpo y una creciente sensibilidad. Una mujer que es sexualmente segura ve su cuerpo más como un aliado que como un enemigo".
Lo cierto es que los científicos parecen haber encontrado el mejor aliciente para que las mujeres inicien diariamente una sesión de aeróbicos en el gimnasio más próximo.