UNA FROTADITA Y BASTA

Gel estrogenada, aplicada sobre el vientre y los brazos, última receta contra la jaqueca

4 de mayo de 1987

La escena es común a muchas personas. Una mujer encerrada en su alcoba, con las luces apagadas y las cortinas cerradas, exigiendo absoluto silencio y quejándose de un intenso dolor de cabeza. Durante siglos, las mujeres han debido conformarse con esta terapia como única forma de mitigar, aunque sea ligeramente, la migraña, enfermedad que según los últimos hallazgos, no sólo afecta muchísimo más al sexo femenino que al masculino, sino que parece estar ligada al ciclo menstrual, lo cual ha permitido diseñar un novedoso tratamiento.
En efecto, científicos franceses y norteamericanos que se han dedicado a investigar y llevar estadísticas sobre la migraña, han podido establecer que el 60% de las mujeres que sufren recurrentes crisis de este mal, las padecen en los días que preceden o siguen inmediatamente a la menstruación. Las investigaciones tienden a señalar que la disminución de hormonas femeninas (especialmente estrógenos) que se presenta al final del ciclo, está ligada estrechamente a la migraña.
Pero lo interesante de estos hallazgos es que han conducido a reemplazar el tratamiento descubierto recientemente, de píldoras estrogenadas, por la aplicación de gel estrogenada sobre la piel. El problema con las píldoras era que alteraban el ciclo menstrual, con lo cual el remedio resultaba peor que la enfermedad. La gel aplicada sobre la piel tiene la ventaja, según los especialistas, de lograr una mejor difusión de los estrógenos en la sangre y, en consecuencia, mantener una tasa hormonal mucho más normal en la paciente. El profesor Bruno de Ligniéres, del servicio endocrinológico del Hospital de Necker, en Francia, asegura que la mitad de sus pacientes han visto sus crisis desaparecer con el tratamiento, y la otra mitad, las han visto reducirse. Todas ellas han seguido al pie de la letra las instrucciones: aplicar diariamente la gel sobre el vientre y los brazos, dúrante la semana crítica. El remedio se ha comenzado a comercializar en Francia y en toda Europa. Falta ver cuánto demora en llegar a Colombia, donde seguramente muchas mujeres lo esperan como si se tratara del Mesías.