EPIDEMIA DE "LOCHA"

Un grupo de investigadores estudia la causa de los devastadores ataques de fatiga crónica.

3 de septiembre de 1990

El tema, que ha dado pie para una divertida comedia de televisión, no es motivo de risa para 350 especialistas que han iniciado un serio seguimiento a los cada vez más numerosos casos de "locha". Hace unas semanas, investigadores de todo el mundo se reunieron en Cambridge, Inglaterra, en el primer Simposio sobre el CFS (Chronic Fatigue Syndrome). Uno de los asistentes, el doctor Byron Hyde, la describió como "la mayor amenaza de salud en la economía, superada solamente por el sida" .

Según los científicos, los síntomas asociados con estos ataques severos defatiga son: dolores musculares, fiebre, dolor de cabeza y depresión. Si éstos persisten por varios meses, es un signo claro del CFS.
"Muchas personas son incapaces de trabajar y a menudo permanecen echados en una cama durante largos períódos de tiempo", señaló el especialista. Sin embargo, la gran mayoría de sus víctimas debe tolerar la indiferencia médica o el calificativo de hipocondríaco.

Un paciente de Los Angeles, Alan Tolkoff, cuenta que la enfermedad lo llevó a tal estado de debilidad, que su esposa tenía que alimentarlo por cucharadas. Ante la inexistencia de exámenes específicos que detecten el síndrome, los pacientes generalmente pasan años dando vueltas por los consultorios antes de encontrar un médico que realmente les pare bolas.
Hasta hace poco tiempo, este cuadro clínico era asociado con diferentes enfermedades, desde la neurastenia hasta la anemia. Hoy se sabe que la raíz del problema tiene que ver con una disfunción del sistema inmunológico, que posiblemente es activada por el estrés. Pero aunque hasta ahora los científicos empiezan a tomarlo en serio, el Síndrome de Fatiga Crónica no es algo nuevo. Los primeros registros médicos que se tienen datan de hace varias décadas. Un informe médico de 1948, señala que ese año afectó a 1.200 personas en Islandia. Registros más recientes, dan cuenta de una epidemia presentada en 1984, que afectó a cerca de 100 mil personas en los Estados Unidos, Canadá y Nueva Zelanda. Y según los investigadores, esos niveles de prevalencia parecen haberse mantenido desde entonces.

Inicialmente se pensó que el Síndrome de Fatiga Crónica era una enfermedad exclusiva de los jóvenes profesionales con un estilo de vida particularmente activo; de hecho, el mal alcanzó cierta notoriedad hace algunos años, como la "enfermedad de los yuppies". Pero los investigadores señalan que estas apreciaciones estaban equivocadas. Los nuevos registros incluyen pacientes de todas las edades y condiciones. Ahora los médicos no se limitan a escuchar las quejas, ya han aprendido a distinguir y tratar a los pacientes afectados por el CFS.-