Especial Educación
¿Cómo frenar la deserción universitaria?
La Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales -U.D.C.A- lidera varias iniciativas para garantizar la permanencia de los estudiantes en las aulas. Financiar matrículas, fortalecer habilidades académicas y detectar las posibles debilidades en áreas del conocimiento son parte de esta fórmula que ha resultado exitosa.
Opciones de financiamiento, orientación vocacional, infraestructura física con espacios pensados en el bienestar de los estudiantes, pénsum académicos que respondan a sus expectativas y a las que han tenido que recurrir las instituciones de educación superior para combatir la deserción.
Para Germán Anzola Montero, rector de la U.D.C.A, la permanencia en las aulas no solo está supeditada a oportunidades de acceso o cobertura, también tiene que ver con propuestas pedagógicas que sean pertinentes y motiven a los jóvenes a continuar con sus estudios.
“En la permanencia, la calidad y la excelencia son fundamentales, por ello hay que garantizar condiciones de alto nivel. Esto no puede lograrse solo con clases magistrales o teóricas, sino que hay que entregarles a los estudiantes herramientas que les permitan acceder al conocimiento. También se deben acortar los tiempos de formación”, puntualizó el rector Anzola Montero.
En el caso de la U.D.C.A la fórmula incluye hacerles un profundo seguimiento a sus estudiantes. “A través del Programa de Permanencia y Promoción Estudiantil, venimos realizando el diagnóstico de caracterización de estudiantes con el objetivo de trabajar de manera articulada e interdisciplinaria en la detección de las problemáticas que vayan en detrimento de la permanencia para aplicar las estrategias que se requieran”, explicó Anzola.
Dentro de las actividades que se realizan como parte de esta estrategia se encuentra el diagnóstico de perfil psicosocial. “También llevamos a cabo el análisis de los resultados de las Pruebas Saber 11 para establecer fortalezas y posibles debilidades en las áreas del conocimiento y el seguimiento a los promedios académicos”.
De forma paralela a estas actividades, con los programas académicos y profesores, se han venido adaptando y modificando las estrategias de enseñanza y de evaluación, haciéndolas más coherentes a las necesidades de los estudiantes. El conjunto de todas estas estrategias nos ha permitido disminuir las tasas de deserción en la Universidad. complementó Cheyron Castellanos, directora de formación de la institución.
Laura Phillips, directora de Extensión y Proyección Social señala que, a partir de la gran variedad de oferta educativa, y de las nuevas demandas del sector laboral, las Universidades han diversificado en sus estrategias de orientación vocacional. En el caso de la U.D.C.A, este servicio no sólo se ofrece en el marco de los procesos de admisión, sino que funge como un compromiso social en el entendido del servicio público de bien común que se ofrece. Así, se llega a diversos espacios de promoción en donde mediante charlas y solicitudes de municipios y colegios, se brindan herramientas que permitan la elección de procesos de formación acorde a los intereses de los consultantes.
De igual forma, mediante la articulación con los otros niveles de educación, la universidad ha flexibilizado el desarrollo de sus rutas de formación, permitiendo la certificación de competencias que son homologables con algunos de sus cursos, lo que brinda la posibilidad de la profesionalización de una persona con el reconocimiento de esos saberes previos.
El apoyo financiero, uno de los mayores motivos de deserción, también es fundamental. Por ello, la universidad brinda facilidades económicas en el pago de la matrícula a través de créditos institucionales financiados con recursos propios y procura que sus incrementos en el valor de la matrícula sean inferiores al IPC. “Estos van dirigidos a quienes, a pesar de haber realizado solicitud de crédito educativo con otras entidades financieras o con el ICETEX les ha sido negado”, indicó Yeny Reyes, directora de Servicios Financieros y Logísticos de la U.D.C.A.
Con las herramientas financieras, la institución garantiza el acceso a la educación superior a aquellos aspirantes admitidos que presentan dificultades económicas para el pago de su matrícula, además de garantizar la permanencia a estudiantes antiguos facilitando optar por esta herramienta en el momento que sea requerido por el estudiante, de tal forma que se dé continuidad a sus estudios de pregrado o posgrado en la Universidad hasta lograr su culminación.
Otra de sus prioridades es garantizar el acceso a las aulas de las poblaciones menos favorecidas. Para ello, desde hace varios años participa activamente en las estrategias orientadas a la Reactivación Económica y Social de la capital del país. Paralelamente, en la sede de Cartagena ofrece el Programa de Medicina Veterinaria Zootecnia -MVZ, orientado a favorecer a la población regional con un subsidio de la matrícula por parte de la universidad.
“No se trata solo de dar clases, sino de que los futuros profesionales sean lo que el país necesita para seguir creciendo y construyendo una mejor sociedad”, concluyó el rector Anzola Montero.