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El negocio fuerte ha sido el editorial, pero ahora Carvajal se ha fortalecido en el sector del ‘outsourcing’

CVARVAJAL

La multinacional criolla

El Grupo Carvajal ya tiene presencia en 18 países donde factura la mitad de sus ingresos. El año pasado dio el salto: quiere dejar de ser una empresa familiar.

2 de mayo de 2009

Ricardo Obregón es un hombre con una carrera gerencial que envidiaría cualquiera. En Bavaria estuvo más de 25 años y llegó hasta la presidencia de la firma, que en ese momento era la joya de la corona colombiana. Pasó por Sofasa, una de las ensambladoras más importantes del país y por Procafecol, que administra la marca Juan Valdez, uno de los activos más valiosos del gremio cafetero.

A pesar de su experiencia, reconoce que hoy está frente a uno de los retos más importantes de su vida. Desde el año pasado, Obregón llegó a la presidencia de Carvajal Internacional; se convirtió en el primer ejecutivo que ocupa ese cargo y no pertenece a la familia Carvajal. "Ciento cuatro años de historia no se conocen tan fácilmente", señala.

Pero el desafío no es sólo acercarse a esa tradición. Carvajal se ha convertido en un grupo de 10 empresas, que a su vez tiene presencia en 18 países donde ya factura el 48 por ciento de los ingresos del conglomerado. Las compañías Carvajal están en Brasil, México, Chile, Argentina, Venezuela, Estados Unidos y España, entre otros países. Esto ha hecho que hoy emplee a 26.000 personas. Además, está en muchos sectores: desde la producción industrial básica, como en el negocio del papel, hasta el outsourcing, segmento novedoso y con mucho terreno por explorar.

La llegada de Obregón a este conglomerado no es un asunto casual. La apuesta es bien clara y tiene implicaciones en la estructura del grupo. Antes la toma de una decisión para cualquier compañía de Carvajal era demasiada compleja, pues la estructura gerencial era piramidal. Ahora cada una de las empresas tiene suficiente autonomía, tiene sus propias juntas directivas y gerencia, aun si tienen presencia en otros países.

Mientras la estructura de los conglomerados de hoy tiende a la especialización, Carvajal mantiene la diversidad. "El mandato de la junta es muy sencillo: focalicémonos en negocios con porvenir, separados el uno del otro para diluir el riesgo", comentó Obregón.

Las directivas entienden que un grupo de ese tamaño debe tener una estructura que brinde mayor independencia a sus firmas, sólo así puede ser menos vulnerable frente a los retos y los choques.

Y retos y choques fue lo que enfrentó el grupo en 2008. La crisis económica y las devaluaciones de muchas de las monedas de países donde opera, como el caso de México, golpearon los balances de varias empresas. La turbulencia tuvo lugar en medio de un proceso de ajuste. Por ejemplo, a finales de 2007 nació Assenda, que unió a Fesa con otras dos filiales del grupo. Además, se empezaron a mirar las 'zonas grises' de todas las compañías para "detectar aquellas áreas en las que una compañía hace lo mismo que otra, porque eso es ineficiente", explicó Obregón.

Pero a pesar de la crisis, Carvajal Internacional -la holding- presentó utilidades por 52.700 millones de pesos en 2008. Se destaca el caso de Publicar que aportó 24.987 millones de pesos en utilidades, mientras que Propal, Mepal y Carpak dejaron entre todas un positivo de casi 27.000 millones de pesos.

Por otro lado, Assenda, que es una compañía que busca negocios en el mundo del Business Process Outsourcing (BPO) y que tiene presencia en Argentina, Perú, Ecuador, Venezuela, Colombia, Panamá, Costa Rica, Guatemala, El Salvador y Puerto Rico, tuvo el año pasado ingresos por 195 millones de dólares. Sin embargo, por encontrarse en proceso de reestructuración, dejó pérdidas por cerca de 12 millones de dólares.

El Grupo Norma, Bico (que produce los cuadernos de Norma y otros útiles escolares), Cargraphics (servicios de impresión), GC2 Carvajal, Carpack (empaques), Mepal (muebles para oficina) y Musicar son otras de las firmas Carvajal.

Obregón está tranquilo acerca del futuro. Reconoce que hay retos importantes, pero ve que la situación financiera general de Carvajal es muy buena. El año pasado el grupo logró reestructurar la deuda de las empresas y obtuvo un crédito sindicado por 200 millones de dólares y hay un cupo de hasta 100 millones de dólares con la Corporación Financiera Internacional (IFC), (por su sigla en inglés).

La expansión de Carvajal la ha puesto casi como el grupo colombiano con mayor presencia en la región.