medicina

Quirófano cibernético

La semana pasada se inauguró la primera sala de cirugía inteligente del país. Brindará más comodidad a los médicos y mayor seguridad a los pacientes.

13 de junio de 2004

El lunes pasado a las 9 de la mañana Ricardo Nassar entró a la sala de cirugía de la Fundación Santa Fe para operar por la técnica de laparosa a una mujer que sufría de reflujo gastroesofágico por laparoscopia. Aunque esta situación es muy familiar para él, esta vez el procedimiento fue diferente. Ese día se estrenaba una sala de cirugía con tecnología de avanzada. La diferencia fue notoria. "Fue como pasar de una avioneta Cessna a un Lear jet", dice el cirujano.

Le dicen la sala inteligente y se ganó ese apodo porque está organizada de tal manera que todos los aparatos necesarios en las intervenciones por laparoscopia, como en este caso, están suspendidos del techo. Esto favorece la labor del cirujano pues no hay cables por el piso ni aparatos que empujar, lo cual facilita el paso del personal en la sala. La mesa de cirugía puede estar conectada al sistema y responde al mando de voz para que se ajuste a la posición que el médico necesite.

Esta sala será el escenario donde se practicarán todas las cirugías de esta entidad con esta técnica mínimamente invasora. Esta emplea una cámara y un instrumental muy angosto que cumple su misión a través de unas pinzas. El médico se deja guiar por la cámara para llegar al lugar del organismo donde debe trabajar y con las pinzas realiza el procedimiento necesario, que puede ser cortar o pegar. Se emplea en muchos tipos de operaciones, como extraer la vesícula, reparar una hernia hiatal, extraer el bazo, quitar tumores en el colon, entre otros. Se le dice mínimamente invasora porque sólo requiere de pequeñas incisiones en lugar de una gran herida, como ocurre con las cirugías abiertas.

La principal característica de la sala inteligente es que está sistematizada. Dos computadores controlan todo tipo de funciones. Desde temas tan simples como la intensidad de luz en la sala o la comunicación del médico con el exterior y grabar imágenes en video, hasta qué cantidad de un determinado gas se le debe suministrar a un paciente.

También cuenta con pantallas planas digitales de alta resolución que responden al tacto para facilitar su manejo y que le dejan ver mejor al cirujano los tejidos sobre los cuales está trabajando. La cámara que la acompaña tiene además un zoom que permite ampliar una determinada zona y que hace innecesario el uso de lupas, como se acostumbra en una sala convencional. "Este sistema organizado se traduce en una cirugía más limpia que provee más bienestar para el paciente, sobre todo en su recuperación posoperatoria", dice Nassar, jefe de cirugía mínimamente invasora de la fundación.

Todos los datos necesarios alimentan la base de datos del computador antes de la cirugía, tal y como lo hace un piloto cuando programa su vuelo en un avión. Por ejemplo, para la laparoscopia es necesario suministrar dióxido de carbono, un gas con el que se infla la cavidad abdominal y se crea un espacio ideal para realizar el procedimiento. Antes, alguno de los asistentes del cirujano debía dejar de hacer su actividad para subir la presión o bajarla. Ahora el propio médico puede controlarlo con sólo presionar en la pantalla que tiene a su alcance.

En el futuro desde esta sala será posible comunicarse con el exterior cuando haya la posibilidad de una conexión satelital. "Podría llamar a quien fuera mi profesor en Escocia para hacerle una pregunta concreta sobre la cirugía o para mostrarle la intervención", dice Nassar. Estos sistemas permitirán las teleconferencias para que estudiantes de una facultad de medicina en Colombia o en el exterior puedan presenciar la operación.

Pero la meta final es integrar en esta sala un robot que haga cirugías comandadas por un médico que se encuentre en otro lugar. Para llegar allá se necesita llegar al nivel seis. Por lo pronto la sala de cirugía de la fundación se encuentra en el nivel cuatro, lo que la convierte en la más sofisticada del país. Con esto el principal beneficiado será el paciente, pues se reduce el tiempo de cirugía, se aumenta la seguridad y disminuyen las molestias posteriores a la operación.