Medio ambiente

El basurero

La chatarra informática, nuevo problema ambiental.

18 de mayo de 2002

A dónde van a parar los computadores viejos, los chips descompuestos o los monitores que ya no encienden? La basura electrónica se ha convertido en un problema serio que gobiernos y organizaciones ecologistas aún no saben cómo resolver salvo el gobierno de Estados Unidos, que ya encontró una fórmula: depositarlos en masa en países del Oriente, en donde los efectos altamente contaminantes de la basura electrónica puedan ser considerados sólo como 'daños colaterales'.

Un reciente estudio publicado en Science advierte sobre los peligros que contienen los computadores para la salud y el medio ambiente. Resulta que estos formidables aparatos no son tan ecológicos como se pensaba y contienen en sus chips, placas y carcasas, no pocos materiales radiactivos, contaminantes o difíciles de reciclar: berilio, cadmio, mercurio, fósforo, bario, plomo, plástico y vidrio, entre otros componentes que no se la llevan nada bien con la salud humana y con la conservación ambiental.

Mientras el computador está en uso la peligrosidad de estos materiales está, por decirlo de alguna manera, apagada. Con un pequeño cactus se puede atenuar la radiación del monitor en tanto que las bondades ambientales del PC saltan a la vista: poco consumo de energía, ahorro de papel, facilidad en las comunicaciones, etc. Pero una vez arrojado al tarro de la basura, después de varios años de fructífera utilización, se convierte en un potencial peligro para seres humanos y naturaleza.

En California, cerca del área de Silicon Valley, el epicentro más grande de la industria informática mundial, se calcula que unos 6.000 computadores quedan obsoletos diariamente y se estima que cada hogar tiene en promedio tres aparatos electrónicos en desuso en el patio trasero. En Estados Unidos sólo el 11 por ciento de los desechos electrónicos se recicla y el resto es empaquetado y enviado en barco a China, India y Pakistán, los 'cibervertederos de basura digital', como se les conoce, en donde se amontonan en campo abierto toneladas de aparatos electrónicos destruidos. Cerca de 100.000 personas en esos países arriesgan su vida rescatando oro, cobre y otros materiales valiosos de las placas y chips, pero los materiales tóxicos son dejados allí para su libre absorción por el suelo. Por esa vía llegan al agua y las plantas y después al hombre. En China la contaminación es tal que en la región de Guiyu, un enorme basurero informático, no hay agua potable en 30 kilómetros a la redonda, según denunció la organización internacional Basel Action Network, especializada en el control de materiales químicos tóxicos.

En estos basureros electrónicos una parte de los materiales es incinerada, provocando con ello la emanación de gases tóxicos que pueden causar enfermedades respiratorias e incluso cáncer.

El problema principal parece ser el desconocimiento del público acerca de este problema. Compañías fabricantes de computadores, como Hewlett-Packard o IBM, tienen programas de reciclaje y pagan entre 10 y 35 dólares por aparato recuperado pero el público norteamericano no ha respondido suficientemente a la iniciativa.