RASQUIÑA Y ESTORNUDOS

Cerca del 30% de la población mundial sufre de algún tipo de alergia.

4 de marzo de 1985

Generalmente se presentan como una molestia más, en principio tolerable. Con relativa frecuencia, no se sabe por qué surgen ronchas en todo el cuerpo, nos dan ataques de asma o presentamos síntomas de narices tapadas o manchas en la piel. Aparecen y desaparecen sin que se sepa a ciencia cierta por qué. Sin duda alguna, son alergias. Y lo más grave es que cada día surgen nuevas víctimas de esas molestias que aunque prevenibles, son incurables.
Cerca del 30% de la población mundial, calculada en algo más de 4.500 millones de personas, sufre de alguna clase de alergia. Es decir que, en este momento en miles de lugares del planetas, 1.350 millones de personas están sufriendo de rinitis, urticaria, jaqueca, cefalea, asma o dermopatía. No más de imaginárselo dan ganas de rascarse... o de estornudar. La crecida cifra de personas que experimentan este tipo de dolencias convierte a la alergia en una de las afecciones con mayor incidencia en la población mundial, lo cual ocasiona incalculables pérdidas económicas en términos de productividad por el ausentismo laboral que indirectamente representan.
Pero no sólo lo que la mayoría de la gente piensa: aglomeraciones en las grandes ciudades, contaminación ambiental, mayor utilización de productos con componentes químicos, consumo de alimentos cada vez menos naturales, convivencia con animales domésticos en espacios reducidos... son las causas de la expansión incontrolable de las alergias. Destacados alergistas colombianos han encontrado en una investigación realizada con 7.963 pacientes en diferentes regiones del país, que los alimentos naturales son causantes de 8 tipos de alergia. Una encuesta alimentaria realizada durante los últimos 10 años en el ISS, Caja Nacional de Previsión, Hospital Militar Central y consultorios privados, ha permitido concluir que entre el tipo de alimentos de consumo habitual y las alergias producidas por los mismos, existe una alta incidencia y una marcada relación, y que el 4.7% de los pacientes estudiados presenta síntomas de alergia alimentaria.
El estudio, realizado por los doctores Mario Sánchez Medina y Jaime Cortázar, en los Llanos Orientales, Alto Magdalena, Costa Atlántica, Sabana de Bogotá, Bogotá, Antioquia y Valle del Cauca, establece que alimentos como el trigo, arroz, maíz, fríjoles, lentejas, garbanzos, habas, arvejas, leche, huevos, curuba, papaya, piña, mango, mora, lechuga, remolacha, cebolla, zanahoria, arracacha, papa y carnes de res, cerdo y pescado, entre otros, son causantes de diversos tipos de alergias. Sin embargo, puntea en la lista el huevo, no sólo como el que con mayor frecuencia causa alergias, sino también como el responsable de todo tipo de ellas, desde la dermopatía y el asma, hasta la jaqueca y la urticaria. Los 8 síndromes predominantes son en su orden, los siguientes: dermopatía alérgica, asma, angiodema, urticaria, rinitis, alergia ocular, alergia genitourinaria, jaqueca y cefalea.
Aunque el estudio es muy interesante y sirve como voz de alerta frente al consumo de ciertos alimentos, también es cierto que el grado de sensibilidad alimentaria relacionada con la incidencia de la ingestión de cada alimento, muestra una variabilidad lo suficientemente grande como para no poder establecer aun un grupo de alimentos como los mayormente responsables de la alergia alimentaria en el país.

¿ALERGIA AL TRABAJO?
Pero no sólo comer ciertos alimentos puede producir alergias. Trabajar, ¡ojo!, trabajar puede causar ese tipo de dolencia. Sin embargo, no cualquier tipo de trabajo, aunque hay personas alérgicas a todos ellos, sino algunos de carácter industrial e inclusive de afición o entretenimiento que utilizan ciertas sustancias sensibilizantes o irritantes. Debido a la ubicuidad de algunos de esos elementos, y además al empleo cada vez mayor de productos químicos, las alergias por dermatitis han alcanzado gran importancia y complejidad, dado el tipo de problemas que ocasionan.
Las dermatosis profesionales superan en alto grado cualquier otra enfermedad profesional y las de peor pronóstico son aquellas causadas por el manejo de sales de cromo y níquel. Las cifras son alarmantes y aunque en Colombia se carece de ellas, en los Estados Unidos, donde las estadísticas son muy bien controladas, se calcula que entre el 60 y el 65% de las enfermedades profesionales son dermatosis y se presentan en el 1% de los operarios, razón por la cual las pérdidas de horas de trabajo en cada caso alcanzan o fluctúan entre dos y diez semanas al año. Actualmente se estima que en los Estados Unidos el valor monetario de las horas no trabajadas por este tipo de alergia alcanza los 100 millones de dólares. En Alemania, las dermatosis ocupan el segundo lugar en la lista de enfermedades laborales.
Entre las amas de casa, la principal alergia no es precisamente al marido, sino a algunos de los artículos que diariamente tienen que utilizar para adelantar las labores domesticas, puesto que algunos de sus componentes -alcalis, disolventes aromáticos, perfumes, químicos...- son altamente irritantes. Las manos rojas e irritadas, las manos despellejadas, son muy comunes entre aquellas mujeres que se dedican al hogar. ¿Por qué no utilizar guantes? Una pregunta obvia que tiene una respuesta irónica: porque en muchos casos esos guantes supuestamente de protección son también causantes de alergias.
Intentar ser bella, puede resultarle riesgoso a una mujer. Los alergistas han observado frecuentes dermatitis por el uso de ciertos cosméticos y productos de belleza. Dos de los productos que con más frecuencia presentan problemas, son los desodorantes y los perfumes, especialmente aquellos que contienen aromas sintéticos que también se utilizan en algunas clases de polvos y jabones. Los esmaltes, las tinturas, las lacas, pestañinas y otros productos con los que las mujeres buscan ser más seductoras, pueden ser peligrosos para aquellas que presenten disposición alérgica. Y ni qué decir de los jabones. La higiene puede resultar costosa: los solventes, antisépticos, colorantes, perfumes y grasas incompletamente saponificadas que se emplean en su fabricación, en ocasiones producen reacciones alérgicas, especialmente dermatosis, que virtualmente "enloquecen" a quienes las padecen. Y como si no fuera suficiente, muchas prendas de vestir y objetos de adorno como collares, aretes y pulseras pueden causar dermatosis, a causa de los materiales empleados como lana, seda, nylon, caucho, cuero, aluminio, níquel, cromo, tinturas y anilinas, aceleradores o antioxidantes. Estas sustancias desencadenan con frecuencia el fenómeno alérgico.
Sin embargo, no todo está perdido. Aunque las alergias pueden aparecer en cualquier edad y no tienen preferencia por sexo alguno, no son contagiosas ni hereditarias, pero sí se pueden prevenir. Los doctores Eduardo De Zubiría y Jaime Eduardo Bernal, directivos de las Sociedades Colombiana y Latinoamericana de Alergia e Inmunología, declararon que no se puede hablar de curación de las enfermedades alérgicas, pero sí de tratamientos adecuados que impidan que se produzcan complicaciones que puedan agravar esos padecimientos.
En las últimas décadas son notables los progresos logrados no sólo en la determinación de las causas como en el terreno de la prevención y el tratamiento de las alergias que pronto pasarán a formar parte de las enfermedades ya controladas.
Recientemente, el médico inglés Sam Shuster anuncio al cuerpo médico colombiano el descubrimiento de una nueva sustancia que representa el último avance en el tratamiento de las alergias: la terfenadina.
La terfenadina no afecta el sistema nervioso central, no produce somnolencia como la mayoría de los antialérgicos, no produce problemas visuales, no afecta el sistema cardiovascular, ni produce retención de líquidos, narices tapadas o resecamiento de la garganta. Los antihistamínicos tradicionales afectan el sistema nervioso central, es décir, tienen su efecto sobre el cerebro, razón por la cual se produce un cierto descenso en la capacidad de concentración, razonamiento y reflejos de quienes los consumen. Investigadores y médicos consideran que la terfenadina constituye un avance inmenso en el control de las alergias, enfermedades que aunque se conocían desde la antiguedad apenas se comenzaron a estudiar iniciado el siglo XX, cuando recibieron su nombre y se comprendió que constituían una serie aparte de los otros males conocidos hasta entonces. "La terfenadina no tiene contraindicaciones o incompatibilidades y es segura y efectiva para el ser humano", concluyó Shuster, afirmando que es una sustancia que ha sido aceptada ya en Francia, Alemania, Inglaterra y Suiza desde 1981 y posteriormente en Canadá, Italia, Portugal, Holanda y Bélgica. Este año será distribuida en los Estados Unidos aunque en países como Argentina, Chile, México y Panamá se está utilizando, con excelentes resultados, en Colombia aún no está en el mercado. Pero pronto lo estará y... ¡adiós rasquiñas, ardor, picazones y dolores de cabeza!

"LA CUARTA PARTE DE LOS COLOMBIANOS PADECE ALERGIAS"
Para conocer algunos aspectos relativos a las alergias, SEMANA consultó al doctor Eduardo De Zubiría, vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana de Alergia e Inmunología.
1- Científicamente ¿cómo se puede definir la alergia?
Científicamente, la alergia la definió el médico vienés Von Pirquet a principios de este siglo, como "el cambio de reactividad de un individuo ante agentes del medio ambiente". Hasta ahora es la mejor definición que se ha podido dar de estas enfermedades. En estudios adelantados a través de la historia desde que se conocieron estas afecciones, se descubrió que la reacción que produce la alergia es una desviación de una respuesta fisiológica que el organismo inventó como defensa de agentes parasitarios, inicialmente. Con posterioridad, el organismo comenzó a "hacer reacción" frente a otros factores como sustancias, alimentos, medicamentos, etc., que son denominados alergenos o agentes alérgicos.
2- ¿Se puede saber desde el nacimiento de una persona si tiene tendencia a las alergias?
Existen dos factores por medio de los cuales se puede determinar esta tendencia:
Hereditario: Si los padres de un bebé son alérgicos, existe una predisposición genética a que el niño lo sea.
Método de laboratorio: En la sangre del cordón umbilical, los niños con tendencia marcada a ser alérgicos presentan niveles aumentados del Anticuerpo IgE (el anticuerpo de la alergia o inmunoglobulina E). En estos casos deben extremarse las precauciones para impedir que el niño adquiera la enfermedad.
3- ¿Cómo puede prevenirse la alergia?
En los bebés la leche materna es muy importante, pues les proporciona las defensas necesarias para combatir cualquier tipo de alergia. Debe ser administrada al menor hasta que él ya no la quiera.
De otra parte, es importante que mientras en el bebé se desarrollan los mecanismos inmunológicos, se le evite el contacto con alergenos o con las sustancias que pueden producirle alergias, como polvo, seda, humedad, entre un sinnúmero de elementos. Igual sucede con los alimentos, si se evita su consumo durante algún tiempo, éstos posteriormente no van a producir ningún tipo de reacción; entre los alimentos se encuentran principalmente el huevo, el trigo, las moras, la leche, la carne.
El tiempo recomendable para que el bebé desarrolle sus propios mecanismos inmunitarios es de aproximadamente un año.
4- ¿Porqué hay personas alérgicas y otras no?
Básicamente por factores hereditarios, es decir por una predisposición genética. Por la existencia de genes mutados en el organismo.
Sin embargo, factores de tipo ambiental y el permanente contacto con sustancias que producen reacciones alérgicas, influyen para que durante el transcurso de la vida la persona adquiera la enfermedad.
5- ¿Hay algún denominador común en las personas que sufren alergias?
En el organismo, además de los anticuerpos que lo defienden de las infecciones, existen otros llamados los IgE (Inmunoglobulina E o anticuerpos de la alergia), que están aumentados en algunas personas y son los responsables de la producción de los síntomas alérgicos.
La hiper-reactividad de los mastocitos o células que contienen la IgE, también es causa de los síntomas alérgicos, así la sustancia no se libere.
En síntesis, el factor común en los alérgicos es el aumento del anticuerpo IgE.
6- Se podría anticipar por algún tipo de análisis la predisposición de una persona a algún tipo de alergia?
Si. Midiendo sus niveles de IgE. Sólo que se prevé la afección, pero no se puede determinar qué tipo de alergia sufrirá la persona. (Respuestas 2 y 5).
7- Se tienen registros estadísticos en Colombia sobre el porcentaje de personas que sufren alergias y cuáles son las alergias más frecuentes?
Es muy complejo llevar estadísticas acerca del número de alérgicos en Colombia. Se requeriría de un organismo que centralizara esta iníormación y al cual los alergólogos reportaran permanentemente sus casos, además para este tipo de registros debería tomarse el universo completo, toda la población. Sin embargo, calculamos que la cuarta parte de colombianos padece alergias.
Por intercambio de información con las sociedades de alergia de diferentes países se calcula que el 30% de la población mundial padece estas enfermedades. Establecerlo exactamente en Colombia es difícil.
Las alergias que se presentan con mayor frecuencia en nuestro país son: rinitis, asma bronquial, urticaria y dermatosis de contacto.
8- ¿En el caso colombiano las dermatosis profesionales ocupan lugar significativo entre las enfermedades profesionales?
Sí. Especialmente significativo; el contacto permanente de los trabajadores con ciertas sustancias, hacen que el número de alergias profesionales sea bastante significativo. Por ejemplo, en la industria de la construcción, el contacto permanente de los trabajadores con el cemento presenta diferentes clases de dermatitis, por el cromo que este contiene. El asma bronquial alérgico que presentan todos nuestros mineros es de cuidado. Los cultivadores de flores están engrosando la lista de los alérgicos, pues ya sea por las flores en si o por los fumigantes que utilizan, presentan cada vez en aumento afecciones alérgicas.
Entonces, no solo son las dermatosis las que nos preocupan, son todas las alergias que aumentan las enfermedades profesionales.
Con una buena seguridad industrial, con mecanismos preventivos como uso de guantes y máscaras se evitarían en gran número estas afecciones, debería en estos casos incrementarse una buena formación no sólo hacia el patrono sino hacia el mismo empleado.
Los ejemplos que acabo de dar son sólo una mínima parte, frente a los casos de alergias profesionales que se presentan en nuestro país.