Mil formas de “voipear”

Con el crecimiento de las ofertas de telefonía IP, la larga distancia tradicional tiene las horas contadas

Álvaro Montes
4 de julio de 2006

La agonizante telefonía tradicional de larga distancia no deja de recibir disparos en el pecho. A la lista de opciones para llamar con tarifas muy económicas a través de Internet se acaba de agregar un nuevo servicio: se llama efonica y viene a disputar con Net2phone, Skype, MSN Messenger, Yahoo Messenger y tantos otros el apetitoso mercado de la telefonía IP. Para no entregar más de los mismo, efonica quiere marcar algunas diferencias, como el énfasis en la comunicación con usuarios que no tienen computador o no quieren utilizarlo para conversar. Su plataforma se adapta muy fácilmente a la utilización mediante teléfonos IP o adaptadores para teléfonos corrientes (los que Orbitel denomina en Colombia “voipiadores”); asimismo, tratan de simplificar el proceso de hacer una llamada IP utilizando un número y un prefijo en lugar de nombres de usuario, de tal modo que se adoptan los patrones de marcado convencionales en lugar de las prácticas propias de los aficionados a la informática. Hay otras diferencias como la utilización de un servidor central para gestionar las llamadas en lugar de un sistema Peer to Peer como hace Skype, pero esas son sutilezas técnicas que a la gente no le interesan; lo realmente interesante para el público es que con este tipo de sistemas se puede llamar a otro país u otra ciudad dentro del mismo país con tarifas pasmosamente económicas. Si la comunicación es entre dos usuarios del mismo servicio, por ejemplo entre dos usuarios Skype o dos usuarios efonica o Net2phone, y por tanto se realiza de computador a computador, la conversación en totalmente gratuita.

La telefonía IP enfrenta algunas barreras que limitan su popularización. En ambientes corporativos su adopción es grande, más no así en los hogares. Proveniente del mundo computacional, la telefonía IP es conocida casi exclusivamente por los usuarios de computadores, que no son tantos como se piensa. En Colombia la penetración del computador no llega al 10 por ciento. La mamá del joven que se encuentra estudiando en Australia generalmente no gusta de encender un PC, abrir la aplicación Skype y ponerse un dispositivo manos libres para conversar con su hijo. Es lo que mantiene con vida -aunque con los días contados- a la telefonía tradicional de larga distancia a través del tendido de cobre. Para solucionar esto los operadores ofrecen teléfonos IP, que deben coexistir en la mesa con los terminales tradicionales, o unos adaptadores que Orbitel ha bautizado “voipiadores” y que hacen puente entre el modem de Internet y el teléfono tradicional para que los usuarios puedan conversar a través de éste último como si de una llamada corriente se tratara. Un truquito: si usted consigue un “voipiador” propio (no el que suministran Orbitel y EPM) puede utilizar Skype, Yahoo, MSN o Efonica para hacer llamadas a costos todavía más reducidos y también sin utilizar el computador.

Hay una limitación mayor, sin embargo. El marco regulatorio de las comunicaciones de larga distancia impide que efonica, Skype u otros servicios basados en IP puedan operar libremente en Colombia, porque sólo tienen licencia para operar larga distancia tres compañías: Orbitel, ETB y Telecom. La primera ofrece el servicio IP a través de infraestructura propia y la segunda lo ofrece en asocio con Net2Phone. Por supuesto, dada la intermediación que ellos hacen, no es lo mismo utilizar directamente Net2Phone que utilizarlo a través de ETB, que es la única forma legal de hacerlo en la actualidad. Sale más barato que la larga distancia tradicional, pero saldría mucho más barato aún sin la intermediación de la Empresa de Teléfonos de Bogotá. De hecho, quien compre en el exterior una tarjeta Net2phone para hacer llamadas a Colombia podrá comprobarlo. Pero hay que reconocerles a los operadores de larga distancia colombianos el esfuerzo que hacen para no perderse este mercado, sino adaptarse a las nuevas tendencias.

Que el marco regulatorio esté desactualizado no impide que la gente utilice Skype y similares para comunicarse. La afición por la voz sobre IP crece sin que las leyes puedan evitarlo y se aproxima el momento en que nadie deseará marcar desde la línea de cobre para una llamada de larga distancia. ¿Por qué pagar más si la tecnología permite hacerlo por mucho menos?