MUJERES DE INFARTO

Las enfermedades del corazón son una de las principales causas de mortalidad femenina.

10 de abril de 1989

En asuntos del corazón no hay tal igualdad de sexos. Recientes investigaciones señalan asombrosas diferencias entre hombres y mujeres en relación con las enfermedades cardiacas. Los científicos han establecido que las mujeres manifiestan los sintomas y responden al tratamiento en forma diferente. Y se ha descubierto que si bien el infarto ataca a las mujeres a mayor edad que a los hombres, cuando ellas lo sufren tienen el doble de probabilidades de morir.

La preocupación por la incidencia de las enfermedades del corazón en la mujer es algo reciente. Consideradas tradicionalmente como un problema "masculino", lo cierto es que, cada día más, las afecciones cardiovasculares se convierten en una de las principales causas de mortalidad femenina. En 1985, en los Estados Unidos mientras 40 mil mujeres murieron de cáncer del seno, 373 mil murieron por infarto. Esto ha llevado a los especialistas a hacer un llamado de alerta para que la mujer se preocupe tam bien por los riesgos de infarto.

Pero no sólo las mujeres se habían desentendido de este problema, limitándose a vigilar los hábitos alimentarios de sus maridos y a darles cantaleta sobre la necesidad de hacer un ejercicio. También los investigadores habían centrado sus estudios en ese hombre. Hasta hace relativamente poco tiempo, la mayor parte de las investigaciones sobre enfermedades cardiacas se basaban en el seguimien(o a grupos de hombres de mediana edad. Esto, desde luego, ha contribuido a que la mujer desconozca sus propios riesgos de padecer enfermedades coronarias o de morir por su causa.

En esta observación del corazón en términos de sexo los investigadores han encontrado significativas diferencias. Una de las más obvias, pero no por eso menos importante, es que las mujeres poseen un factor natural que las protege de las enfermedades del corazón hasta el momento de entrar en la menopausia: el estrógeno. En consecuencia se creia que el descenso en los nivele; de esta hormona después de la menopausia era la causa del aumento del infarto en las mujeres mayores de 50 años. Aunque esta conclusión parece tener sentido, las nuevas investigaciones revelan que el asunto no es tan sencillo y, de hecho, las píldoras anticonceptivas y las terapias de suplemento de estrógenos se han convertido en el punto más controvertido de la investigación porque si bien el estrógeno protege contra el infarto, también existe la duda de que pueda originar el cancer del seno. Por otra parte, alguna investigadores sostienen que debe haber algo más que estrógeno en este factor de protección. Mientras se aclara este punto, los especialistas, muy cautos, recomiendan que cada mujer consulte con su médico para que, de acuerdo con su historia clínica, determine sus propios riesgos.

Otra importante revelación de los nuevos estudios tiene que ver con una condición especial que los investigadores han encontrado en la mujer, que determina que sus vasos sanguineos sean más resistentes al daño y tengan mayor capacidad de repararlo, lo cual contribuye a prevenir la sedimentación de grasa en las paredes de las arterias, ofreciéndole una protección adicional frente a los hombres, ante la posibilidad de enfermedades coronarias.

Y curiosamente, el infarto parece no ser el enemigo número uno de las mujeres ejecutivas. Según las estadisticas gringas, desde el ingreso de la mujer al mercado de trabajo profesional, la tasa de mortalidad femenina por enfermedades del corazón ha descendido en un 40%. Aunque las razones no están aún muy claras, los expertos señalan que a ello contribuyen en gran medida dos factores: el incremento de las medidas preventivas y el efecto positivo de un trabajo apreciado y bien remunerado. Por el contrario, en las mujeres empleadas, con jefes déspotas e insensibles, mal pagas, sobrecargadas de trabajo y responsabilidades en el hogar, han encontrado que el riesgo de infarto aumenta.

Los investigadores consideran que el estrés crónico incide en la posibilidad de desarrollar enfermedades coronarias. Señalan que la sensación de no tener control sobre las situaciones y las escasas posibilidades de modificar el entorno, crean un tipo de tensiones -que ellos denominan "estrés de subordinación social" que puede ser considerado como un factor de riesgo en el infarto. Esta conclusión ha sido confirmada por otro estudio reciente, realizado en la Universidad de Pittsburg, que demuestra que mientras más alto sea el nivel educativo de la mujer, menos propensa está a desarrollar este tipo de enfermedades. Señalan los investigadores que, además de sentirse apreciada y bien remunerada, toma más en cuenta los factores de riesgo y es más consciente de la necesidad de mantener un buen estado físico.

A la hora del diagnóstico, también se ha comprobado que hombres y mujeres responden en forma diferente a las pruebas. Por ejemplo, el test de ejercicio no es tan acertado en las mujeres como en los hombres. Ellas pueden presentar falsos resultados positivos que sugieren enfermedades del corazón cuando en realidad no existen. Por ello, algunos expertos recomiendan utilizar otro tipo de pruebas en las mujeres. Pero ahi no terminan las diferencias. Durante la tradicional operación de "bypass", las mujeres presentan un riesgo más alto de morir que los hombres. La razón no es muy clara, pero los investigadores sugieren que quizás esto se deba a que tienden a tener el corazón y los vasos sanguíneos más pequeños, lo cual hace la operación técnicamente más difícil. Pero también hay buenas noticias: la tasa de sobrevivencia después de la cirugía, es mayor en las mujeres.

Aunque existen todavía muchos interrogantes sobre las enfermedades del corazón y la mujer, sin duda lo más importante de estas investigaciones es que se ha demostrado que es necesario adelantar estudios especificos con mujeres porque, en asuntos del corazón, no se puede generalizar. -

FACTORES DE RIESGO
Algunas características personales o de comportamiento pueden aumentar los riesgos de infarto en las mujeres. Los investigadores las han identificado y, lo más importante: algunas son susceptibles de cambio.

.Edad: A mayor edad, mayores probabilidades: de sufrir del corazón.
.Raza: Entre los 35 y los 70 años, las mujeres de raza negra tienen mayores probabilidades de sufrir de infarto que las blancas. Después de los 70, éstas toman la delantera.
.Historía familiar: Si existen casos de enfermedades coronarias en la familia, el riesgo de desarrollarlas es alto.
.Fumar: Las mujeres que fuman tienen entre dos y seis veces más posibilidades de sufrir un infarto que las no fumadoras. Si, además, la mujer toma pastillas anticonceptivas, el riesgo de infarto aumenta en 40 veces, y en 20 veces el de un paro cardiaco.
.Presión alta: Casi la mitad de las mujeres mayores dé 55 años tienen presión alta. La hipertensión aumenta el riesgo de enfermedades del corazón y paros cardiacos. El consumo de la pildora o un embarazo pueden agravar la condición.
·Colesterol: Los niveles altos de colesterol duplican el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón.
Recientes investigaciones demuestran que un infarto puede sobrevenir especialmente si el nivel de lipoproteínas de alta densidad es bajo. Las mujeres de más de 45 años en general tienen más alto el total de niveles de colesterol que los hombres, pero tienden a tener más colesterol "del bueno" -lipoproteínas de alta densidad, que son las que ayudan a eliminar de la sangre las lipoproteínas de baja densidad (colesterol "malo"). El estrógeno problamente protege contra las enfermedades del corazón, porque aumenta el nivel de las lipoproteínas de alta densidad y disminuye las de baja densidad.

Paradójicamente, los triglicéridos (ácidos grasos en la sangre) no son bien tolerados por las mujeres. Y mientras más alto sea el nivel de triglicéridos, mayor será el riesgo de sufrir un infarto.
.Exceso de peso: La obesidad (más del 20% de exceso sobre el peso normal) coloca a las mujeres en alto riesgo de enfermedades del corazón y de paro cardiaco. Por otra parte, los patrones de distribucion de la grasa también tienen relación con el riesgo y, en este sentido, la acumulación en la cintura -conocida comúnmente como "llanta" es la más asociada con este riesgo. Este tipo de gordura se presenta más en el hombre que en la mujer; ella tiende a acumular grasa en los muslos y en la cadera, lo cual es menos peligroso.

.Diabetes: Las mujeres que padecen diabetes pierden protección y enfrentan dos veces más riesgos de enfermedades coronarias.

.Anticonceptivos orales: Las usuarias de pastillas anticonceptivas corren un mayor riesgo de sufrir enfermedades del corazón que quienes no las toman. Aunque con la disminución de las dosis de hormonas en las nuevas píldoras, disminuyen los riesgos, aquellas mujeres que tienen historia familiar de afecciones cardiacas deben estudiar otras formas de anticoncepción.

.Estrés: Aunque se cree que existe una relación entre las enfermedades cardiacas y el estrés, la conexión aún no es muy clara desde el punto de vista científico. Sin embargo, se ha establecido que hombres y mujeres con una personalidad agresiva, nerviosa e irritable tienen un alto riesgo de sufrir un infarto. -