Botando corriente

Con sencillo procedimiento se descubre nueva fuente de energía.

1 de mayo de 1989

La noticia sorprendió hasta a los científicos más conocidos. La semana pasada, dos químicos de la Universidad de Utah en los Estados Unidos anunciaron, antes de que la noticia fuera publicada en las revistas científicas, que habían encontrado una nueva fuente de energía que además es mucho menos costosa que las conocidas hasta el día de hoy. Con su experimento, los doctores B. Stanley Pons y Martin Fleischman lograron obtener no solamente una fusión de hidrógeno en una célula electrolítica, sino también un rendimiento considerable de energía.

Durante años el mundo científico ha tratado de producir reacciones de fusión, sin éxito. En este proceso los núcleos de hidrógeno se unen para producir helio y grandes cantidades de energía. Pero mantener la reacción había sido imposible.

El aparato utilizado por el dúo de científicos es tan sencillo que no sorprendería ni siquiera a un niño de quinto elemental. Consiste en una vasija llena de agua pesada (en la que los átomos de hidrógeno son remplazados por su isótopo equivalente, el deuterio), dos electrodos sumergidos en el agua y una corriente eléctrica que pasa por entre los dos. El cátodo cargado negativamente es fabricado con alambre de paladio. El paladio, un metal que pertenece al grupo de los platinos, es utilizado como catalizador de varias reacciones químicas.

La corriente eléctrica separa las moléculas del agua pesada (cuya fórmula es D20), tal como separaría el agua normal, y los átomos de deuterio cargados positivamente, separados del agua, son atraídos por el cátodo. El cátodo suple electrones cargados negativamente, convirtiendo a los átomos del deuterio en átomos neutros. Estos en contacto con el cátodo de paladio, son absorbidos por el metal. Y es en este punto en el cual se produce el milagro. El paladio está hecho de un enrejado de átomos del metal, en el cual el hidrógeno se puede difundir. El enrejado de átomos mantiene tan cerca a los átomos de deuterio que se produce un efecto de mecánica cuántica conocido en inglés como tunneling. Este efecto permite que las partículas ocasionalmente logren saltar sobre las barreras de energía. Una vez que haya transcurrido suficiente tiempo como para que varios átomos de deuterio estén localizados en el enrejado de paladio, hay posibilidades estadisticamente altas, de que algunas de ellas superen la repulsión mutua, y se fundan creando tritio, helio, neutrones y energía. El proceso es extremadamente lento, especialmente si se utiliza un cátodo grande. En este caso, con uno de paladio, transcurrieron más de diez horas antes de que la fusión sucediera.

Lo más novedoso de este experimento consiste en que no se necesitaron, como hasta el día de ayer, altas temperaturas y una gran cantidad de presión para torzar la fusión de los núcleos que normalmente se repelerían. Los expertos aseguran que si el experimento funciona tan bien como Pons y Fleischman aseguran, podrán llegar a recibir el premio Nobel de ciencia. Aunque probablemente sus resultados serán sometidos a innumerables análisis, no cabe duda que la noticia ha causado estupor entre los científicos, que tienen motivos para pensar que podría revolucionar la vida del siglo XX.-