“Sin coordinación no hacemos nada”: Rosario Córdoba

SEMANA: Por estos días todos hablan de competitividad, se ha vuelto un tema de moda ¿dónde están los mayores retos del país en esta materia?

ROSARIO CÓRDOBA: En efecto, la competitividad es una palabra de moda. Todo el mundo quisiera meterse en este asunto para resolver los problemas que se encuentran. En el Sistema Nacional de Competitividad e Innovación tenemos cinco áreas que consideramos esenciales y donde el país está siendo peor calificado a nivel internacional que son: educación básica; salud básica; infraestructura, logística y transporte; calidad de las instituciones y ciencia, tecnología e innovación.

SEMANA: Pero, todos quieren ver mayores progresos y más rápidos. ¿Dónde está el cuello de botella?

R. C.: Sí, tiene razón, a pesar de que en Colombia hacemos muchas cosas, la verdad es que no logramos progresar más rápido. Yo creo que no sabemos cómo articularnos y coordinarnos. El Estado puede hacer muchas cosas, pero si no es eficiente en la articulación y la coordinación, puede que todos los esfuerzos se pierdan y los resultados sean mínimos. Uno ve una serie de entidades haciendo la misma tarea. Y mire, la falta de diálogo, de coordinación y quizás de una directriz clara y un objetivo común hace que el esfuerzo no sea eficaz. En este sentido, el trabajo que está realizando el alto consejero para la Competitividad, Jaime Bueno, va en la dirección correcta.

SEMANA: ¿Y en el sector privado también hay descoordinación en esta materia?

R. C.: Hay muchas entidades que no tienen claro cuál es su rol y las agendas se vuelven de las personas a cargo de la entidad. Si el sector privado no se coordina entre sí, a través de las distintas entidades que son parte del sistema, uno puede terminar duplicando esfuerzos y no sumando y pasándole lo mismo que tanto critica en el Estado, la ineficiencia.

SEMANA: ¿Lo que quiere decir es que algunos en el sector privado, están trabajado por su lado como ruedas sueltas?

R. C.: No, lo que yo digo es que creo que llegó el momento de que, ante la falta de resultados, el sector privado entienda que se requiere esa misma coordinación que siempre hemos pedido del sector público, para que verdaderamente haya impacto en los esfuerzos que se vienen haciendo. Si uno pudiera lograr canalizar todos los esfuerzos hacia un objetivo claro, el impacto que tendrían las organizaciones del sector privado sería mayor. Lo que uno no puede permitir como sector privado es que, frente a tantas necesidades que tiene el país, uno no sea capaz de reconocer cuáles son esas áreas en las que sí vale la pena trabajar juntos, con una agenda común a todo el sector privado. Eso se debe hacer, a través de las instituciones constituidas para eso, como es el Consejo Privado de Competitividad, que tiene la misión de articular iniciativas desde diferentes sectores de la sociedad como el sector público, el sector privado y la academia para mejorar la competitividad del país.

SEMANA: Por ejemplo, los gremios tienen mucho por hacer en competitividad con sus afiliados, ¿cómo hacer para no redoblar esfuerzos con una entidad como el Consejo Privado de Competitividad (CPC)?

R. C.: Estoy de acuerdo con eso. Los gremios tienen que trabajar con sus afiliados para que al interior de cada sector, las empresas se vuelvan más productivas y competitivas. Pero también debo decir, que hay unos temas que si uno no tiene el foco puesto en ellos, es difícil trabajarlos. Yo creo que las entidades son creadas para un propósito y no hay una sola que pueda hacerlo todo. Hay unas creadas específicamente para trabajar como el CPC para los temas de competitividad con una visión de largo plazo, de sector privado y de interés general.

SEMANA: Finalmente, ¿cuáles son los logros más importantes que usted destacaría del Consejo Privado de Competitividad?

R. C.: Primero, lo que planteó al comienzo: mantener el tema de competitividad como una prioridad para el país. Otro logro es el seguimiento que se hace todos los años de los avances y rezagos en los asuntos críticos que afectan la competitividad, a través del Informe Nacional de Competitividad. Esta publicación nos permite hacer un seguimiento detallado de los avances, del dónde estamos y de lo que debemos hacer en áreas críticas para la competitividad. Adicionalmente, el año pasado lanzamos el Índice Departamental de Competitividad para medir el desempeño de las regiones y facilitar la adopción de políticas adecuadas a nivel local. Tal vez la crítica que debemos aceptar es que la velocidad es lenta. Hay que ser más agresivos.