LA MANZANA DE LA ZOZOBRA

Apple despide a casi 3.000 empleados y adopta medidas de choque como parte de una profunda reestructuración.

28 de abril de 1997

Cuando esta nota salga publicada cerca de 3.000 empleados de Apple _casi una cuarta parte del total_ estarán recibiendo una pésima noticia: quedarán cesantes. Esta drástica decisión _que hace unos años fue tomada también por IBM_ hace parte de la nueva estrategia de la compañía productora de los Macintosh de llevar a cabo una profunda reestructuración de la empresa y fue anunciada hace algo más de dos semanas por el propio presidente de Apple, Gilbert Amelio. El anuncio de Amelio, que no se queda en el simple despido de los trabajadores, es la oficialización de los rumores que venían corriendo con insistencia en el medio de la industria informática y significa un replanteamiento de la estrategia de la empresa en varios de sus frentes. Apple ha resuelto reorientar sus esfuerzos en las áreas que han resultado más exitosas hasta ahora para la compañía: la facilidad de uso de sus máquinas y sus especiales capacidades para trabajo en multimedia y, últimamente, en Internet. Con este objetivo la compañía decidió simplificar su línea de productos y sacar al mercado menos modelos, pero más competitivos, como el recientemente lanzado Powerbook 3400, uno de los portátiles más poderosos que hay actualmente en el mercado. Paralelamente, Apple suspendió la inversión en actividades que no están directamente relacionadas con estos nuevos objetivos. Otro de los frentes en los que ha fijado su atención es el desarrollo de Rapsody, el nuevo sistema operativo de los Mac. (El sistema operativo es el software que controla el funcionamiento de las partes del computador con programas como juegos o procesadores de palabra.) Para tal efecto, la idea es preparar el lanzamiento de Rapsody para 1998 y, simultáneamente, fortalecer algunas características del actual sistema, del cual acaba de ser lanzada su más reciente actualización, la 7.6. En el papel todos estos planes lucen muy lógicos. Lo que muchos de los fieles seguidores se preguntan es si finalmente los van a dejar respirar tranquilos porque desde hace varios años son frecuentes los vaticinios que se han hecho acerca de la quiebra definitiva de Apple o de su adquisición por parte de una empresa más grande. Y aunque a todos estos rumores los directivos de la manzanita han respondido con políticas de choque, hasta la fecha no han podido espantar los fantasmas de la inestabilidad que le ha representado tanta zozobra a la compañía y tantos desvelos a sus clientes. A estas alturas Apple no puede seguirse conformando con producir los computadores más fáciles de usar o los mejor equipados para tareas de diseño o multimedia, cosas que así sean ciertas no garantizan su permanencia en el mercado. Lo que está en juego no es sólo la credibilidad de Amelio sino la supervivencia de una de las empresas más queridas y defendidas por los usuarios de más de 25 millones de Macs dispersos por el mundo.