UTIL, PERO BRUTO

Colombia se sube al tren de la robótica.

12 de diciembre de 1988

Hasta hace poco los robots sólo existían en las series de dibujos animados o en la literatura de ciencia ficción. ¿Quién no recuerda a "Robotina", de la serie "Los Supersónicos"?, ¿quién no conoce a "Vicky", de "La pequeña maravilla?".
Hoy el robot ya no es un sueño de adolescentes, se ha convertido en proyecto científico y muchos de los que antaño se divertían con robots de pilas y luces de múltiples colores, hoy trabajan intensamente por hacerlos realidad.
Hablar de robótica y automatización en Colombia parece una idea descabellada frente a la acuciante necesidad de erradicar la pobreza absoluta o la ya casi violencia absoluta. No obstante, el tema ha ido adquiriendo significacion ante la imposibilidad de permanecer al margen de las nuevas tecnologías que de una u otra manera impulsan el desarrollo de la humanidad.
En Colombia el asunto comienza a abrirse paso. Sin embargo, para los entendidos, el país debe subirse en este bus antes de que pase de largo y lo deje ahi plantado. Consciente de ello, la Universidad de Antioquia -para celebrar los 20 años de su departamento de ingeniería mecánica- ha convocado al Seminario de Robótica y Automatización, que se realizará el 17 y 18 de noviembre en Medellín, al cual ha sido invitado, entre otros destacados ingenieros colombianos, el caleño Rosendo Naranjo, radicado hace 20 años en EE.UU. y quien tiene a su cargo los proyectos de telerrobótica de la NASA, un cargo de estrellato para un latinoamericano.
Los robots despiertan simpatía por su semejanza con los humanos. Sin embargo, según comentarios del profesor Rosendo Naranjo, el equivalente humano de un robot industrial sería una persona ciega, sorda, bruta, con solo un brazo, con un muñón en el extremo de su brazo y con sus dos piernas amarradas con cemento al piso.
Visto desde su definición, un robot no es más que una máquina con una serie de eslabones encadenados cuyas articulaciones le permiten el movimiento. Se dice que este aparato le quitará el trabajo a los seres humanos, pero según Jorge Hernán Aristizábal, conferencista del Seminario de Robótica de Medellín, los robots se fabrican fundamentalmente para aliviar las tareas del hombre o para evitar riesgos en las empresas que manejan procesos peligrosos (pintura pulverizada, gases nocivos, radiactividad, etc.). También puede utilizarse en labores monótonas, como cuando un obrero coloca durante nueve horas diarias un tornillo.
QUE LOS HAY, LOS HAY...
En Colombia hay industrias que poseen robots aunque no los llaman así porque no tienen figura antropomórfica, lo cual justamente los convierte en exóticos. Por ejemplo un cilindro que rota desplazándose verticalmente con algún dispositivo y que toma un objeto de una parte para colocarlo en otra, es un robot, aunque no tenga figura humana.
Pero es un hecho que el país está muy atrás en la tecnología de la robótica. Entre otras razones, porque esta no se ha fomentado como política general. Lo que se tiene es el trabajo de pioneros, o de locos que tratan de impulsar en el país la tecnología del control numérico, de la cual se desprende la robótica. El control numérico no es más que una máquina controlada por números, ya sea por computador o por cinta perforada.
Algunas universidades se han metido de lleno a estudiar estas nuevas tecnologías, como Eafit, la Universidad del Valle, la Javeriana y la de los Andes. La Universidad del Cauca por ejemplo, tiene un programa piloto de automatización en plantas telefónicas para competir con gigantes como la Siemens.
Pero estos esfuerzos son aislados y no están engranados dentro de una política gubernamental de fomento a esta industria. Según Jorge Aristizábal, "el gobierno se contradice en este aspecto, pues mientras, por un lado, patrocina su desarrollo, por otro, la obstaculiza. La patrocina a través de Colciencias y Fonade, que mediante sistemas crediticios apoyan investigaciones y diseños de maquinaria y control numérico. Pero la obstaculiza porque los aranceles para esta maquinaria de importación son demasiado costosos".
Así mismo, el tema es tratado con demasido celo por cada una de las universidades que lo investigan. Hay pocos proyectos conjuntos y muchos profesionales trabajando solos. Si ellos se asociaran, se concentrarían recursos, tal como sucede en EE.UU. donde los profesores de distintas universidades se reúnen para llevar adelante estos estudios, de los cuales se beneficia todo el mundo.
De ahí la importancia de eventos como el que se realizará en Medellín, que permiten efectuar un trabajo interdisciplinario, pues la robótica requiere de la labor conjunta de ingenieros de sistemas (en la parte electrónica y de control), de ingenieros mecánicos (en el diseño de las estructuras) y de ingenieros de producción e industriales, quienes deben aplicar esta tecnología a procesos industriales y quienes deben saber no sólo cuándo deben automatizar, sino cuándo no deben hacerlo.
Impulsar la robótica no significa que todas las industrias tendrán que adquirir un robot. Ella es simplemente una alternativa en la búsqueda de mejores condiciones de vida.