Así funciona la nueva forma de viajar que ha hecho posible que más colombianos incluyan a México y Costa Rica en sus planes de turismo

A 20 meses de haber aterrizado en Colombia como una línea aérea mexicana de ultra bajo costo, Volaris ratificó que el modelo low cost no está en entredicho en la industria aérea global. De acuerdo con Ronny Rodríguez, director de Asuntos Institucionales en Centro y Suramérica, “lo que esta en crisis son las empresas que no supieron administrar sus costos y no lograron implementar plenamente el modelo de bajo costo”, precisó.

Las cifras de la operación en Colombia respaldan la afirmación. Desde su despegue en octubre de 2021 con las rutas Bogotá-Ciudad de México y Bogotá-Cancún, y la expansión en 2022 con la ruta Bogotá-San José de Costa Rica, han transportado más de 320.000 pasajeros, de los cuales el 9 por ciento viajó por primera vez en avión. “Llegamos con el propósito de democratizar el transporte aéreo, y hoy estamos convencidos de que estamos haciendo posible el sueño de viajar de muchos colombianos”, señaló el directivo.

De acuerdo con Rodríguez, a su llegada al país se logró una reducción del costo de viajar de alrededor del 63 por ciento. “La competencia duplico y hasta triplico su frecuencia de viajes e, incluso, tuvieron que bajar sus precios para lograr competir con Volaris”; a diferencia de la aerolínea mexicana que puede sostener sus tarifas al hacer parte de las tres líneas con menor costo unitario del mundo.

De hecho, Colombia fue la primera gran apuesta de la aerolínea en América del Sur, luego de haber probado y validado el modelo ultra low cost durante 15 años en México y cinco en Centroamérica. Su llegada al país fue como una empresa pública mexicana consolidada, con 110 aviones al servicio de los viajeros, que cotiza en las bolsas de valores de Nueva York y de México.

Una de las razones por las que Volaris priorizó a Colombia en su plan de crecimiento en el sur del continente, fue la seguridad y confianza que la dinámica de los viajeros le generan a la industria aérea. Rodríguez la percibe como una sociedad acostumbrada a viajar, que ha demostrado que la aviación es parte importante de sus vidas “para desarrollar sus actividades comerciales o de familia; y esa confianza se tradujo en una importante inversión en plena pandemia”, dijo.

Es por eso, que durante el alza en el precio del combustible, una de las rutas de Volaris que no varió los precios debido a ello fue la de Colombia. “Nuestro negocio es el volumen, que más gente viaje; y para que esto pase la gente tiene que percibir el bajo costo y además recibir un servicio de calidad”, dijo.

El plan de Volaris es seguir creciendo en Colombia. Sin embargo, dependerá de la oferta de slots (permisos para uso de la infraestructura aeroportuaria necesaria para aterrizar o despegar en un aeropuerto) que abra la Aeronáutica Civil. “La expectativa es que los procesos sean muy transparentes y democráticos, que nos permitan a todos participar sin privilegios”, mencionó Rodríguez. Adicionalmente, se está a la espera de que el Congreso colombiano ratifique el Convenio Bilateral de Transporte Aéreo firmado hace cuatro años con Costa Rica, que fue ratificado por este último hace tres, “lo que contribuirá a generar mayor seguridad y confiabilidad para crecer”, concluyó.

*Contenido elaborado con apoyo de Volaris.

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