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En la foto aparecen de pie, de izquierda a derecha: el codirector del Banco de la República, Leonardo Villar; el gerente de la entidad, José Darío Uribe; los codirectores, Carlos Gustavo Cano y Juan José Echavaría. Sentados, de izquierda a derecha: el codirector Fernando Tenjo; el ministro de Hacienda, Oscar Iván Zuluaga, quien preside la junta del emisor; y el codirector Juan Mario Laserna. (Foto: Archivo SEMANA)

ECONOMÍA.

Banco de la República fijará este viernes la meta de inflación para el 2009

Comenzó el tira y afloje entre los trabajadores y empresarios por el incremento del salario mínimo para el próximo año. Como nunca antes, las partes están distanciadas.

21 de noviembre de 2008

El Banco de la República está con la inflación como el mal estudiante que tiene que repetir la materia que perdió durante el año. En este caso, es la segunda vez, en forma consecutiva, que el alumno no logra pasar correctamente la asignatura: la inflación ha sido un hueso duro de roer.

En la tarde de este viernes, la junta directiva del Emisor dirá con qué meta se va para el 2009 y tendrá que pensarlo muy bien. Como el año pasado no cumplió el objetivo que se había trazado, tuvo que repetirlo para el 2008. Es decir, van dos años con el mismo rango de inflación: entre 3,5 por ciento y 4,5 por ciento.

¿Repetirá la misma meta por tercer año consecutivo, teniendo en cuenta que al finalizar este 2008 la inflación rondará el 7,5 por ciento? Es lo que se sabrá hoy al término de la junta directiva. Algunos analistas creen que el Banco debería ampliar más el rango meta, tal como ocurre en otros países, para tener más opción de ‘pegarle’. El gerente general del Emisor, José Darío Uribe, dijo la semana pasada que el próximo año los precios comenzarán a ceder y que podría terminar al final del 2009 rondando el 5 por ciento.

Lo cierto es que la meta de inflación es un dato fundamental que espera la economía. Es determinante en muchos reajustes de precios y base de las negociaciones salariales.

El Banco de la República ha sido partidario que para el caso de salarios se tenga en cuenta la inflación proyectada, más unos puntos por productividad. Las centrales obreras, por el contrario, piden la inflación causada más unos puntos.

Lo preocupante para muchos expertos es que hacer ajustes por encima de la meta proyectada tiene graves efectos inflacionarios. Muchos precios terminan también ajustándose y todo comienza a subir como una espiral.

Esta semana arrancó el tira y afloje entres los trabajadores y empleadores para la fijación del incremento del salario mínimo para el próximo año.

Como nunca las distancias entre las partes son enormes. Los trabajadores están hablando de un 15 por ciento, una cifra que los empleadores no aceptarán por nada.

Para José Darío Uribe, un salario mínimo alto, que sería muy deseable para todos, terminará afectando a la misma población que busca empleo. Hay más de 6 millones de personas que ganan menos de un mínimo y solo dos que obtienen ese ingreso base. Pero además hay dos millones de desempleados. Un alto incremento al mínimo dificultaría que muchos colombianos entren al mercado formal. Por lo visto, este año la negociación estará como para alquilar balcón.