NEGOCIOS

Donde caben dos, caben tres

Con la entrada de Microsoft, en una semana cambió por completo el escenario en la industria del 'software' de negocios.

Álvaro Montes
25 de septiembre de 2005

El negocio informático más apetitoso del momento es el de soluciones para la gestión de las empresas; aplicaciones para administrar los recursos, las relaciones con los clientes y los proveedores, hacer la inteligencia de negocios y monitorear las cuentas. Tan útiles y productivas resultan estas aplicaciones, que las grandes corporaciones del mundo pagan millones de dólares por ellas y dos, tres y más veces esa suma por la 'instalación'' o implantación, que no la hace el fabricante del software, sino un tercero.

Hay dos grandes fabricantes de software de negocios, la compañía alemana SAP, que es la más grande, y la norteamericana Oracle. Había otros hasta hace muy poco, como PeopleSoft y Siebel, pero Oracle acaba de adquirirlos. Y cuando se pensaba que estas dos compañías gigantescas concentrarían en sus manos el negocio más rentable de la industria informática, apareció Bill Gates en una conferencia en Redmond la semana pasada y anunció que a partir de ahora Microsoft ¡se propone hacer del software de negocios su principal fuente de ingresos! Un anuncio preocupante para las dos grandes compañías del sector, pues de Microsoft se puede decir, en materia de mercados, que "donde pone el ojo pone la bala" y si no lo creen, pueden preguntarle a Sony y Nintendo lo que pasó cuando Microsoft decidió meterse en el mundo de las consolas para juegos.

La solución de Microsoft se llama Dynamics, nuevo nombre para sus productos Great Plains y Netvision, que adquirió hace pocos años, cuando empezó a acercarse a este mundo desconocido. Incluye otros productos de estreno como Office contabilidad (por ahora sólo disponible para Estados Unidos). La base tecnológica de su solución es la suite Office, instalada legalmente en 400 millones de computadores y presente en todas las empresas del mundo que compran software de negocios, lo que le permite a Microsoft aspirar en serio a penetrar ese mercado explotando las ventajas de la integración con Office. Integración con Office quiere decir que todas las operaciones de los programas para CRM (Customer Relationship Management) o ERP (Enterprise Resource Management) o cualquier otro se puedan hacer desde el popular Excel, por ejemplo, sin necesidad de entrenamientos complejos del personal y utilizando plantillas prefabricadas.

SAP ya se había adelantado en este enfoque y, en asocio con el mismo Microsoft, presentó hace algunos meses una aplicación llamada Mendocino, que permite integrar la suite Office con los famosos productos de CRM de la empresa alemana. Por esos días se supo incluso que Microsoft llegó a intentar la compra de SAP, pero esta tiene un valor en bolsa superior a 50 billones de dólares. Microsoft entonces decidió que si no puede unirse a su enemigo, lo derrota.

Los pasos que ha dado SAP para mantener la ventaja que le separa de sus competidores son audaces: el presidente de la companía, Henning Kagermann, basado en la vieja sentencia de 'innovar o morir', anunció hace algunos meses el deceso oficial de su producto legendario, el R/3, el software que puso a SAP en la cima desde hace 11 años y su reemplazo por la solución mySAP y la plataforma NetWeaver, con enfoques más modernos y completamente basados en las nuevas tecnologías orientadas a Internet. El cambio más importante es la concentración de baterías hacia el sector de medianas y pequeñas empresas, dado que SAP tiene cerca de 50.000 clientes en el sector de las grandes corporaciones y ese mercado parece estar ya saturado.

Naturalmente, a las medianas y pequeñas empresas no se les puede cobrar en términos de millones de dólares, sino en términos de centenares de miles y hasta decenas de miles. Hoy es posible conseguir soluciones SAP desde 50.000 dólares. Esta reducción de precios no significa reducción de ingresos para SAP, Oracle o Microsoft (las tres adoptaron similar enfoque). sino todo lo contrario. Los clientes potenciales ya no se contarán en miles sino en millones: 1,4 millones exactamente de empresas medianas dispuestas a comprar este tipo de software, según una estimación de Microsoft. Así, pues, el sector elite de la industria informática parece vivir por estos días su momento más emocionante.