¡SAQUELA DOCTOR!

Innecesarias y problemáticas, las cordales tienen en jaque a odontologos y pacientes.

13 de marzo de 1989

Después del, amor, las cordales son la causa más frecuente de llanto en los adultos. Para la mayoría, la aparición de estas piezas tardías de la dentición, significa "ver estrellas". Y la razón de todo este drama parece estar en que las cordales son un rezago de la evolución humana. En las nuevas generaciones el tamaño de la mandíbula ha disminuido y ya no hay espacio para tantas muelas, sin embargo, siguen apareciendo...
Para la mayoría de personas las muelas cordales son innecesarias. Al fin y al cabo después de haber masticado sin ningún problema durante más o menos veinte años, las cordales parecen sobrar. Además los expertos aseguran que solamente en un mínimo porcentaje éstas nacen en el lugar que les corresponde y en la posición correcta. Los dentistas aún no se ponen de acuerdo sobre el dilema que representan: mientras algunos aseguran que las cordales deben ser extraídas antes de que nazcan para evitar problemas, otros afirman que la extracción se debe hacer únicamente cuando ya hayan salido y si están desviadas.
La razón por la que las muelas cordales nacen torcidas radica en el hecho de que el tamaño de la mandíbula ha ido disminuyendo a través de las generaciones. Muy poca gente tiene una mandíbula lo suficientemente grande como para que haya espacio para cuatro nuevas muelas. La mayoría nacen de lado, pero algunas quedan dentro del maxilar y otras a medio salir. Incluso aquellas que no terminan por salir pueden causar problemas, ya que se puede inflamar la encia que la rodea o hacer daño a las muelas adyacentes. La situación puede llegar a complicarse tanto, que se formen dolorosos abscesos.
El debate principal entre los odontólogos es definir cuándo es el mejor momento para remover las cordales.Hasta el momento, la mayoria de ellos cree que es conveniente extraerlas unicamente cuando causen problemas ya que el costo de la cirugía y las molestias que ésta puede causar no se justifican de otra manera. Afirman que aunque es altamente probable que causen problemas, es necesario esperar hasta que evolucionen y el dentista pueda determinar qué tan grave es la situación.
El no extraerlas puede tener graves consecuencias. Las más frecuentes son:
.Infecciones en el tejido de la encia que rodea la cordal. Esta condición, llamada pericoronitis, es muy común especialmente cuando la muela no ha terminado de salir, y se presenta acompañada de intenso dolor y llega a afectar el oído.
.Abscesos que se forman en la parte de los tejidos que cubren la corona del diente y que pueden llegar a ser de gran tamaño y muy dolorosos. Los expertos aseguran que si se toman radiografías periódicamente, los quistes se pueden detectar antes de que crezcan.
.Caries dentales que se forman porque la posición de las muelas dificulta la limpieza y cuidado. Las caries pueden presentarse incluso antes de que la muela salga.
.Daño a los dientes adyacentes cuando se presenta una infección o destrucción del hueso.
Si alguna de estas condiciones se presenta, las cordales deben ser removidas. Con una premedicación a base de antibióticos y antiflogísticos, unida a una técnica quirúrgica sin traumatismo, se logrará un postoperatorio sin dolor ni inflamación.
Hablando de cordales, parece ser cierto el adagio que dice: "Lo que no sirve, que no estorbe".