"LA DEPRE"

Los especialistas buscan nuevas técnicas para tratar la depresión.

5 de noviembre de 1990

La "depresión" parece ser la palabra y el estado de moda. Sin embargo, a los ojos de los especialistas, la verdadera depresión es algo más serio de lo que muchos estiman. Es la causante del 60% de los suicidios. Ataca dos veces más a las mujeres que a los hombres. Una de cada diez personas padece alguna vez en la vida algún tipo de trastorno depresivo, pero, sólo una de cada cuatro personas que la sufren busca ayuda médica.

Algunos lo definen como un bajonazo del cuerpo y del espíritu tal, que la mínima actividad corriente demanda un esfuerzo desmesurado. Sus causas son múltiples. Los especialistas las dividen en dos grupos: reactivas y en dógenas. "Una depresión reactiva es aquella en la que existe una causa externa conocida, es decir una experiencia identificable que significa una pérdida afectiva para el individuo -la muerte de un ser querido, una violación, un secuestro, el abandono del cónyuge, la pérdida del empleo o una enfermedad física seria-, mientras que la endógena se refire a aquella que no tiene una causa externa conocida y obedece a cambios en el metabolismo del sisterna nervioso central -por causas genéticas, por ejemplo que predisponen a alternaciones bioquímicas-", señala el médico Hernando Rubiano-Groot, Jefe del Departamento de Siquiatria del Hospital Militar.

Aunque en los dos casos las manifestaciones clinicas son similares y existen muchos síntomas comunes, otros son más específicos. Por ejemplo, en la depresión endógena hay sintomas que tienen que ver con cambios fisiológicos en el organismo como altemación del sueño, insomnio matutino, sensación de fatiga y cansancio físico, aumento o disminución del apetito, pérdida de interés por la actividad sexual, irritabilidad y una sensación de malestar matutino que desaparece en el transcurso del día. Estos síntomas físicos van acompañados de ideas de desesperanza, invalidez, muerte o suicidio. Por su parte, la depresión reactiva se manifiesta físicamente en palpitaciones, sensación de opresión torácica, sudoración, dolor de cabeza y va acompañada de sentimientos de angustia, desasosiego, intranquilidad, tristeza, llanto frecuente y baja autoestima.. Aunque en el país no existen estudios muy completos al respecto, sí se ha podido comprobar por ejemplo, que la depresión endógena es más frecuente en la región antioqueña y del Viejo Caldas mientras en la zona de la costa es mucho menor.

Hay otro tipo de depresión,que aparece como consecuencia de ciertas enfermedades graves. Esta se conoce como sintomática y suele aumentar a medida que el mal físico avanza o la persona cree que avanza. Es el caso del cáncer, las afecciones cardiovasculares, el · sida, un buen número de las enfermedades neurológicas y aquellas que producen dolores crónicos intensos. Una intervención quirúrgica -como la histerectomía, especialmente en mujeres menores de 40 años e incluso una cirugía estética, pueden desencadenar una depresión.

La depresión puede ser también el primer signo de una enfermedad: es el caso del mal de Parkinson, ciertas afecciones endocrinas o el cáncer del páncreas. Por ejemplo, en este último caso -por razones que aún no se conocen una depresión moderada aparece varios meses antes de la primera manifestación orgánica del tumor. También existe una cuarta clase de depresión, llamada involutiva, que ataca a los ancianos y se relaciona con la senilidad
Pero sea cual fuere la causa, lo cierto es que la depresión es una enfermedad individual que, una vez instalada, evoluciona por su propia cuenta. Al decir de los especialistas, tan difícil como curar la depresión es convencer a un deprimido a buscar ayuda médica. Muchos pacientes normalmente llegan al consultorio del médico general preocupados por la sensación de fatiga, el insomnio, los dolores de cabeza o el desaliento. Entonces la receta infalible es unos días de descanso un somnífero y un tranquilizante. Pero nada de esto vale por sí solo en una depresión.

Se trata de un trastomo serio que se desarrollabajo al fantasma del suicidio. Y es contra esa amenaza contra la que deben luchan el paciente y el psiquiatra. Según explica el especialista, el tratamiento difiere en la depresión reactiva y en la endógena. Mientras la primera se trata con sicoterapia, "en la cual se busca darle a la persona un soporte emocional y aumentar su autoestima y puede ser necesario el uso de tranquilizantes. La endógena se trata básicamente con antidepresivos, aunque no se descarta la ayuda psicoterapéutica.

Pero también los antidepresivos son un arma de doble filo. Estos medicamentos, que en los últimos años han sido tomados como drogas milagrosas, requieren de una estricta supervisión médica. Además, los estudios demuestran que ninguno de ellos es eficaz para todos los pacientes. Según el enfermo se muestre angustiado o apático en extremo, el médico prescribirá un antidepresivo que sea o no tranquilizante. Pero los antidepresivos también pueden producir consecuencias colaterales e incluso, en algunos pacientes generar el efecto contrario. Hace poco, en los Estados Unidos se generó una fuerte controversia a raíz de un estudio que señalaba una relación entre un conocido antidepresivo y el suicidio. Aunque no existe una evidencia científica que compruebe tal acusación, lo cierto es que la comunidad médica ha dado la voz de alerta acerca de la utilización indiscriminada de tales medicamentos. La FDA comprobo por ejemplo, que muchas personas los utilizan para rebajar de peso o dejar de fumar, sin que exista ninguna evidencia de que son efectivos para tales fines.
"En materia de antidepresivos no puede generalizarse, señala el doctor Rubiano-Groot. La respuesta es individual y cada persona reacciona deforma diferente así se trate de drogas que pertenecen a un mismo grupo químico".

Pero lo cierto es que, los antidepresivos pueden ayudar a aliviar los síntomas temporalmente pero no curan la depresión. El doctor Rubiano-Groot explica que mientras la depresión reactiva puede curarse por medio de la psicote rapia soportiva, no sucede lo mismo con la endógena. En el primer caso, por tratarse de la consecuencia a una experiencia traumática, puede tratarse de una crisis aislada. Por el contrario, la depresión endógena, por ser de origen interno, es una enfermedad que se presenta en forma cíclica. "Lo que se busca con la droga es controlar las crisis depresivas y ampliar los períodos libres de síntomas. Es similar a lo que sucede con las personas hipertensas, los medicamentos no curan la enfermedad pero son efectivos para controlarla". Lo mejor explicación para la acción de los antidepresivos es la que da un especialista francés quien señala: "Su acción puede compararse con el fuego de la chimenea: calienta el ambiente pero no elimina el frío de afuera".

Y hablando de clima, también el frío y la lluvia pueden dar origen a una depresión. Es el caso de la depresión estacionaria, que padecen los habitantes de los países con estaciones, cuando llega el invierno. Entre las novedosas formas de tratamiento para la depresión, se están ensayando la fototerapia, una cura de iluminación, que ha resultado eficaz en esto casos. Por medio de cámaras de luz, e paciente es sometido a sesiones que prolongan las horas el día. Al parecer, se trata de un efecto puramente sicológico.

En las nueva técnica de tratamiento se encuentra la terapia comportamental. Se espera que afinales de este año, la Organización Mundial de la Salud publique los resultados de una encuesta que demuestre su eficacia en varios problemas siquiátricos, como la depresión. La hipótesis central es que lo que no funciona en la persona deprimida es su forma de tratar la información. El especialista se concentra entonces en combatir las distorsiones del pensamiento depresivo, la interpretación sistemáticamente pesimista, negativa, del menor de los hechos de la vida cotidiana. La terapia ayuda al paciente a desarrollar una nueva forma de pensar y analizar las situaciones. Hasta el momento se ha encontrado que resulta eficaz en los casos de depresiones leves o como complemento, cuando una depresión más severa ha sido atenuada por los medicamentos. Esta es totalmente opuesta al sicoanálisis. La gran diferencia con las sicoterapias tradicionales es, como dice el doctor Patrick Lageron, presidente de la Asociación Francesa de Terapia Comportamental, "no tratamos causas hipotéticas relacionadas con el pasado. Ayudamos a vivir mejor el presente. Somos los terapistas del "aquí y ahora".