LOS OGROS DE DISNEY

Recientes estudios afirman que "Bambi" y "Blancanieves" pueden tener efectos nocivos para el público infantil.

22 de agosto de 1988

El nuevo lanzamiento de "Bambi", la película de dibujos animados de Walt Disney, y el de otros clásicos como "Peter Pan" y "Blancanieves", en Estados Unidos y varios países europeos, ha provocado una verdadera tormenta entre sicólogos, pediatras y padres de familia, preocupados ante el efecto perturbador que algunas escenas pueden provocar en los niños más pequeños. Lo que Ariel Dorfman y Umberto Eco habían señalado varios años atrás, en libros que provocaron sonrisas entre los mismos que ahora se preocupan, se ha convertido en un tema de debate que los periódicos, las revistas y algunas cadenas de televisión han reproducido ante la incredulidad de muchos .
"Bambi", realizada en 1942 por los estudios Disney e inmortalizada como uno de los símbolos de la ternura y la imaginación, tiene algunas escenas que los niños miran con horror y que más tarde inciden en sus sueños y comportamiento: cuando Bambi descubre que la madre fue cazada y muerta por un depredador en el bosque, cuando el bosque estalla en llamas y todos los animales tienen que salir en estampida ,cuando el mismo Bambi es herido por un disparo y cuando el cervatillo derrama lágrimas al sentirse sólo junto a sus camaradas Flower y Thumper, el conejo y la mofeta.
Esa carga de escenas dolorosas produce ansiedad en los pequeños espectadores, especialmente entre los 4 y los 7 años de edad y, como afirmó un abogado de Baltimore, "las escenas logran asustar a los niños que se hallan en edades en que no son capaces de distinguir entre los sentimientos de los animales, así sean dibujos animados, y los seres humanos. Las lágrimas son iguales, el dolor el mismo, la soledad es deprimente y para ellos, a pesar de toda la carga de imaginación que son capaces de desarrollar, el que un cervatillo llore y sufra es deprimente, como si estuvieran observando a otro niño en las mismas circunstancias".
Una mamá de Washington, consultada por USA Today, dijo que "tenía alrededor de 8 años cuando vi por primera vez "Bambi" y todavía tengo aquí, en la memoria y el corazón, las asustadoras imágenes del fuego en el bosque, cómo los animalitos salían despavoridos, cómo sufrían, cómo sufríamos todos nosotros, los niños que estábamos ahí sentados en la sala sin poder ayudarlos, impotentes pero sufriendo tanto como ellos. Es una película adorable, lo sé. Pero no quiero que mis hijos sufran como yo, no quiero que sean testigos de escenas tan conmovedoras como esas".
Sin embargo, un sicólogo infantil de Boston afirma que todo lo malo y desagradable que puede haber en una película como "Bambi", le ocurre a los animales y los niños lo saben y no se asustan. Pero por otro lado, previene ante la carga de miedo que hay en otros dibujos animados como "Blancanieves", con la imagen de la bruja desdentada y llena de arrugas y uñas largas: "Esa figura amenazante, con esa voz chillona, envenenando la manzana, es pésima para la tranquilidad emocional de los chicos. No deben ser sometidos a esa presión porque después sus sueños estarán agitados por una historia que, aunque lleva muchos años, todavía incide en la sicología de los pequeños, en su comportamiento diario. Hay que evitarles esos posibles traumas".
Los que han intervenido en la polémica, y respecto a "Bambi", coinciden en que la escena que más conmueve a los pequeños es la muerte de la madre del cervatillo y hasta opinan que debería ser suprimida, o al menos, aliviada.
El debate adquiere más notoriedad porque se trata de una película Disney, es decir, elaborada por quien se distinguió siempre por producir un cine dirigido a los niños y la familia en general. Como es de Disney, entonces los padres envían sus hijos a ojo cerrado, sin preocuparse por los efectos que pueda ejercer sobre los niños. Un padre de familia afirmaba que la película, aunque asusta e impresiona, tiene un resultado práctico e inmediato: enseña a los niños a encarar la muerte como un fenómeno cotidiano, como algo natural y los padres tienen la ocasión de explicarles lo que significa el fenómeno de la muerte en una familia, aunque se trate de animales.
Otro sicólogo sostenía que antes de entrar al cine, los padres deberían informar a los pequeños que todo cuanto van a mirar es falso, simple imaginación, que nada tiene que ver con la realidad. Pero ese proceso sicológico arruina la emoción y la sorpresa de la película misma. En lo que todos están de acuerdo es que estas películas de dibujos animados, que contienen alguna carga demasiado emocional para los niños, no deben ser mostradas a menores de cinco años porque el daño sería peor. Es que, para seguir con el ejemplo de "Bambi", "la muerte de una madre es lo más trágico y cruel que un chiquillo podría enfrentar" y si no van preparados a la película, entonces el impacto será irreversible.
Otro aspecto dañino que la película contiene, es la imagen distorsionada que ofrece del ser humano, ya que el cazador es mostrado como alguien condenable y responsable único de todo el dolor en el bosque. Eso, dicen otros sicólogos, produce otro choque en los espectadores infantiles.
La película salió en cerca de 2 mil salas en Estados Unidos (Disney la estrena periódicamente, buscando nuevos espectadores entre los niños que van naciendo y creciendo), mientras la polémica la convierte en tema de todos los días, al lado de las más taquilleras como "Cocodrilo Dundee II" y "Rambo III".