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CLAUDIA ANGELICA VARELA

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Vulnerables

El cuerpo es el templo, es lo que nos mantiene en movimiento de manera saludable. La salud es parte vital de nuestra existencia, sin ella nada funciona y tendemos a creer que el cuerpo aguanta todo y de manera infinita, pero no es cierto.

Claudia Varela
31 de marzo de 2024

Hace un tiempo el tema del balance de vida y el autocuidado era un tema dedicado especialmente a quienes justamente tenían más tiempo libre. No era un punto que se incluyera en la agenda ejecutiva habitual. Hoy escucho cada vez a más personas decir con entusiasmo que la mejor manera de inspirar es conocerse y a muchos seres del mundo organizacional que buscan seguridad sicológica.

Y es que la vulnerabilidad no puede ser vista como debilidad, como algo “flojo” que nos daña y nos hace lucir mal. A los seres humanos no nos gusta vernos débiles, sin embargo es sorprendente encontrar a muchos hombres y mujeres que no se dan derecho a estar tristes. Sentir, llorar, reír, aprender es parte del crecimiento y de la sabiduría de los años.

El bienestar y el desarrollo personal se basan en el equilibrio adecuado de una triada ganadora. Esta triada está basada en tres pilares de cuidado y atención, el cuerpo, el espíritu y la mente. Todo desde una perspectiva holística donde busquemos el autoconocimiento para tener una autoconsciencia y autogestión. Eso en el papel suena bien pero quizás en la vida real cuesta más lograrlo.

La clave no está solo en criticarnos y llevarnos a niveles de exigencia imposibles, tampoco solo de entender las debilidades que tenemos, es más bien aprender cómo autogestionarnos, trabajar más profundamente para saber qué nos afecta como personas, manejarlo, y ser líderes de nuestro propio destino. No podemos tampoco asumir la victimización pensando que los demás tienen la culpa de todas las cosas que nos pasan, asumir la propia responsabilidad sobre nuestras acciones o falta de acción es vital.

De otro lado, cuidar el cuerpo es algo que suena repetido, pero muchos no lo hacen. Todavía veo a muchos que no practican deporte, comen mal, quizás con una vida sedentaria y una agenda interminable donde no saben cómo alimentarse y no le dan la importancia al sueño que requiere. Me han dicho “no necesito dormir mucho” la verdad es que todos necesitamos del sueño, si nos consideramos mortales. El sueño es como una dosis de energía que nos permite sentirnos mejor y más productivos. Siete horas en promedio diarias.

El cuerpo es el templo, es lo que nos mantiene en movimiento de manera saludable. La salud es parte vital de nuestra existencia, sin ella nada funciona y tendemos a creer que el cuerpo aguanta todo y de manera infinita, pero no es cierto.

Si hablamos del cuidado del alma es una conversación de conexión con la inteligencia espiritual. La forma de encontrar los propios valores y propósito, la vía de encontrar lo que yo mismo busco y necesito. La búsqueda de un IKIGAI un propósito real que nos lleve a entender la real felicidad y conexión con la propia existencia.

Conectar contigo mismo no es nada fácil. Especialmente porque vivimos buscando afuera lo que ni siquiera entendemos hacia adentro.

Y si hablamos de la mente, es muy importante nutrir también nuestro conocimiento. Pero no solo de temas técnicos, también de observación del mundo, de sensibilidad para entender a otros. Aprender a escuchar, a ser empáticos, a ser flexibles y a controlar las emociones, es parte fundamental de este auto cuidado de la mente.

Pensemos bien en qué nos moleta, qué tanto nos cuidamos y conocemos nuestros límites. Que tanto nos permitimos ser vulnerables sin juzgarnos como débiles. ¿Sientes que solo te dedicas a llenarte de conocimiento externo? ¿no has terminado un curso cuando ya estas buscando un nuevo MBA? ¿cuándo fue la última vez que hiciste silencio, sin conectarte por más de 15 minutos?

Tal vez es bueno que tomes aire y veas qué tanto le dedicas al cuidado de ti mismo. Entendamos nuestros propios límites y conectemos con el resto del mundo, por que no estamos solos en el universo.

La vulnerabilidad es la verdadera fuerza. La vulnerabilidad es una cualidad humana a veces malinterpretada que nos hace ser más auténticos y fuertes que nosotros mismos creemos. La vulnerabilidad nos permite abrirnos a la vida, al amor y a los demás. Brenee Brown

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