Conmoción y pánico

El 30 de diciembre de 2013 el presidente Martinelli de Panamá firmó la Ley 120, que ha causado conmoción. Según esta, todas las sociedades panameñas de propiedad de extranjeros tendrán que pagar impuestos. Y no solo por las utilidades en Panamá sino por las que se generen en cualquier parte del mundo. 

Como Panamá vive en buena parte de los capitales extranjeros, se considera que de entrar esa ley en vigencia se acabaría el atractivo que ese país había tenido hasta ahora para esos inversionistas. Como está en riesgo la estabilidad económica, se está creando un movimiento pidiéndole al presidente que la revoque para evitar un colapso de las finanzas del país.