“Sin líderes sociales no podemos hablar de sociedad”. De esa forma Margarita Muñoz, directora de la Academia de Liderazgo para La Paz , empezó la ceremonia de graduación de 40 líderes de Putumayo, Risaralda, Caquetá, Amazonas y Antioquia que subieron al escenario a recibir su diploma y posar con una gran sonrisa ante periodistas y camarógrafos en el auditorio Alberto Lleras Camargo, en la Universidad de los Andes.
Se trató de la culminación de un proceso de 70 horas en las que los alumnos trabajaron intensamente en liderazgo consciente, agradecimiento, arte milenario Chikung -para el reconocimiento del cuerpo- y biodanza para conectar con la madre tierra, entre otras disciplinas. “Aprendí que así como tengo errores también tengo grandes habilidades que puedo enseñar a mi comunidad. Aprendí a perdonar y a aceptarme tal como soy para poder ser útil a la sociedad”, dijo Linio Chiavari, líder indígena de Chigorodó, en Antioquia.
Para él, gobernador de su comunidad de 24 años, ir a la universidad y graduarse en un auditorio fue un sueño vuelto realidad. Chiavari llegó a la academia porque un profesor lo nominó. Durante los ochos días del programa llenó su bitácora, en la cual quedó huella de su aprendizaje y compromiso de aprender para enseñarle a su comunidad.

Los participantes llegaron el 24 de enero y se graduaron el 31 del mismo mes. ©Brenda Karina Guerrero.
El perdón y la reconciliación fueron protagonistas. Ligia Siro Restrepo, docente orientadora del colegio Marco Fidel Suárez, en Doncello, Caquetá (que llegó por una postulación del Premio Compartir al Maestro de su localidad), cuenta que el proceso le ayudó a encontrarse consigo misma, reconciliarse y curar heridas. “Porque para entender la paz, tengo que entenderme primero yo y perdonarme”, agregó.
La profesora de la Escuela de Gobierno y directora del Centro de Liderazgo Público de la Universidad de los Andes, Maite Careaga -que falleció recientemente-, fue homenajeada en la ceremonia. Ella, en 2008, diseñó la Academia de Liderazgo para la Paz, una iniciativa académica para apoyar a líderes sociales, fortalecer sus capacidades y contribuir a la construcción de paz en el territorio. Esta fue la tercera promoción de ese legado.
De ahí que la del viernes fue una ceremonia llena de emotividad y alegría. Además del homenaje, Rosembert Morales, uno de los graduados, leyó su poema La lección del corazón como una invitación a sus compañeros y al resto del auditorio a caminar hacia la paz y la reconciliación. Para terminar, los graduados recibieron a la cantante Adriana Lucía, quien los hizo levantarse de sus asientos y corear sus canciones.


"En este país los cantantes son floreros, no les gusta que opinen. Pero yo no soy así, a mi no me van a callar", dijo Adriana Lucía en medio de su repertorio. © Brenda Karina Guerrero
“Esto cambiará cuando las voces que nunca se han escuchado se escuchen”, dijo la artista en medio de su presentación, en la que además felicitó a los líderes por su compromiso. Para terminar su interpretación, cantó 'Festival en Guarare' del maestro Alfredo Gutierrez, y así invitó a los graduados a subir al escenario y entonar con ella. “En este país los artistas son floreros, yo no, no me quedaré callada”, concluyó al terminar su presentación.

Adriana Lucía conmovió a todos los asistentes con su presentación. ©Brenda Karina Guerrero.