LAS NUEVAS FRONTERAS

Después del "Voyager", ¿cuáles son las nuevas prioridades de la exploración

9 de octubre de 1989

"Estamos entrando en una nueva era espacial". Con estas palabras, el vicepresidente de Estados Unidos, Dan Quayle, cerró la semana pasada un seminario en el que se habló de las nuevas estrategias norteamericanas para la exploración del espacio. Tal parece que los gringos, dado el éxito del "Voyager 2" en la exploración de Neptuno, están decididos a utilizar a largo plazo este tipo de sondas espaciales para ampliar sus conocimientos del cosmos y retomar la delantera en la carrera espacial, que vivió serios tropiezos con el accidente del transbordador "Challenger".
El uso de este tipo de naves no es nuevo y gracias a ellas el hombre conoce hoy en día mucho acerca de todos los planetas del sistema solar. Sólo Plutón falta por ser estudiado de cerca por estas sondas, que desde los años 70 viajan por el espacio enviando información a la Tierra. La NASA, empeñada en no ceder más terreno ante el avance soviético, lanzó el pasado mes de mayo la nave "Magallanes", que en el próximo mes de agosto llegará a Venus con un sofisticado equipo que le permitirá enviar imágenes diez veces más claras que las obtenidas hasta ahora por las misiones de la URSS. Con el lanzamiento de la "Magallanes", Estados Unidos superó un retraso de 11 años en este campo, pues durante ese tiempo la mayor parte de los recursos se destinaron al proyecto del transbordador espacial.
La ofensiva en este terreno no para con lo que haga "Magallanes" y el próximo 12 de octubre será lanzada la nave "Galileo", que en 1995 llegará a Júpiter. Esta nueva sonda espacial seguirá las huellas de las misiones "Pioneer" X y XI y de los "Voyager" I y II. Pero esta vez la nave enviará una sonda llena de instrumentos que estudiarán la densa atmósfera joviana mientras la nave nodriza, al menos por dos años, circundará las cuatro grandes lunas de Júpiter, que alcanzan el tamaño de pequeños planetas.
Un complemento para toda esta labor lo constituye el lanzamiento, en marzo próximo, de un telescopio espacial que podrá ver más allá de Pluton, para tratar de descubrir planetas hasta ahora inadvertidos desde la Tierra. También se buscará averiguar si existen otros planetas que orbiten alrededor de estrellas similares al Sol. Pero tal vez la más interesante de estas observaciones será la que en el próximo mes de octubre inicie la nave "Ulises",-que en 1995 orbitará de cerca el Sol para conocer de manera más detallada su estructura y su dinámica.
Si el Congreso norteamericano no opina otra cosa, el año entrante la NASA comenzará a trabajar en dos nuevos proyectos. En el primero de ellos una nave volaría al lado de un asteroide y posteriormente se encontraría y viajaría durante tres años con el cometa Koppf. El segundo proyecto espera enviar a la nave "Cassini" a Saturno. La nave, que estaría llegando al planeta en el año 2002, estaría equipada con una sonda de exploración que aterrizaría en la luna Titán que, según los "Voyager", está cubierta con lagos y hasta oceános de etano líquido. Pero estas dos misiones aún estan sobre el papel y hasta el momento la única misión aprobada es la del "Observador Marciano", que será lanzado en 1992 y que estudiará la superficie, la atmósfera y la temperatura del planeta durante un año marciano completo --687 días terrestres.
Esta misión a Marte abre la esperanza para los científicos de que a corto plazo una nave se detenga en el planeta y recoja muestras del suelo marciano, que luego serían traídas a la Tierra. Además, no se descarta una misión tripulada que culmine con una caminata por la superficie de Marte.
A todas estas, Mijail Gorbachov propuso que se hiciera una investigación conjunta de Marte, que incluye a varios países occidentales. Por lo pronto, los soviéticos tienen planeado enviar dos naves a ese planeta, una en 1994 y otra en 1996, que se posarán en la luna Fobos, con las que esperan recuperar el terreno perdido con las dos naves anteriores que no alcanzaron a cumplir el objetivo.
Por ahora, el dirigente del Kremlin propone que se trabaje de manera conjunta en unos proyectos que deben beneficiar a toda la humanidad. Como él mismo lo dijo hace pocos días, se trata de darle un nuevo enfoque a la exploración del espacio. Así, de la Guerra Fría se pasará a la cooperación entre los dos gigantes cósmicos, que pondrán al alcance de la mano los lugares más recónditos del universo.