VIAJE AL FONDO DEL VIENTRE

Novedoso método para analizar las condiciones del feto, permite salvarlo aún antes de nacer

23 de mayo de 1988

Un sueño acariciado durante largo tiempo por los obstetras parece haberse hecho realidad. Por cuenta de un médico francés que inició una novedosa técnica en 1983, hoy es posible evaluar, tratar y hasta hacer transfusiones de sangre al feto en el interior del vientre materno. El procedimiento, que es relativamente sencillo, consiste en la inserción de una aguja en los pequeñísimos vasos sanguíneos del cordón umbilical.
El método "ha abierto realmente toda una nueva área de medicina fetal", comentó el doctor Stuar Weiner en una entrevista para el New York Times. El doctor Weiner ha sido uno de los pioneros del sistema en los Estados Unidos, y lo ha usado en múltiples casos.
El método tradicional para evaluar la salud de un feto era la amniocentesis, que según los expertos no es ni de lejos tan preciso como el nuevo. En la amniocentesis los médicos insertan una aguja en el líquido amniótico que rodea al feto y retiran una pequeña cantidad para su estudio. El líquido contiene algunas células fetales, que pueden indicar, por ejemplo, que tiene una enfermedad de tipo genético.
Pero, según lo declarado por el doctor Weiner, la amniocentesis es en esencia una prueba de orina. De hecho, el líquido amniótico se forma a medida que el feto va orinando dentro de su bolsa. Por eso, usar solamente la amniocentesis para detectar los problemas del feto "es como tratar un paciente en un hospital donde solamente se le puede hacer análisis de orina".
Otro método tradicional es el análisis de muestras del vello coriónico, tomadas de la bolsa fetal en las primeras semanas de embarazo. Sin embargo, los ejemplos de células fetales que se pueden obtener por ese método no muestran a los médicos los defectos no asociados con enfermedades genéticas específicas, como sería el sindrome de Down (mongolismo).
Pero con el nuevo procedimiento, al poder tomar muestras de sangre fetal, se puede hacer un conteo de glóbulos, examinar el funcionamienta del hígado, estudiar los gases de la sangre y el nivel ácido-base.
El doctor Ronald Wapner del Colegio Médico Jefferson de Filadelfia (Estados Unidos) dijo que había tratado fetos cuyos glóbulos rojos estaban siendo destruídos por los anticuerpos de sus madres, que es una condición que se produce con frecuencia cuando su respectivo factor RH difiere. Los fetos en esas condiciones sufren de anemia severa y aunque algunos son capaces de sobrevivir hasta el nacimiento y son finalmente tratados con transfusiones, otros no tienen tanta suerte y mueren en el interior del vientre.
Esas muertes pueden hoy en día evitarse. El doctor Wapner comienza a administrar transfusiones desde las 18 semanas de embarazo, y continúa haciéndolo cada dos semanas hasta que el bebé nace. Para él, los resultados "son absolutamente increíbles".
Otro médico que aplica la técnica, el doctor Fredrick Frigoletto, del Hospital Brigham & Women de Boston afirma que el 80% de los fetos que ha tratado con el método logran sobrevivir, en condiciones tales que, sin tratamiento, no hubieran tenido ninguna oportunidad.
Un caso que ha llamado la atención de los especialistas ocurrió hace poco en el Hospital de Pennsilvania. Una mujer llegó con siete meses de embarazo. Una ecografía reveló que el feto tenía una gran acumulación de líquidos en su abdomen, pulmones y piel. Sin tratamiento, el feto tenía grandes posibilidades de morir antes de nacer, o, en el mejor de los casos, de nacer con graves dificultades para respirar.
Un examen más detallado reveló que el feto sufría una falla congestiva del corazón ocasionada por la irregularidad del ritmo cardíaco. Los adultos que sufren esta condición pueden ser tratados con la droga "Digitalis", pero es difícil administrarla a un feto pues casi nunca atraviesa la placenta. La única posibilidad era la nueva técnica. El doctor Weiner inyectó la "Digitalis" a través del cordón umbilical. "Vimos una respuesta inmediata en el ritmo cardíaco; y en pocos días había desaparecido el exceso de fluídos".
La técnica comenzó a utilizarse en Francia en 1983, cuando el doctor Fernand Daffos decidió tratar de obtener una muestra de sangre fetal para diagnosticar un caso de toxoplasmosis. El hito histórico tuvo lugar en el Hospital de Notre Dame de Bon Secours. Al poco tiempo, había desarrollado su técnica y a los dos años se había difundido internacionalmente. En Colombia solamente desde hace poco tiempo se está utilizando, y los procedimientos pioneros tuvieron lugar en la Clínica de la Policía en Bogotá.
Como todo en medicina, la técnica no está exenta de complicaciones. La más frecuente es la hemorragia a través del cordón umbilical, que ocurre en un 15 a 20% de los casos, pero generalmente se detiene por sí misma.
El riesgo más preocupante es el de las infecciones y aún así, el tratamiento con antibióticos lo minimiza. Y, de todas maneras, las ventajas de poder conocer la salud del niño aún antes de que nazca, parece demasiado pedir.