Por todo lo alto

La hormona de crecimiento, producida en laboratorio, hace crecer las esperanzas de los bajitos.

12 de febrero de 1990

Ser más alto es una de las ambiciones más comunes en el mundo actual. Ese sueño que parecía imposible, se ha convertido en una posibilidad gracias a la ingenieria genética. La hormona humana de crecimiento, producida en laboratorio, ha hecho crecer las esperanzas de millones de bajitos que ven en unos centímetros la diferencia entre el éxito y el anonimato.
En el pasado, este químico, natural en el organismo, que ayuda a promover el crecimiento, tenía que ser extraído de las glándulas pituitarias de cadáveres humanos y su utilización estaba restringida para pacientes con serias deficiencias hormonales. Hoy quienes tienen niveles normales de la hormona pero una historia familiar de baja estatura, podrían someterse al tratamiento con la HGH (Human Growth Hormone).
Pero una cosa piensan los médicos y otra los pacientes. En la mayoría de los casos, la persona que tiene complejo por su baja estatura no es considerada, desde el punto de vista médico, como un caso de crecimienta anormal. Es por eso que mientras los expertos piensan que la terapia con esta hormona sólo se justifica en casos extremos de baja estatura, muchos padres, enterados de la investigación, presionan a los médicos a tratar con la hormona a niños que no son anormalmente bajos. Y luego del anuncio, los investigadores han tenido que enfrentarse al interrogante de quiénes podrían someterse a una terapia de HGH y quiénes no.
Desde el punto de vista médico, los criterios aún no son suficientemente claros. El doctor Joseph Gertner, director del Centro de Investigaciones Pediátricas de Nueva York, señala: "La gente piensa que así como tiene un control sobre ciertos aspectos de su apariencia, a través de la cirugía estética o la ortodoncia, podría también modificar su estatura con esta terapia, pero esto no es tan sencillo como se ha querido ver". El especialista, que ha rechazado miles de solicitudes de padres que desean que sus hiJos sean sometidos a un tratamiento con la hormona de crecimiento, ve un peligro potencial en el hecho de que algunos médicos puedan ser más receptivos a las demandas de los padres.
Otro investigador, el doctor Douglas Frasier, presidente de la Sociedad Americana de Endocrinología Pediátrica, señala: "Existe un gran culto a la estatura en nuestra sociedad. Y se ha generalizado el sentimiento de que si usted no es lo suficientemente alto, alguien puede ayudarle a serlo". Según los investigadores, mientras desde el punto de vista médico los problemas de baja estatura no son muy comunes, las presiones sociales han llevado a que una gran mayoría de personas se sientan acomplejadas e intenten a toda costa buscar una estatura más alta. Detrás de esta frustración se encuentran numerosos estudios que señalan que la gente alcanza más éxito y obtiene una mayor aceptación social si su estatura supera el promedio. El doctor Gertner señala que según el autor de uno de esos libros de "cómo obtener el éxito", quien acudió en busca de una terapia para su hijo "10 centímetros más de estatura hacen mucha más diferencia en términos de éxito en una carrera de negocios, que cualquier título profesional".
Pero la terapia con la hormona humana del crecimiento no es un camino fácil para sobresalir en los deportes o en la vida profesional. El tratamiento demanda de seis a ocho años, a menudo requiere inyecciones diarias y puede costar cerca de 20 mil dólares anuales.
USOS Y ABUSOS
Los adultos también producen la hormona de crecimiento. En las personas que ya han terminado su etapa de crecimiento, esta ayuda a madurar el cuerpo, manteniendo el tono de los músculos y quemando grasa. Según un estudio publicado la semana pasada en el New England Journal of Medicine, las inyecciones de HGH pueden, en algunos casos, ayudar a los adultos que tienen una deficiencia de la hormona a perder grasa y ganar músculos .
Ahora la preocupación de los médicos es que las inyecciones de HGH han empezado a aparecer en el mercado negro de los Estados Unidos. Incluso algunos atletas han recurrido a ellas en un temerario esfuerzo por aumentar sus condiciones físicas. A diferencia del uso de esteroides, el de HGH no es detectado por los exámenes rutinarios de control de drogas.
Los investigadores advierten que los resultados obtenidos hasta ahora no justifican el uso indiscriminado de la hormona, y que esta puede ser peligrosa. Señalan que altas dosis de HGH podrían producir efectos secundarios, como problemas en las articulaciones, diabetes, artritis y enfermedades del corazón.
Mientras la HGH es una gran ayuda para el tratamiento de casos de niños que presentan serias deficiencias de la hormona sus beneficios en infantes sin deficiencia de hormona pero de baja estatura no están todavía bien documentados. Un programa de ocho años, dirigido por el doctor Melvin Grumbach, de la Universidad de California, sugiere que mientras una tercera parte de los niños tratados creció más rápido durante la adolescencia de lo que podría haberlo hecho sin la hormona, al final del tratamiento, aumentaron solamente 4 centímetros a la estatura que genéticamente hubieran tenido. Muy poco.
Sin embargo, para muchas personas esos centímetros de más valen el esfuerzo. El sueño de muchos adolescentes con problemas de crecimiento no es llegar a ser como "El Palomo" Usurriaga, su límite es considerablemente más modesto: sólo quieren ser lo suficientemente altos como para que cuando se sienten sus pies toquen el piso.