UN KILOVATIO, POR FAVOR

Lanzan en Estados Unidos el primer vehículo comercial movido por electricidad.

25 de diciembre de 1989

En las postrimerías del siglo pasado, las ciudades más grandes del mundo naufragaban bajo montañas de contaminación provenientes del omnipresente caballo, que era hasta entonces el principal medio de transporte de personas y mercancías. Por eso, cuando hubo la posibilidad de que el automóvil se produjera en grandes cantidades, el nuevo invento fue saludado como la gran alternativa que permitiría, por fin, tener las calles limpias.

Pero ha pasado casi un siglo y el problema de polución, que se reducía a un asunto local aunque molesto, ha adquirido características catastróficas a nivel planetario. La gran panacea que ofrecía el motor de combustión interna se convirtió en pesadilla.

Por eso, los científicos están a la caza de nuevos sistemas de propulsión que no tengan un efecto tan demoledor sobre la naturaleza. La respuesta parece estar en el motor eléctrico.

Por supuesto, no se trata de algo nuevo. Desde los primeros años de automovilismo aparecieron intentos de producir automóviles movidos por electricidad, pues, aunque en esa época no se hablaba de emisión de gases aparecía a ojos vistas que la operación de un aparato eléctrico resultaba más "limpia" y menos costosa. Pero durante todos estos años la propulsión eléctrica de los automóviles ha sido un objetivo esquivo.

La razón de esa falta de éxito consiste primordialmente en que los acumuladores pesan más en la medida en que aumenta el radio de acción del vehículo, lo que lleva a soluciones en las que, o el alcance de la carga eléctrica es demasiado reducido, o el vehículo se hace impráctico por sus caracteristicas de diseño.

Pero con la llegada de la nueva tecnología y, sobre todo, por la importancia que ha adquirido el tema de la contaminación ambiental, el tema de los automóviles eléctricos ha vuelto a ocupar la atención de los diseñadores de autos.

En ese sentido, la semana anterior se anunció en Estados Unidos el lanzamiento de un vehículo que podría revolucionar el transporte terrestre. Se trata de una camioneta comercial con carrocería de Chrysler, que sus diseñadores aspiran a poner en el mercado en el curso de los próximos tres años.

Las caracteristicas técnicas del prototipo, desarrollado por el Power Research Institute de Estados Unidos, testimonian el avance que se ha logrado en ese camino. Las baterías de alta tecnología se basan en un compuesto de hierro y niquel, que resulta un 30% más liviano que las baterías convencionales de plomo y ácido requeridas para almacenar la misma potencia. Por otra parte, el nuevo vehículo tiene un consumo de menos de un kilovatio-hora por kilómetro, lo que de por sí constituye un avance fundamental frente a los diseños anteriores.
Como todos los aparatos eléctricos, la camioneta no gasta energía mientras no se mueve, al contrario de lo que sucede con los motores de combustión interna, que siguen consumiendo gasolina aunque el vehículo se encuentre estático. Por lo tanto, las ventajas de la electricidad se acrecientan en la medida en que el tráfico se complica, lo que hace que el mayor atractivo, por lo menos en sus primeras etapas de producción, estaría en el mercado de los vehículos utilitarios, tipo camioneta de reparto. A eso contribuye que la velocidad máxima no es exagerada, alrededor de 100 kmhora y que el aparato podría rodar unos 180 kilómetros antes de requerir recarga.

Pero sin duda alguna la mayor ventaja está en la "limpieza de su operación". El vehículo eléctrico no produce ninguna contaminación en el lugar de uso y, en el caso de la electricidad obtenida por medios hidráulicos, la planta de potencia tampoco. Aun si se considera el suministro de electricidad a través de otros medios de producción, significaría una reducción en los niveles contaminantes por vehículo de por lo menos el 97%.

Todavía está lejos el tiempo en el que los vehículos movidos por electricidad se abastezcan por medio de simples enchufes conectados a líneas subterráneas de distribución. Pero pocos dudan que el desarrollo de nuevas tecnologías unido a la circunstancia de que el petróleo es un recurso no renovable, hará que en el siglo entrante no se ordenen 5 galones sino 5 kilovatios en las estaciones de servicio.--