TENDENCIA

Los más verdes de la computación

El 'ranking' de Greenpeace sobre ecología digital presiona a la industria electrónica.

Álvaro Montes
29 de marzo de 2008

Samsung y Toshiba acaban de ganar el trofeo más importante de nuestros días: son los primeros en el ranking de la industria electrónica ambientalmente amigable. Justo cuando un pedazo del polo norte se desprendió e hizo sonar la alarma mundial por la amenaza del calentamiento global y el cambio climático -originados en la irresponsabilidad tecnológica de la industria moderna-, estas dos compañías dan ejemplo de compromiso con la sostenibilidad ambiental del planeta.

La organización internacional Greenpeace monitorea de manera permanente el desempeño ecológico de la industria electrónica y ubica las compañías más afamadas en un espectro que va del verde al rojo, en donde las empresas en el área verde son aquellas que aplican en sus productos y procesos de manufactura principios y procedimientos compatibles con el medio ambiente y con la salud de los seres vivos. El fabricante coreano Samsung y el japonés Toshiba (ambos con 7,7 sobre 10 puntos posibles), seguidos por el finlandés Nokia (7,3 puntos sobre 10) están más cerca del ideal verde que el resto. En el caso de Samsung, Greenpeace destaca que sus nuevos monitores LCD no contienen PVC y sus teléfonos móviles están libres de retardantes de flama bromados. En el caso de Toshiba, su estrategia de manejo de residuos electrónicos y el hecho de ofrecer algunos productos libres de retardantes de flama bromados y libres de PVC. Y en el caso de Nokia, destacó sus programas de reciclaje en Filipinas y Tailandia, entre otros. Con similar puntaje están Sony, Dell y Lenovo.

En el ruborizante lado rojo del espectro se ubican las compañías que muestran poca preocupación por la ecología digital. Allí hay marcas notables como Nintendo, que ocupa el último lugar del ranking con un score de 0,3 sobre 10 puntos posibles, o como Phillips, Panasonic y Sharp, también pobremente ubicadas, con menos de 5 puntos. Apple, un frecuente habitante del área roja de este ranking, se movió a los lugares medios de la tabla, tras las presiones que ha recibido en el nivel internacional para que además de máquinas bonitas, produzca artefactos ambientalmente amigables. El reciente modelo MacBook Air, que utiliza una menor cantidad de sustancias peligrosas, le permitió subir en el escalafón y obtener 6,7 puntos. Los expertos de GreenPeace se preguntan por qué empresas tan innovadoras en diseño (Nintendo se robó el show con su última consola de videojuegos, la descrestadora Wii) parecen tan despreocupadas por la responsabilidad ambiental, especialmente en una época en que está en juego el futuro del planeta.

Para clasificar la industria, los expertos de Greenpeace establecieron dos criterios: el primero es la eliminación de sustancias químicas peligrosas en la fabricación de los productos. El segundo criterio es la política de reciclaje de sus productos, al finalizar el ciclo de vida. Se pueden ver los detalles técnicos en http://www.greenpeace.org/electronics.

La basura electrónica es un creciente dolor de cabeza para un mundo con muchos dolores de cabeza ambientales. Se estima que cada año se producen 50 millones de toneladas de residuos de este tipo, que contienen plomo, cadmio, mercurio y otras sustancias peligrosas. En la fabricación de computadores y teléfonos celulares se utilizan todos ellos, así como plástico PVC, retardantes de flama bromados y otros que figuran entre los químicos más predadores del ambiente. Y el ranking de la organización ha probado ser un mecanismo de presión influyente sobre la industria computacional; varias compañías que aparecieron en posiciones precarias en la primera edición, en 1996, se esforzaron por mejorar su compromiso ambiental durante los años posteriores. Greenpeace informó que incorporará a partir de ahora un tercer criterio, que endurecerá más el ranking: el consumo de energía.