EL SEXO DEBIL

El SIDA parece ser más virulento cuando ataca a las mujeres.

14 de diciembre de 1987

Aunque estadísticamente la mujer ha sido menos afectada por el SIDA, se ha venido observando que el mal parece ser más virulento cuando ataca al sexo femenino. Aunque no se dispone aún de suficiente evidencia al respecto, algunos estudios realizados en Nueva York, Los Angeles y Miami han dado resultados muy dicientes.
Tal parece que las mujeres mueren más rápidamente que los hombres, o sea que el lapso entre el diagnóstico de la enfermedad y su desenlace es significativamente menor. Aunque los científicos no tienen suficiente evidencia sobre las causas de ese fenómeno, muchos especulan sobre una posible razón biológica. La doctora Margaret Fischl, de la Universidad de Miami, piensa que "la diferencia puede ser hormonal. El SIDA en las mujeres podría ser una enfermedad distinta".
La doctora Fischl ha tratado 119 casos de mujeres con SIDA, 111 de las cuales fueron diagnosticadas en los últimos 3 años. La supervivencia fue de un promedio de 6.6 meses, mientras los hombres con SIDA sobrevivieron de 12 a 14 meses. Pero los resultados más alarmantes son los que se observaron en California. En un estudio estadístico para el Estado, Paul Harder halló que de 7.074 casos anteriores a 1987, las 128 mujeres del grupo habían sobrevivido un promedio de 40 días después del dignóstico, mientras sus 6.946 contrapartes masculinos vivieron en promedio más de un año.
Algunos expertos son, sin embargo, más escépticos, y opinan que antes de llegar a conclusiones definitivas, deben excluírse las razones no biológicas como las circunstancias sociales de los grupos examinados. Por ejemplo, podría ser que los datos se refieran a grupos de hombres predominantemente homosexuales, frente a grupos de mujeres en su mayoría usuarias de drogas intravenosas. Esto, por cuanto es conocido que el grupo de mayor virulencia es el de los drogadictos intravenosos, por el tipo de contagio y por sus particulares condiciones de vida. Podría ser también que las mujeres incluidas fueran más pobres que los hombres y por lo tanto hubieran tenido menor acceso al tratamiento médico, pero esta es una simple hipótesis descartada estadísticamente. Por último, también podría influir el simple hecho de que los mismos médicos no estuvieran acostumbrados a diagnosticar SIDA en una mujer y por lo tanto la detección de la enfermedad se hubiera demorado más de lo normal.
En cualquier caso, en Nueva York, donde el fenómeno de las mujeres con SIDA se hace más y más corriente, "el sexo parece jugar un papel" en la severidad de las infecciones del SIDA", afirma el doctor Rand Stoneburner, de la secretaría de salud de la ciudad. La doctora Fischl, por su parte, piensa que las hormonas femeninas podrían afectar el curso de la enfermedad. Aún peor, ella y otros colegas sospechan que las infecciones provenientes del SIDA empeoran durante el embarazo, aunque no saben exactamente porqué.
Si bien se trata de un nuevo aspecto preocupante en el siempre sombrío tema del SIDA, aún es demasiado pronto para hacer especulaciones. Lo que sí se demuestra es que no hay situación mala que no sea susceptible de empeorar.